Acude a la playa a tomar el sol y allí se encuentra algo que no esperaba

Era una cálida tarde de verano cuando me disponía a coger el coche para ir a la playa a pasarme unas horitas tostándome y bañándome en las «cálidas» y «cristalinas» playas de la costa gallega; nada mas llegar, la playa estaba a reventar de gente, intento hacerme un sitio en la abrasadora arena y coloco las cosas mientras me semi-desnudo para quedarme en bañador, hecho un vistazo a la playa y me tiro en la toalla.

Estaba casi en trance cuando note que una sombra tapaba el sol, abro los ojos y me la encuentro a ella, alta, bella, esbelta, no se como describirosla, tenia el pelo largo y castaño a la altura de los omóplatos, ojos verdes muy profundos, facciones muy pronunciadas y unos pómulos muy sensuales, su nariz era pequeña y puntiaguda, su boca…. perfecta, labios pequeños pero muy carnosos, su sonrisa magnifica y sus dientes blancos como la nieve virgen, su cuerpo…. que os voy a contar, llevaba un bikini de dos piezas de color blanco que definía bien sus hombros marcados, el pecho firme y bien proporcionado, su cintura… muy delicada y con un ombligo muy atractivo, sus caderas redondas y sus piernas muy largas y carnosas, después de esta rápida visión de tan perfecta obra de la naturaleza, ella me pregunta si podía poner sus cosas al lado de las mía porque no había sitio, yo con cara de bobo y encantado le digo que si, al momento me levanto de la toalla me quedo a la altura de sus ojos, mientras le ayudo a colocar la sombrilla, aquellos ojos penetrantes hacían que un escalofrío recorriese mi cuerpo y que mis glándulas sudoríparas empezaran a trabajar a tope :)).

Una vez instalado todo, ella se tumbo en la toalla y cuando estaba poniendo mi toalla para tumbarme yo también, ella saca la loción solar y con una mirada pretenciosa, me indicaba que le se lo echara por la espalda, a lo que yo accedí gustosamente, ella se tumbo de espaldas al sol y yo cogí y empece a masajearla por la cintura y por los hombros, a ella parecía que le gustaba dado que cerro los ojos y gemía muy bajito… en un instante, ella me dijo que le desabrochara la parte superior del bikini y que siguiera por toda la espalda, mi nerviosismo era tal que el cierre se me resistió por momentos hasta que al final lo conseguí sacar, ella se reía dulcemente, mientras que me indicaba que la masajeara mas fuerte.

Aquella espalda vigorosa me parecía cada vez mas bella con el reflejo de la crema, los masaje iban de arriba a abajo, recorría toda su espina dorsal con 2 dedos y a ella parecía gustarle, también la cogía con mis manos por la cintura, rodeaba sus costillas tocando de vez en cuando tus pechos por ambos laterales y subía hasta sus axilas hasta terminar en los hombros y su cuello, ella estaba llegando a un estado de trance y el relajamiento era cada vez superior, era tal la confianza entre ella y yo, que me pidió que le echara loción por las piernas, me puse detrás de ella rodeando sus pies con mis piernas, comencé a friccionar sus piernas de arriba a abajo, su piel era tersa y suave como la de un niño, y sus glúteos eran magníficos, muy bien formados y duros, lo pude comprobar porque mi masaje llegaba hasta donde se empiezan a marcar sus glúteos, ella seguía disfrutando tanto o mas que yo, y una vez que acabamos, me pregunto si quería algo de loción, lo que no dude por un solo momento, le abroche la parte superior del bikini y me tumbe en la toalla mientras ella se arrodillaba a un lateral.

Cogió el bote y se puso un poco en sus pequeñas y delgadas manos, se las froto un poco y empezó a moverlas muy suavemente encima de mi espalda, note como sus manos movían mi piel, nunca me había sentido tan bien, era una experiencia maravillosa, en un acto inesperado, ella me bajo un poquito el bañador y pegue un salto, ella se reía y me decía que me tranquilizase, que solo me iba a poner un poco en la cintura y que no quería mancharme el bañador, yo volví a tumbarme y ella con sus manos me agarraba la cintura cada vez mas fuerte.

Aquello era maravilloso, una vez que acabo de «untarme» bien, la crema que tenia en las manos, se la puso por encima de sus pechos mientras me miraba con su preciosa cara.

