Un sábado por la mañana entre en una tienda de ropa. Me quería comprar unos pantalones. La chica que me atendía era rubia, alta, estilizada, muy bonita. Me di cuenta enseguida de que me miraba con ojos seductores.
Los costados de mis senos aparecían claros y nítidos, la línea que separaba mis montículos, quedaba desnuda. Me sentía extraña... y excitada… Consulté el reloj, apenas faltaban quince minutos para la hora de la cena. Rápidamente pasé revista: Mis hijos con su abuela, el asado estaba en su punto, el vino perfectamente helado, el postre en su caja de la repostería... todo estaba a punto.
La experiencia que voy a relatar es real y ella desconoce que lo voy a hacer, aunque en alguno de nuestros lujuriosos días la haré participe para disfrute mutuo.
Cuando tenía aproximadamente 18 años la empleada doméstica de mi casa pidió repentinamente su renuncia, pero debido a que nuestra familia siempre la trató muy bien, ella se puso en la tarea de encontrar una sustituta para evitarnos la molestia de buscar y encontrarnos con una desconocida en casa.
Soy Javier, un estudiante de 19 años de Derecho en Madrid. Mi madre es viuda, puesto que mi padre falleció cuando yo solo tenía 7 años. Ella tiene 41 años y es una mujer muy atractiva, se pasa el día cuidándose en salones de estética y siempre va vestida a la última moda más juvenil para su edad. Se llama Sara.
Esta historia que os voy a contar es cierta y me paso hace un año. Yo tengo 21 años, estudio una Ingeniería, mido 1.90, soy castaño y peso 80 Kg. Una de las hermanas de mi madre sigue soltera (porque es de esas que de joven no se llevo muy bien con los tíos, y además es bastante religiosa), y vive con mis abuelos todavía.
Esta es una clase de sandalia muy popular en los países tropicales, y son lucidas tanto por hombres como por mujeres. El materia es hule muy suave lo que hace que puedas masturbarte con ellas, su olor es penetrante parecido al de una pelota de basketball.
En realidad iba a ir mi marido también pero al final le convencí para que no fuese. Así que Richard, mi hermano estaba engañado porque creía que no íbamos a estar los dos solos allí perdidos en el campo.
Producto de el alcohol, es aprovechada por su hermano y lo disfrutó.
Era una chica sencilla, yo tenía una jefatura de laboratorios en una escuela pública, ella era del personal de limpieza, Carolina era su nombre, y su afán era ascender al puesto administrativo siguiente.
El viejo, nada más verme ya me reconoció, esbozando una socarrona sonrisa mostraba sin inmutarse, orgulloso aquella enorme e hinchada verga que poseía.
¿Se puede tener mejor regalo que cinco chicas maravillosas, dispuestas a dejarte seco?
Una madre desesperada por la atracion que su hijo siente por ella, se entrega a el como parte de la terapia.
Todo empezó cuando cerca de mi casa abrieron un videoclub nuevo, lo observe por fuera y decidí entrar, era un videoclub bastante pequeño, independiente, no pertenecía a ninguna cadena de videoclubs como el blockbuster u otros de ese tipo, bueno estaba mirando las películas y los videojuegos
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Así fue como perdí mi inocencia e inicié sexualmente. Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Dios, menudo pedazo de salchicha que se gastaba el muy cabrón, todavía no estaba empalmado de todo y ya tenía una verga mucho más grande y gorda que la mía. Empecé a acariciarla, pudiendo comprobar lo suave y caliente que la tenía. La descapullé y acaricié con mucho mimo a la vez que con la otra mano le iba acariciando los huevos.
Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.