Su hermana y su cuñado la iniciarían en el sexo, tenía con ellos el placer garantizado
Carmen seguía frotándose contra mi boca y Sonia subía y bajaba a la vez que hacía círculos y refregaba de adelante hacia atrás su sexo contra el mío, haciéndome sentir que explotaría en cualquier momento. Yo no quería llegar tan rápido por lo que me concentré más en Carmen mientras dejaba a Sonia disfrutar de lo suyo.