Capítulo 2

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El dentista II

Luego de ese día, Carlos no me volvió a llamar y por supuesto tampoco insistí para no forzar la situación. Espere hasta el día de la cita en su consulta.

Llegando la secretaria me dijo que pasara enseguida ya que no había otro paciente.

Carlos al verme esbozo una leve sonrisa y me saludo he hizo que me sentara en el sillón para comenzar con la limpieza dental que debía hacerme.

Al finalizar su trabajo, le dijo a su asistente que fuera por unos materiales, para aprovechar de hablar un poco conmigo. Cuando sé cerro la puerta enseguida me beso y me dijo que le había hablado me mi a su hermano.

Me advirtió que le había mentido a su hermano para que no hubiera sospechas, diciéndole que habíamos sido compañeros de estudios en la secundaria.

Finalmente me dijo que me invitaba para esa noche a cenar a su departamento con su hermano. Le dije que le llamaría luego para que me diera la dirección.

Efectivamente a las 2 horas de haber salido de su consulta le llame.

Me prepare lo mejor que pude, me di una buena ducha y me puse mi mejor perfume y me fui para su departamento. Nerviosamente toque a la puerta, rogando que fuera Carlos el que la abriera, pero no fue así.

Se abrió y tras de ella apareció un muchacho de unos 25 años (después supe que tenia 23), verdaderamente era un adonis, como de 1.80, con unos pectorales que se le marcaban bajo su camisa y unos pantalones muy ceñidos al cuerpo.

Estaba hipnotizado, y fue su voz ronca la que me despertó, diciendo ¿tú eres Gustavo?, Enseguida reaccione y le salude, dijo llamarse Jaime. Luego me dijo que pasara, diciéndome que me sentara en un sofá muy grande. Luego apareció con una cerveza en la mano y me la entrego diciendo, mi hermano fue a comprar cigarrillos y ya vuelve, le conteste que no había problema.

Después de un rato suena el timbre y sale abrir, y efectivamente era Carlos, pero, venia acompañado por un muchacho como de la edad de su hermano, quien saluda amigablemente. En ese instante supe que era compañero de universidad de Jaime y me dijo que se llamaba Andrés.

Todos nos sentamos y comenzamos a conversar. Andrés dijo que venia por unos apuntes y que luego se marcharía, entonces, Carlos le dice que no se vaya tan luego y que se quede a cenar.

Acepto y luego de unos minutos nos sentamos a comer saboreando un par de platos preparados por ambos hermanos. Les felicite por tan exquisito manjar. Luego nuevamente pasamos a sentarnos en los esos cómodos sofás.

Carlos trajo una botella de whisky y nos ofreció, aceptando todos hasta que casi la acabamos. Me sentí un poco mareado y le dije a Carlos que debía irme, entonces Jaime me toma de un brazo y me dice: así de mareado, no te puedes ir y menos conducir, dame tus llaves que voy a estacionar tu vehículo en el estacionamiento del edificio. Se las entregue y fue con su amigo a entrarlo.

Cuando ellos salen, Carlos se acerca a mí y comienza a besarme y nos acariciamos mutuamente, rozando nuestros penes erectos.

Luego él se arrodilla y me desabrocha el pantalón y saco mi verga y la comenzó a lamer haciendo que gimiera, con el solo sentir sus labios en mi glande. Luego me succionaba suavemente, no sabia si me sentía mareado por el licor o por la tremenda mamada que me estaban dando.

Sorpresivamente escuchamos pasos y risas por los pasillos y reaccionamos, levantándose él y yo me abroche mi pantalón y me senté en el sofá tratando de disimular mi erección. Carlos me lanzo un beso por el aire y me dijo después acabaremos mi amor.

Finalmente ambos muchachos llegaron y Jaime me entrego las llaves y fueron ambos a la cocina por unas cervezas. Andrés llama a su casa diciendo que se quedaría con su amigo esa noche.

Continuamos conversando y bebiendo cervezas, a tal punto que de la menor tontera que decíamos nos reíamos. Incluso llegamos al extremo de toquetearnos entre nosotros.

Ya avanzada la noche Carlos dijo que fuéramos a dormir porque ya habíamos bebido mucho. Como pudimos fuimos pasando por el baño y nos fuimos a las habitaciones. Obviamente que me acosté con Carlos, mientras que Jaime lo hizo con su compañero.