Estuvimos hablando de nosotros un buen rato y decidimos ir a darnos un baño, ella me cogió de la mano y me llevo hacia el agua, nos sumergimos en ella y empezamos a jugar como críos con las olas y a mojarnos, en una ola de las fuertes, ella se me agarro al cuello mientras que la cogía por la cintura mientras la ola intentaba tirarnos; pasada la ola, ambos nos miramos fijamente y nos quedamos parados durante unos segundos, entonces ella acerco sus labios a los mios y me dio un beso a la vez que cerraba sus ojos y yo me quedaba con cara de tonto, cuando acabo de besarme yo seguía con la cara de tonto de antes y ella con una sonrisa, me pregunto si me había gustado y yo sin mediar palabra la remate con otro beso, este mas profundo y lleno de sentimiento, mientras apretaba su cintura contra la mia, una vez que paramos (había que respirar :-))) nos fuimos a las toallas y nos metimos dentro de la misma para secarnos, ella con su pelo mojado y su cuerpo húmedo se acercaba a mio tiritando mientras nuestras ojos cómplices de lo que estábamos viendo se iluminaban como nunca.

Después de aquella maravillosa tarde, decidimos quedar por la noche para conocernos mejor, la acerque hasta su casa y quede con ella en el mismo lugar una hora después. Me fui a duchar y a cambiar y de camino para su casa, me pare en una floristería y le compre 3 rosas, una blanca, una roja y una rosada, un rato después estaba allí delante de su casa, llame al elefonillo y salio ella, me dijo que subiera que aun no estaba lista (estas mujeres….. os hacéis de rogar } :-)), subí hasta su puerta y estaba abierta, cuando entre ella me dijo desde la cocina que pasara, me acerque hasta la puerta de la cocina y allí estaba ella, magnifica, con un vestido de noche largo y negro de tirantes que caía hasta sus tobillos, ese vestido resaltaba sus hombros y sus pechos, llevaba el pelo recogido y la cara con un ligero maquillaje, nos saludamos con un beso mientras le daba las rosas, ella me lo agradeció con un beso aun mas apasionado, le pregunte que estaba haciendo y me respondió que me iba a hacer una cena maravillosa, me quede perplejo, nos conocíamos desde hace poco y ya estaba tan enamorado de ella como si la conociera durante toda mi vida, le pregunte si le podía ayudar en algo y me dijo que no, que ya estaba casi hecha, que si quería, que podía encender las velas, y poner las rosas en el florero de la mensa ooohhhh una cena con velas, flores, …. ! ! :-)), me acerque hasta el comedor, encendí las velas, y puse las rosas en el florero todo era perfecto, ella, yo, una cena con velas, las rosas, una noche magnifica, … que mas podía pedir ! !. Mientras ella preparaba todo lo demas yo estaba nervioso mirando su colección de música, y coincidíamos en gustos, le encantaba Bruce Springsteen (como a mi :-)))

Cuando ella llego con la cena me pidió que me sentara, le ayude a sentarse acercándole la silla a lo que ella respondió con una sonrisa, a la vez, yo me sentaba enfrente de ella y le cogía de las manos mientras me miraba complaciente, abrí la botella de vino y nos servimos.

La cena era maravillosa y no paramos en todo momento de mirarnos y susurrarnos cosas, acabada la cena, ella se acerco a la nevera donde tenia preparada la botella de champan (cava para los que se sientan ofendidos por el termino), la descorche y le dimos un buen trago, entonces, ella, se levanto y me dijo que quiera bailar me dirigí al reproductor de CD´s y puse música lenta, me acerque a ella y suavemente rodee su con mis brazos a la vez que ella ponía sus manos sobre mis hombros, estuvimos muchísimo tiempo bailando, no me acuerdo cuanto porque el tiempo no corría cuando estaba con ella, estaba como en una nube.

Eran las tantas de la mañana cuando extasiados de tanto bailar, nos sentamos en el sillón y empezamos a besarnos muy apasionadamente, tanto que ella se sentó en mis piernas mirándome a la cara mientras yo la cogía por las caderas y la apretaba contra mi, ella con sus manos empezó a desabrocharme los botones de la camisa hasta que una vez sacado el ultimo, se deshizo de ella quedándome con el pecho al aire, ella se movía rítmicamente mientras con sus manos recorría todo mi pecho, en un momento, cogí su vestido y se lo saque por la cabeza, quedándose ella con las braguitas y el sujetador, su ropa interior era blanca con puntilla, mientras le besaba el cuello le saque el sujetador y ahí estaban esos maravillosos pechos, eran perfectos, cogí uno de ellos y con mi lengua empece a jugar con uno de sus pezones, a la vez que notaba que se iban poniendo duros, ella se movía suavemente y apretaba sus pechos contra mi cara.

