Mi hermana y yo I
Hola a todos, la historia que les voy a relatar es cien por cien verdadera. Es cómo mi hermana y yo conseguimos perder la virginidad. Formamos una familia de cuatro personas; mis padres, mi hermana(dos años menor que yo) y yo. En la época en que ocurrieron los hechos mi hermana contaba con 17 años y yo con 19 Todos los años íbamos a veranear a Mallorca, allí tenemos una casita al lado de la playa. Como todos los años, por las mañanas íbamos a la playa los cuatro, yo me excitaba mucho al ver a algunas mujeres en topless y terminaba en el agua masturbándome, cosa que mi hermana se daba cuenta.
Un día, por la noche mis padres decidieron salir de fiesta, y nosotros nos quedamos viendo la tele. Echaban una película, en un momento de la película salieron unas imágenes subiditas de tono, y a mí se me empezó a levantar el pene, mi hermana se dio cuenta pero no dijo nada y siguió viendo la película. Casi al termino de la película, mi hermana me dice:
¿ Te puedo pedir un favor?- Sí – le respondí
Y me pregunta.
¿ Me podrías enseñar tu pene?-
Yo me quedé helado, con la pregunta, mi erección disminuyó, hasta desaparecer. Ella insistió de nuevo, pero yo me negué, pero no se dio por vencida y después de un rato consiguió que yo aceptara.
Bueno vale.- Le dije
Así que me levanté del sofá y empecé a bajar el pantalón y el calzoncillo hasta que mi flácido pene quedó al descubierto. Ella se quedó mirándolo atentamente, yo sólo con ver cómo mi hermana miraba mi pene me volví a excitar y volvió mi erección, y mi hermana volvió a sorprenderme diciéndome:
¿ Podría ver cómo te masturbas? A veces te he oído en casa cuando lo haces y me gustaría ver cómo lo haces.-
Yo ya no sabía qué hacer así que acepté, pero con una condición, mi hermana se tenía que desnudar, ella sin pensarlo dos veces, se empezó a quitar la ropa, primero se quitó la parte de arriba y aparecieron unos pechos medianos que se veían apetecibles unos pezones rosaditos, después puso sus manos en el pantalón y lo fue deslizando poco a poco hacia abajo y pude deslumbrar su pequeña vagina bien cerrada, con algunos pelitos. Yo al ver ese magnífico cuerpo me puse a mil y bajé mi mano hasta coger mi pene y comencé a masturbarme lentamente, mientras tanto mi hermana no perdía detalle de lo que yo hacía. Yo cerré los ojos y seguí masturbándome, de pronto noto cómo algo me toca la punta de mi pene, abro los ojos y veo que mi hermana había acercado su mano a mi verga, yo retiro mi mano de mi pene y ella lo agarra, y le dije:
¿Quieres hacerlo tu?- Vale, por qué no.- me contesta
Comienza a deslizar su mano suavemente de arriba abajo, de arriba abajo, pero por su inexperiencia me hacía mucho daño, así que la mando parar, ella me dice que lo siente, pero yo le comenté que si no le importaría darme un beso en mi pene, ella se lo piensa unos segundos y comienza a bajar su cabeza hacia mi verga, así hasta llegar a besar la punta de mi pene, sin decirle nada, vuelve a repetir la operación y otra vez, y otra, hasta que en un momento ella abre un poco sus labios y se mete la punta de la verga en su boca y con la lengua empieza a hacer circulitos en el glande, yo creía estar en el cielo, era la primera vez que alguien me la chupaba. Ella seguía introduciendo la verga en su boca, hasta meterla por completo, era una autentica maestra parecía como si ya se la hubiera chupado a alguien, pero después me confesó que era al primero que se la chupaba, y que tenía tanta practica porque había practicado con helados.
Yo sentía que me iba a correr, así que avisé a mi hermana para que se apartara, pero ella me vuelve a sorprender diciendo que quiere saber cómo sabe mi leche, así que continua y comienzo ha descargar toda mi leche en su boca y ella lo iba tragando.