Al entrar en la habitación comenzamos a besarnos y a quitarnos las ropas, quedando solamente en calzoncillos (me encantan ver a los hombres en calzoncillos, me calienta sobremanera).

Continuando nos lanzamos a la cama y seguimos besándonos y él comenzó a bajar llegando hasta mis tetillas, las cuales mordía tiernamente haciendo que gimiera de gusto.

Luego bajo hasta mi entrepierna y con sus dientes perfectos me los fue bajando, saltando como un resorte mi verga, la cual tomo entre sus manos y comenzó a masturbarme conjuntamente con lamerla.

Luego de un rato le tome por la cabeza y lo atraje a hacia mí y le voltee quedando sobre su pecho.

Lentamente comencé a bajar llegando hasta su ombligo y le pasaba mi lengua, hasta que baje hasta su entrepierna y le saque su slip y también el mío.

Le pase mi lengua por su glande que ya tenia evidencia de su excitación. Lamí sus jugos con tal delicia haciendo que se retorciera de gusto hasta que me trague toda su verga haciendo que el gimiera y sin darme cuenta acabo lanzando su semen dentro de mi boca, los cuales trague con gusto.

Luego Carlos me mamo mi verga por un rato hasta que de pronto me dijo que deseaba cabalgar y me puse de espaldas en la cama y él puso su culo en mi boca para que se lo comiera, mientras él se pajeaba logrando en escasos segundos una nueva erección.

Le introduje un par de dedos, los que le hicieron estremecer y gemir a la vez. Luego se levanto y se sentó en mi verga, no sin antes darle un par chupadas para lubricarlo. Se lo fue introduciendo suavemente con su cara hacia mí.

Golosamente fue tragándose toda mi verga y se mordía los labios hasta que su culo choco con mis testículos.

Comenzó a cabalgar suavemente a la vez que se masturbaba, hasta que lo hizo en forma salvaje como si estuviera sin control.

Comenzó a dar gritos de placer y yo le decía que no lo hiciera porque los muchachos nos escucharían, pero él hacia caso omiso y seguía quejándose hasta que soltó su semen sobre mi pecho. Podía sentir su esfínter apretar mi verga al punto que hizo que acabara llenándole su culo con mi leche.

Luego nos limpiamos con unas toallas húmedas que tenia en su velador y nos acostamos, quedándose casi enseguida dormido producto del esfuerzo físico y el licor que había bebido.

Luego de un rato de sentir su respiración me dispuse a ir al baño para orinar y lavarme un poco ya que me sentía un poco pegajoso. Entre y orine y luego me di una pequeña ducha sin mojarme el pelo y me seque y me fui nuevamente para la habitación.

Cuando estaba por entrar escuche unos gemidos que provenían de la habitación de los muchachos y me dispuse a investigar.

La puerta estaba entre abierta y se podía distinguir a través de la luz de un letrero luminoso que había en el edificio contiguo que daba por la ventana, a uno de los muchachos montado sobre la verga del otro cabalgando, gimiendo ambos.

Mi curiosidad fue más allá y quise saber quien era el que estaba cabalgando y tropecé con un zapato que estaba en la entrada de la puerta. Inmediatamente se encendió la lampara de la habitación, y quede al descubierto completamente desnudo y con mi verga en total erección.

Pude ver que Andrés estaba sentado sobre la verga de Jaime.

No se preocuparon solamente me miraron y fue Andrés quien dijo que ya que estaba ahí que pasara y que le pusiera mi verga en la boca. Jaime solamente sonríe y me hizo una seña con la mano para que fuera.

Acto seguido estaba frente a la boca del muchacho con mi verga erecta, la cual se trago casi al instante y comenzó nuevamente a cabalgar mientras Jaime intentaba acariciarme el culo con sus manos tan suaves que tenia.

Tras un poco de esfuerzo Logro llegar y comenzó a acariciármelo dándome pequeños apretones a los glúteos. Finalmente estire mi culo sacándole mi verga a su amigo de la boca y el se levanto lo mas que pudo y comenzó a comerme el culo. Su lengua exquisita me hacia jadear mientras su amigo le cabalgaba y yo me masturbaba suavemente.

