Un hombre tuvo que admitir que no podrá con el amante de su mujer
En ese momento se acercó a la mesa un tipo, que mi amigo saludó y me presentó como Guillermo, el pesquisa que Beto había contratado; se sentó a la mesa, pedimos otra ronda completa de café y nos quedamos en silencio a la expectativa de lo que tenía para decirnos.