relatos eróticos segundos

1 relatos

Unos cuernos bien puestos y… disfrutados V

0,00 (0 votos)
Siguieron amándose con desesperación y de pronto él se quitó los pantalones y el calzoncillo, aquella gruesa polla negra erguida estaba reclamando la boca de mi mujer, lentamente ella fue deslizándose hacia su aparato y se lo metió en la boca de una vez empezando un espectacular y excitante ritmo de sube y baja sobe aquel vástago.