Después de un rato Andrés se paro de la verga de Jaime y mirándome me dijo ¡¡¡quieres probar!!!. No me hice de rogar y dije que si, entonces Jaime se saca el condón y Andrés le pasa uno nuevo y se lo coloca.

Pude apreciar que la verga de Jaime no era muy grande y la cabeza era pequeña, pero llegando a un grosor considerable. Le tome la verga con mi mano y me la puse en la entrada de mi culo y comencé a introducírmela hasta chocar con sus testículos.

Empecé a cabalgar haciéndole jadear. Por su parte Andrés coloco su miembro que debía medir unos 17 centímetros y algo delgada, en la boca de Jaime, y este enseguida la engullo como un hambriento. Estuvimos así por un rato hasta que Jaime dijo que me levantara y me acostara de espalda en la cama.

Enseguida ambos se pusieron a mamar, uno mis testículos y otro mi verga, alternándose de vez en cuando hasta que Andrés le dijo que quería sentarse en mi falo.

Acto seguido me puso un preservativo y suavemente se lo introdujo quejándose un poco a pesar de lo dilatado que tenia el ano, hasta que sus nalgas chocaron con mis testículos, y comenzó a cabalgar como un salvaje mientras se masturbaba. Por su parte Jaime se masturbaba mirando como su amigo se tragaba mi pene.

Tras unos minutos Andrés mirando a su amigo le dijo si quería probar, pero este le dijo que le daba miedo, ya que nunca se lo habían metido.

Finalmente su amigo le convenció y comenzamos a prepararlo le hicimos que se pusiera en cuatro patas y le mamamos su culo con su amigo a la vez que le introducíamos un par de dedos para dilatar ese hoyito que estaba a punto de desvirgar.

Luego dejamos de mamarle el culo y Andrés me entrego un condón para que me pusiera.

Luego en la misma posición que estaba Jaime, su amigo le puso su verga en la boca y este comenzó a mamarle con gran fruición. Por mi parte me puse detrás de Jaime e intente introducirle, pero este se resistía a la penetración apretando su ano, hasta que suavemente le pasaba mi verga por su culo, logrando que fuera cediendo.

Primero le introduje suavemente un par de centímetros los cuales el noto dando un pequeños quejido. Finalmente su culo cedió totalmente y se lo introduje completamente dando ambos un gemido de placer. Comencé a cabalgarlo suavemente, hasta que finalmente lo hice rápidamente logrando que diera un par de quejidos.

Me decía que lo siguiera culiando, que se sentía rico, que estaba gozando. Finalmente sentí su esfínter apretar mi verga y pude darme cuenta que estaba acabando en la boca de su amigo.

Esto hizo que mi excitación aumentara y lance mi semen dentro de su culo, lanzando gritos de placer, los que apaga su amigo con un beso. Luego Andrés me quito el condón y se trago mi semen y luego beso a su amigo compartiéndolo. Finalmente Andrés comenzó a masturbarse hasta que eyaculo sobre el pecho de su amigo.

Posteriormente los tres nos tiramos en la cama para descansar y encendimos un cigarrillo. Entonces Jaime dijo, que por favor no le dijera nada a su hermano sobre lo sucedido (entre mí pensaba, sí tu supieras).

Enseguida le dije que no se preocupara que no le diría nada. Ambos me confesaron que hacia un año que mantenían relaciones sexuales y que esta era la primera vez que lo hacían con otra persona.

Luego me fui a la habitación de mi amante que seguía dormido y le abrace hasta que me quede dormido. Al otro día me despierto con su verga tratando de penetrarme, hasta que logro entrar y comenzó a culiarme suavemente mientras me pajeaba hasta que ambos acabamos juntos dando quejidos de placer.

Después de desayunar los cuatro, con Andrés nos retiramos a nuestras respectivas casas.

Me lleve a Andrés en mi auto y le pase a dejar a su casa. Por el camino me dijo que le había gustado mucho mi verga y estiro su mano agarrando mi paquete, haciendo que se pusiera dura como una piedra.

Llegando a su casa quedamos en juntarnos otro día para tener una nueva sesión de sexo, la cual se repitió un par de veces sin que ninguno de los hermanos se enterara.

Continúa la serie