El amante inesperado
Pense que todo había acabado cuando el afortunado bicho por fin eyaculo, empujando de tal modo que arranco un nuevo y violento orgasmo a mi insaciable mujer, sacando del interior del trasero recién desvirgado de esta un trozo de carne roja aun mayor de lo que recordaba. Pero de nuevo me equivoque lastimosamente.