Por fin se le paró de nuevo y me lo metió, estaba tan caliente que no me importo que estuviera pequeño, solo que se vino casi en el instante, mi calentura no bajaba, así que tome uno de los plumones de la oficina y me lo introduje es estaba sorprendido pero tomó otro y me lo introdujo por el ano a lo que yo grite complacida.
Desde hacía varios meses había estado espiando a mi vecino por las ventanas de mi cuarto, cada que lavaba su coche se le escurrían las gotas de sudor por la frente, sus brazos atléticos me mojaban las bragas sólo de pensar en tenerlo en mi propia cama, siempre salía arreglada con ganas de encontrármelo en cualquier lugar.
Cuando de momento sentí que sus labios junto a los míos, yo respondí inmediatamente, ya no dijimos nada no había necesidad de hacerlo, poco a poco nos empezamos a besar mas y mas cachondamente...
Era impresionante ver como solo cuatro hombres, pese a su evidente fortaleza, podían andar tan rápido y sin perder el equilibrio llevando tan singular carga a través de la playa. Al ver a las dos mujeres de pie frente a su comitiva, el anciano hizo una señal al hombre a su espalda.
Ella sacó los pies de entre la ropa y se sacó las bragas, también rojas como la sangre, levantando sus esbeltas piernas adolescentes donde todavía estaban presentes las calcetas blancas, dejándolo ver su vulva apenas cubierta por una tenue vellosidad de color marrón.
En el mes de junio del 86, todavía sin cumplir el primer año de matrimonio con Manuel, yo con 27 años, me encontraba trabajando en mi oficina, cuando mi secretaria me pasa una llamada personal, al parecer de alguien que no hablaba español, que pidió por mí en inglés.
Como saben en esta ciudad, viajar en el metro en las horas llamadas pico (es decir cuando todo mundo entra a trabajar o a la escuela) es un verdadero acto de heroísmo, se viaja apretado, te sacan del tren o simplemente no te dejan subir.
Below y Kane se abalanzaron cada una por un lado y la empezaron a chupar, primero sus pies, luego subieron por las piernas, enseguida por el abdomen, por los brazos, Below le limpio la cara y Kane el cuello, luego fueron al pecho y le comieron un pezón, el clítoris de Bellota estaba a punto de explotar.
Ella percibe su olor, lo siente, es un olor agradable. El desconocido le tapa los ojos con una venda de color negro, la venda tiene su olor. Él la acaricia; ella se asusta y cree que va a ser violada. Pero él lo hace suavemente, sin prisa; le besa levemente el cuello, los labios, los lóbulos de las orejas. Lo hace tan suavemente que Sara llega a sentir un escalofrío.
Anda, tócamela, hazme lo que quieras, me le acerqué, de frente, mido 1.70 de estatura y por supuesto, me sacaba un buen de tamaño, pero acepté, lo abracé y enseguida su arma rozó mi cuerpo; la sentí muy rica, tersa y de muy buen tamaño, le pregunté ¿tienes idea de cuánto te mide?, si, claro, mira, así como está ahora, dormidita, flácida, mide un poco más de 15 centímetros; en plena erección, sólo llega a 22 centímetros, es lo más grande que me crece.
Estaba algo incómodo, pero me inclinaba y lamía desesperado por liberarla de los calzoncillos, luego los bajaba y se los quitaba y yo me metía su gorda tranca en la boca, así inclinado con el pantalón en los muslos y él sobándome el culo mientras tenia su pene en mi boca.
Burbuja acerco su coñito ala boquita de Bombon y esta ni tarda ni peresoza le chupaba el clítoris
El se movía como un loco y gemía y gritaba del placer que estaba disfrutando, yo le acompañaba en sus movimientos muy pegado a sus nalgas para que no se le saliera ya que sus movimientos eran muy violentos y mi verga aunque gruesa y cabezona tendía a escurrirse fuera y era lo que ninguno de los dos deseábamos en ese riquísimo instante de goce inenarrable...
Las niñas estaban en su casa y como siempre en la tarde ven la TV, el profesor tuvo que salir, pero antes dejó una película en la vídeo casetera, era una película para niños o eso es lo que creía, pero el profesor les había dejado una película de lesbianas.
Al paso de los días toda mi ropa interior de niño estaba sucia y tenía que ir a la escuela, por lo que mi tía me instruyó ponerme un calzoncito de mi prima
Mientras buscaba en mi armario pude ver con emoción que mi vecina estaba ahí como todos los días observándome, pero ahora no se molesto en esconderse tras su cortina como antes, por el contrario permaneció de pie frente a su ventana, debo decirles que la distancia entre ambas ventanas no superaba los 4 metros y la ventana de mi cuarto es de piso a techo, así que ella podía observarme desnuda por completo.
Con mano vacilante, Julián comenzó a acariciar el rígido pedazo de Ricardo, estrujándolo, y viendo como la cabeza crecía en tamaño y color, con cada bombeada de su mano. Las caderas de Ricardo comenzaron a girar, empujando su enorme salchicha en el puño de Julián, como dándole coraje para que lo pajeara más y más.
Me voy a tu vergota... mi boca se abre receptora... succiono, saboreo el lubricante natural que abunda en ese momento y como inagotable fuente fluye por toda tu tranca... doy dos o tres chupadas como si de un gigantesco caramelo se tratase y luego empiezo con mi lengua...
Se sonrio y me dijo, de verdad quieres conocer un pene, esa es toda tu curiosidad, le dije que si, me dijo que era una niña muy caliente para mi edad, y ahí fue que de plano me descare y le pedi que me dejara ver y tocar su pene.
Cómo aproveche la oportunidad para emborrachar a mi tía y tener sexo con ella.