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Relatos eróticos de España
Historias sexuales escritas por autores españoles.

Fiebre sexual

Los costados de mis senos aparecían claros y nítidos, la línea que separaba mis montículos, quedaba desnuda. Me sentía extraña... y excitada… Consulté el reloj, apenas faltaban quince minutos para la hora de la cena. Rápidamente pasé revista: Mis hijos con su abuela, el asado estaba en su punto, el vino perfectamente helado, el postre en su caja de la repostería... todo estaba a punto.

Jugando con mi madre

Soy Javier, un estudiante de 19 años de Derecho en Madrid. Mi madre es viuda, puesto que mi padre falleció cuando yo solo tenía 7 años. Ella tiene 41 años y es una mujer muy atractiva, se pasa el día cuidándose en salones de estética y siempre va vestida a la última moda más juvenil para su edad. Se llama Sara.

Mi tía menuda maravilla

Esta historia que os voy a contar es cierta y me paso hace un año. Yo tengo 21 años, estudio una Ingeniería, mido 1.90, soy castaño y peso 80 Kg. Una de las hermanas de mi madre sigue soltera (porque es de esas que de joven no se llevo muy bien con los tíos, y además es bastante religiosa), y vive con mis abuelos todavía.

En un videoclub

Todo empezó cuando cerca de mi casa abrieron un videoclub nuevo, lo observe por fuera y decidí entrar, era un videoclub bastante pequeño, independiente, no pertenecía a ninguna cadena de videoclubs como el blockbuster u otros de ese tipo, bueno estaba mirando las películas y los videojuegos

Preñado por el sintecho

Dios, menudo pedazo de salchicha que se gastaba el muy cabrón, todavía no estaba empalmado de todo y ya tenía una verga mucho más grande y gorda que la mía. Empecé a acariciarla, pudiendo comprobar lo suave y caliente que la tenía. La descapullé y acaricié con mucho mimo a la vez que con la otra mano le iba acariciando los huevos.