Cálido verano
El último día entré en su cuarto y la encontré encogida de costado, desnuda como siempre. Me acosté detrás de ella, pegando mi cuerpo al suyo como una lapa, le así los pechos y le besé por su cuello. Cogí un poco de crema de la mesilla de noche, le unté el ano y metí mi verga muy adentro.