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El dulce coño de mi hermanita de 18 años

Volvió a arrodillarse delante de mi pene, introduciéndose en la boca, masturbándome con sus pequeños labios de adolescente. Su movimiento de arriba a abajo me estaba volviendo loco, estaba deseando correrme de nuevo en su boca, quería ver como mi semen desbordaba sus labios y caía por su cuello. Pero esta vez quería que mi hermana disfrutara. "Para para... si sig... si sigues me voy a correr y ho... hoy quiero otra cosa para ti, cariño".

De como me inicie en el sexo con mi hermana y su perro

No presté más atención al asunto pero con el correr de los minutos me di cuenta que el perro buscaba insistentemente a mi hermana olfateando por cualquier parte del cuerpo que le quedara a mano. Al principio interpreté esto como un pedido del perro para salir pero luego me di cuenta que apuntaba su nariz directamente a la vagina de mi hermana aprovechando que ella tenía puesto unos pantalones cortos de jean.