Crucero por el Adriático con mi mamá y mi tía
Mis amigos me decían que a las mujeres les gusta mucho que las coman el coño y yo estaba dispuesto a pasar por todas las experiencias así que con un poco de reparo en principio acerque mi boca a su rajita, el olor que desprendía era afrodisíaco, sin pensarlo empecé a recorrer con mi lengua toda la rajita, por todos lados al encontrar el clítoris totalmente duro, lo cogí con mis labios y empecé a chuparlo, ella entonces empezó a temblar y a gemir muy fuerte y de su coño brotó un torrente de líquidos.