El estudio sigue su camino, ahora habrá ayudas inesperadas.
El estudio progresa adecuadamente e irán entrando más personajes en juego.
María vive una vida anodina, a sus más de cincuenta, encuentra que el sexo y la vida no son como ella creía
Mire a mi novio, y se reía, me intente ir, pero no me dejo, oí al profesor saludándome, y me pidió que no me fuese, al momento le vi levantar ala mujer, era una chica joven de unos 25 o 30 años, iba vestida como yo mas o menos, y se giro siguiendo las ordenes del profesor, tomo la postura que yo había adoptado para recibir los azotes
La ordene que se quitara la blusa- no sería que la fuera a estropear, pues cara me costo y en bragas- bueno, más bien en medio tanga, pues ambos cachetes de su trasero estaban casi al aire- y sujetador blanco, se quedó.
Llevaba ya uno año divorciada y prácticamente, salvo aventuras esporádicas, volcaba todo mi tiempo en el trabajo y en la educación de mis hijos. Soy una mujer atractiva y pretendientes no me han faltado nunca. Mis amigos comentaban que el divorcio me había sentado muy bien, estaba radiante.
Durante la preparación de unas oposiciones un amigo propone a nuestra protagonista que estudien en su casa de campo. Allí, entre juegos ella le propina una paliza en un ring, pero luego se deja azotar con una fusta y le hace una mamada en compensación.
Ser cornudo es todo un arte y un placer para nuestro protagonista que goza con la contemplación de la infidelidad de su esposa y siendo azotado entretanto por otra mujer, esposa del que se folla a la suya...