Un día de incesto con mi sobrino
A pesar que recordé que Cristóbal no se había colocado un nuevo preservativo, no tuve la más mínima intención de parar su goce. "Al final, hoy no es mi día fértil" pensé. Él acabó y yo estaba a punto, cuando usando mis piernas, lo empujé. Nuevamente me puse en cuatro piernas y le dije "esta vez, que no se te olvide acariciarme el clítoris cuando me estés penetrando".