Así los dos nos recostamos en el sofá y empezamos hablar hasta que me da por preguntar:
¿Tú te masturbas?- Sí.- Me contesta Me dejarías hacerlo a mí –
Ella sin decir nada ni cambiar de posición abre sus piernas, en ese momento puedo contemplar su vagina en todo su esplendor. Voy acercando mi mano, hasta que lo toco, nada más tocarlo mi hermana suelta un gemido, yo comienzo ha masajear su vagina hasta que noto cómo se va humedeciendo y decido acercar mi cara, nunca podré olvidar aquel olor, (realmente me encanta el olor de una mujer cuando se excita) empiezo a pasar mi lengua por su linda vagina, ella se retuerce de placer, y veo con su coñito empieza a derramar algunos líquidos que intenté saborear. Ella gritaba como desesperada, hasta que me dice que se venía, yo procuro acelerar, para que sintiera un orgasmo maravilloso y así ocurrió, ella se vino en el mejor orgasmo hasta esa fecha.
Nos quedamos tumbados en el sofá, abrazados sin decir una palabra, un rato después me dice que están a punto de llegar nuestros padres, que lo mejor será irnos a la cama. Así lo hacemos, llegamos a la habitación, trancamos la puerta y nos metimos los dos en la misma cama desnudos, comenzamos a besarnos y acariciarnos hasta que nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente, cuando me desperté, me encontraba solo en la cama mi hermana no estaba, me levanté fui a la cocina y allí estaba ella, con mis padres desayunando, nos miramos, como si nada hubiese ocurrido y ella me sonrió cómplicemente. Después de desayunar, nos arreglamos los cuatro y nos fuimos a la playa, durante todo el día no hablamos de la ocurrido, en la noche cuando estábamos en nuestra habitación, nos pusimos a hablar de cosas sin importancia, hasta que el tema nos llevó al sexo y en ese momento mi hermana me dice:
Oye, he estado pensando mucho en lo que ocurrió ayer, y quiero que sepas que he decidido que seas tú el que me desvirgue.-
Yo me quedé callado un momento e inmediatamente le di un beso en señal de aprobación, lo malo era que tendríamos que esperar al día siguiente, porque se podían enterar nuestros padres. Toda la noche la pasamos besándonos y acariciándonos, ella recorría con sus manos todo mi cuerpo, agarraba mi verga, deslizaba su mano muy lentamente de arriba abajo, y paulatinamente iba aumentando el ritmo, yo por mi parte, le tocaba los pechos, se los chupaba, mordía sus pezones, le iba masajeando su coñito, tocaba su clítoris e introducía un dedo en su vagina. Así hasta que los dos explotamos en un delicioso orgasmo, nos volvimos a besar y nos dormimos.
Todo el día siguiente, yo estuve muy nervioso e impaciente de que llegara la hora en que mis padres marcharan, durante todo el día lucí una tremenda erección, y me las tuve que ingeniar para que no se me notara, pensé hasta masturbarme pero no lo hice, porque quería llegar entero a la noche.
A falta de 15 minutos para que mis padres salieran, me hermana se me acerca y me dice:
Necesito que tú también salgas durante una media hora, porque quiero tener tiempo para poder prepararlo todo.
Yo obediente, salí de casa y me fui a dar un paseo por la playa, no podía dejar de pensar en lo que pasaría esa noche, sólo de pensarlo me iba excitando más y más, llegada la hora me encaminé hacia casa, al llegar y abrir la puerta observé que la casa estaba sumida en una oscuridad total, sólo se apreciaba una luz que venía de nuestra habitación, sin pensarlo me encaminé hacia la habitación y lo que vi me dejó alucinado, la habitación estaba solamente iluminada por velas, las dos camas estaban juntas y cubiertas por una sabana roja, mi hermana estaba situada en medio de la habitación luciendo un camisón transparente, por el cual podía ver sus preciosos pechos y las aureolas de sus pezones, también veía un tanga que llevaba puesto, Me parecía estar viendo a una diosa.
