Un amante perfecto I
Dicho esto, le di un beso en la cabecita de su verga como dándole las gracias por permitirme seguir disfrutando de su hermosa verga, continuando con mis besos a todo lo largo de toda ella. Con mi lengua empecé a recorrer todo el entorno de su glande, antes de metermela en mi boca por completo para chuparsela.