Luego, con su lengua empezó a bajar por mi pecho hasta llegar a mi pantalón, se puso de rodillas entre mis piernas y empezó a sacar los botones del pantalón uno a uno, una vez que los saco todos, tiro de los pantalones dejándome en calzoncillos, mi pene estaba tan grande que parecía que iba a reventar el calzoncillo, ella lo sabia por lo que empezó a acariciar la tela, después de un rato, me desnudo por completo, agarro mi pene y empezó a masajearlo de arriba a abajo, era una sensación que nunca lo había sentido, tanto placer, … era maravilloso, lo friccionaba muy fuerte, luego, se la metió en la boca y con su lengua y labios jugaba con el glande y de vez en cuando se la tragaba mientras yo con mis manos la cogía por la cabeza y la acompañaba en sus movimientos, se levanto y me dio un beso, la cogí por la cintura y la tumbe en el sillón, me puse encima de ella entre sus piernas y empece a besarla por el cuellos, luego seguí por sus pechos, bajando por su cintura me detuve en el ombligo jugando con el, a ella eso la ponía muy caliente y empezó a gemir y a cerra los ojos, llegue hasta sus braguitas y subiendo mis manos desde sus rodillas enganche las gomas de las braguitas y las hice descender lentamente en sus piernas quedando al aire aquel maravilloso coño que estaba muy húmedo y me estaba diciendo «Cómeme ! !», empece a lamerle la cara interna del muslo y en trayectorias circulares en forma de espiral, rozaba su pubis con mis labios hasta que ella con sus manos me «obligo» a que empezara a lamerle el clítoris, una vez que lo alcance después de ayudarme con dos dedos a abrir sus labios, ella se estremeció tanto que soltó un grito de placer, empece a jugar con aquel clítoris juguetón, notaba que ella se ponía cada vez mas y mas caliente y decidí apoyarme con un dedo, le metí el dedo en la vagina a la vez que seguía lamiendo aquel clítoris, luego le metí los dos y los movía delicadamente, ella no paraba de moverse y llego a un orgasmo tremendo, ella disfrutaba muchísimo.

Después me levanto y me sentó en el sillón, ella se puso enfrente mía y con sus manos metió mi pene en su vagina, otro grito de placer inundo aquella habitación, empezó a moverse rítmicamente mientras yo con mis manos agarrados a su cintura y a su culo la ayudaba a subir y bajar mientras que con mi boca le comía los pechos dulcemente, luego, ella se tiro en el sillón con las piernas abiertas (postura del monaguillo no ? ? ) y se la volví a introducir, ella con sus manos acariciaban mi cuerpo y mi culo lo agarraba fuertemente mientras que mis impulsos eran cada vez mayores, me levante sobre mis rodillas y agarrando sus piernas, sentía como mi pene estaba muy húmedo y que entraba y salia de ese maravilloso coño rozando sus labios a la vez que nos movíamos pausadamente.

Después ella se levanto y se puso a cuatro patas indicándome que se la introdujera otra vez por la vagina, así hice, busque la entrada y de un golpe se la metí toda, ella disfrutaba locamente mientras que la cogía por la cintura y la envestía cada vez mas fuerte, ella gritaba que no parase que se iba a correr, cuando al mismo momento ambos nos corrimos, la sensación de placer fue indescriptible, allí estábamos los dos muy agarrados y desnudos acariciándonos y besándonos. Aquella escena se repitió muchas veces a lo largo de toda la noche hasta el amanecer.

Al despertarnos, ella se levanto y me dijo que si la acompañaba a la ducha, tampoco lo dude, nos enjabonamos todo el cuerpo mientras nos frotábamos bajo el agua que corría por nuestros cuerpos, una vez fuera de la ducha, cogimos una toalla y nos secamos, mientras yo me afeitaba, ella fue a hacer el desayuno, y una vez en la mesa lo único que hicimos fue mirarnos dulce y fijamente y comer, porque aquella noche nos había dejado sin fuerzas.