Una cena, mucho vino y mi mujer se banca cinco extraños dispuestos a darle el mejor servicio, aparte también me banca a mi
Fuimos a cenar a un restaurant muy lujoso, durante la comida tomamos dos botellas de vino, que para mí acostumbrado a tomar no fue nada, pero ella estaba en un estado en el que era fácilmente manejable. A cada rato se le escapaban sus senos de la blusa y ella ni cuenta se daba, por lo que yo tenía que estar avisándole.