Ella levantó su mano y me hizo un gesto para que me acercara, yo me acerqué, nos empezamos a besar, ella me fue desnudando, hasta dejarme completamente desnudo, ella a su vez se quitó el camisón, nos tumbamos en la cama, rápidamente ella se apoderó de mi pene y lo besó y empezó a chuparlo, lo hacía con suma delicadeza, pasaba su lengua por la punta, daba pequeños mordisquitos por todo el pene, yo creía desfallecer, estaba cerca de correrme, así que le mandé parar, me levanté, la besé y la recosté a ella en la cama, así la di un beso, fui bajando poco a poco, llegué a sus pechos, empecé a lamerlos, a chuparlos, a dar mordisquitos en sus pezones, ella gemía y gemía, continúe bajando hasta su vientre, allí retiré su tanga y pude apreciar que se había rasurado los pocos pelos que tenía, al ver esa imagen, rápidamente le di un beso en su vagina, comencé a lamerla, a introducir mi lengua, noté cómo empezaban a lubricarse.
Ya había llegado el momento, ese era el preciso momento, me subí hasta su boca, la besé en señal de que la iba a penetrar, ella asintió con la cabeza, agarró mi pene y lo puso a la entrada de su vagina, empecé a empujar poco a poco, ya había entrado la cabeza, mi hermana gritaba, en una mezcla de dolor y placer, continúe penetrando, hasta que estuvo toda dentro, le di un beso y empecé un lento mete y saca, ahora los dos gemíamos de puro placer, fui acelerando mis movimientos, hasta notar que mi hermana se venía en un orgasmo que no podré olvidar, al llegar al orgasmo mi hermana apretó su vagina, eso hizo que yo también me corriera.
Allí estábamos los dos descansando después del esfuerzo, pero todavía queríamos más, así que ella cogió de nuevo mi verga, que aun estaba dura, se puso encima de mí y se la fue introduciendo de nuevo en su vagina, comenzó a moverse de arriba abajo, en una cabalgada deliciosa, al paso del tiempo se fue moviendo más y más deprisa, hasta llegar a cabalgar como una loca, yo no sabía cuánto más podría resistir, hasta que de nuevo ella apretó su vagina y terminamos en un orgasmo espectacular.
Estábamos tumbados es la cama con nuestros cuerpo sudorosos pegados, acariciándomos, en esto que mi hermana se levanta y dice:
Qué te parece si nos duchamos juntos.- Vale.- respondo Pues recoge un poco la habitación mientras yo voy preparando la ducha.-
Así lo hice, me encargué de recoger todas las velas, separar las camas, abrir la ventana, a su vez mi hermana había preparado todo en el baño, había llenado la bañera, me estaba esperando para entrar.
Yo llegué, la besé y los dos nos metimos en la bañera, me senté y ella se sentó encima de mí, cogió mi pene y lo puso a la entrada de su vagina, se lo fue introduciendo poco a poco, hasta tenerlo todo dentro, comenzamos de nuevo a besarnos y a acariciarnos, yo le besaba sus tetas, le masajeaba sus nalgas. Permanecimos un buen rato en esa postura, con mi pene dentro de su linda vagina, no queríamos que aquello terminara, queríamos quedarnos en aquella situación toda la noche, pero como todas las cosas buenas tienen su fin, ya que tenía que acabar, decidimos que había que hacerlo de una manera espectacular, así que comenzamos a movernos, ella gemía y me pedía más, yo iba acelerando los movimientos de mete y saca, yo no quería llegar al orgasmo, quería quedarme allí follando a mi hermana quería pasarme toda lo noche penetrándola, pero pronto ella acaba en un orgasmo e hizo que yo también me corriera. Nos acabamos de bañar, fuimos a nuestra habitación, nos metimos en la cama hasta quedamos dormidos.
Así fue como mi hermana y yo comenzamos nuestro camino por el mundo del sexo, muestra relación continúa, hemos aprendido muchas cosa desde al primera vez, pero eso ya se lo contaré en otra ocasión.