La primera vez que me llevaron a un cuarto oscuro
Como en muchas ocasiones, aquel día había ido en busca de sexo a los aseos públicos, en concreto había ido a los aseos públicos que había en los jardines de 4 caminos.
Relatos eróticos
Como en muchas ocasiones, aquel día había ido en busca de sexo a los aseos públicos, en concreto había ido a los aseos públicos que había en los jardines de 4 caminos.
Las fantasías eróticas las realizan los que no sueñan con ellas.
El cabrón tenía una buena verga, se notaba una piel suave y unos enormes huevos. Cuando me metiera aquello por el culo, me iba hacer gritar y chillar como una puta en celo, aquella polla me iba abrir y dejar bien abierto el ojete.
Todos podían ver el empalme que ambos teníamos y lo enrojecidos que estábamos. Nuestras pollas estaban duras e hinchadas, pudiendo verse asomar la punta del glande enrojecida y brillante.
No podía quitar la vista de aquella polla, sabía que me la iba meter por el culo y hacerme chillar de gusto, hasta que se corriera dentro mía, dejándome bien preñado y abierto.
Esa noche cuando mi tío vino a acostarse, yo ya dormía como un lirón, ni me enteré cuando se acostó a mi lado, solo empecé a darme cuenta cuando empezó a quitarme el slip. Noté como me abrazaba y empezaba a bajarme el slip con sus manos.
Es curioso como puedes pasar conviviendo con compañeros de trabajo durante años y de pronto descubrir un buen día que te sientes atraída por ellos, o que te han sabido seducir.
Cuando bajé a los aseos lo primero que me preguntó fue que, cuanto cobraba. Al verme la cara de incrédulo que ponía, me dijo si era chapero. Lo único que se me ocurrió decirle en esos momentos, fue que no.
Dios, cuando lo vi el estómago se me estremeció, era como un revoloteo de mariposas que tenía por todo el abdomen, los huevos me hacían cosquillas y hasta el culito me palpitaba.
Como ustedes estarán intuyendo soy una mujer muy liberal. Es importante que comente esto para que puedan entender la experiencia que les voy a contar.
Tengo una que me encanta y me masturbo mucho con ella, y es que voy con mi marido de noche dando un paseo nocturno, nos asalta un negro fornido, y nos pide la cartera y el bolso, mi marido se resiste ya que esta bastante fuerte, y golpea al negro, entonces salen 4 negros mas, que reducen a mi marido.
¿Te gusta? Me preguntaba acariciando mis pelotas y abdomen con sus manos, haciendo que me fuese calentando y animando.
Me encanta el sexo y el morbo por lo que no pierdo la oportunidad de que me follen bien el culito en cualquier sitio, esta vez dos en un tren.
Las dos somos rubias aunque ella es más esbelta, de pechos más pronunciados y ojos marrones. Los míos en cambio son azules.
Todos estaban pendientes de mi reacción, viendo que yo callaba y no decía nada, solo veían mi enrojecimiento, y como mi paquete empezaba a reaccionar a la mano del milico, empezando a abultarse cada vez más.
Al poco rato volví a notar como volvía a meter su mano por dentro de mi slip, acariciándome de nuevo mi culito. Esta vez no dije ni hice nada, solo quedé atento notando como me acariciaba e iba bajándome el slip por detrás, dejándome el culo al aire.
Una noche de viernes, me encontraba en mi cama matrimonial, envuelto en sabanas blancas, descansando, cuando de repente hacia las 6 de la madrugada llama por teléfono mi mejor amiga, Sonia, una chica morena de pelo rizado con un cuerpo de ensueño
Se fue colocando mejor para darme por el culo, mientras empezaba a mover su pelvis, haciéndome que me agarrara fuertemente a sus brazos, sintiendo como me empezaba a follar, manteniéndome recostado sobre la repisa de aquellos lavabos de señora.
Nunca pensé que una visita al gym de rutina se convirtiera en una fantasía sexual hecha realidad, con un chaval de 24 años aproximadamente, guapo, delgado y con una polla enorme.
Este relato es la historia que vivió Miguel García, un lector de mis relatos, el cual me escribió pidiendo si podía escribir sus recuerdos de cuando fue desvirgado, a sus recién cumplidos 20 añitos. Fue en Alicante donde estaba realizando el servicio militar, y fue su capitán quien lo desvirgó, convirtiéndolo luego en su putita.