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Unas vacaciones con su hermano Christian II

Unas vacaciones con su hermano Christian II

III Brandi consiente a su hermano Christian que la folle.

Brandi y Christian se vistieron y se dispusieron a marchar de la playa.

Cuando se habían alejado unos diez metros, Brandi fue de nuevo al encuentro de Mónica, que deseaba darle un pequeño consejo.

Sí, Brandi, quería comentarte lo que a tu hermano le encanta. Y, así, podrás complacerle plenamente.

Dime, Mónica. Yo deseo complacer a mi hermano en todo lo posible.

Mira, Brandi, a tu hermano le encanta correrse en la boca de las chicas y que se traguen toda la leche sin desperdiciar una gota, verlas llenas de leche y que escupan semen por su boca.

Ay, tragarme su semen. No sé si seré capaz sin que me produzca nauseas, pero lo haré si tanto le hace feliz a mi querido hermanito. Gracias, Mónica.

Además tengo que agradecerte que te muestres tan liberal y que, no sólo no te molesta sino que animas a tu novio a que me folle.

Yo quiero que Christian sea feliz. Además a las dos nos une una relación con Christian. Yo soy su novia y tú eres su hermana.

Bueno, Mónica, marcho. Mi querido hermano seguro que está impaciente. ¡ Estoy tan emocionada! ¡Me va a follar mi propio hermano! Brandi y Christian, contentos, entraron en la casa.

Estaban muy ilusionados con la posibilidad de follar por la condición de ser hermanos. Christian sentía mucho afecto y cariño por su hermana.

Su dulce hermana tenía diecisiete años, y, dada la diferencia de diez años de edad, siempre había cuidado de ella.

La había acompañado al colegio, la había ayudado con sus deberes y siempre había tenido una cierta predilección hacia su hermana.

Recordaba la imagen de su hermana hace unos años, incluso no muy lejanos, la imagen de una niña cándida, aplicada y alegre.

Ahora la niña se había convertido en una exuberante jovencita de diecisiete años, dotada de unas curvas enloquecedoras y unas tetas formidables y apetecibles. Era un sueño.

Christian le costaba asimilar que iba a follarse a su dulce hermanita.

Y lo deseaba con todas sus ganas. Brandi, nada más llegar a casa, comenzó a desprenderse de su ropa, sumisa y generosa. Se quitó la camiseta y proporcionó nuevamente a su hermano la contemplación de sus hermosas tetas.

Su hermano miró con ansiedad sus tetas nada más enseñarlas, con una evidente avidez en su mirada. Christian la miraba complacido. Brandi continuó desnudándose y pronto estuvo completamente desnuda frente a su hermano.

Bueno, hermanito, ya estoy desnuda.¡Vaya situación, verdad! Aquí, completamente desnuda delante tuyo, a la espera de que me folles.

Suena tan increíble. Quién me iba a decir a mí que me encontraría en una situación como ésta, desnudándome delante de mi hermanito y dispuesta a ser follada.

Es una pasada. Si mis amigas supieran que estoy dispuesta a que me folle mi propio hermano se quedarían alucinadas.

Aunque, yo creo que si se piensa bien no es nada malo.

Eres mi hermano mayor y siempre te has portado muy bien conmigo, y considero que seria genial para ti poder follarte a tu cariñosa hermanita.

Siempre podrías presumir y alardear de que te follas a tu dulce hermanita. Y yo tan orgullosa.

Eres un encanto, hermanita. Poder follarte es genial. Me pone tan cachondo todo esto, hermanita.

Es todo tan alucinante, verte aquí totalmente desnuda, sobarte las tetas como si fuera normal, frotarte el coño. Estás tan buena, Brandi.

Christian contemplaba el soberbio cuerpo desnudo de su hermana, recreándose y admirando la perfección de sus sugestivas formas.

Le costaba asumir que aquella cachonda hembra, completamente desnuda, era precisamente su pequeña y adorable hermana, que le invitaba a follarla con todo su cariño.

Su hermana Brandi era tan fascinante, su eterna sonrisa tan seductora y sus encantos desnudos tan apetecibles. Deseaba tanto follarse a su propia hermana.

Sabía que era inmoral y vergonzoso. Christian pensaba follarse a su hermana Brandi sin vacilación. Era un sueño convertido en una maravillosa realidad.

Christian, después de recrearse contemplando a su hermana totalmente desnuda durante unos minutos, se deleitó metiéndole mano. Con ambas manos sobó y masajeó las tetas de su hermana, apretándolas, pellizcándolas, agitándolas.

Brandi, sonriente, consentía contenta los magreos de su hermano, deseaba convertir su cuerpo morboso en un bello y sumiso juguete.

Christian quiso entonces acariciar el estupendo culo de su hermana y comenzó a sobarlo con entusiasmo, atrayendo el cuerpo caliente de su hermana contra su cuerpo, emocionándose.

De hecho, sus inquietas manos no dejaban de frotar cada rincón del cuerpo de Brandi, un cuerpo que Brandi se lo ofrecía con todo su cariño de hermana. Christian miró a los ojos de su hermana al mismo tiempo que su mano buscaba su coño en su entrepierna.

Brandi estaba gustosamente abrumada, abordada por el impetuoso deseo de su hermano en sobar su cuerpo desnudo.

Brandi se hallaba agasajada por las acometidas y desvergüenza con la que su adorado hermano se aprovechaba de ella. Sentía las manos de su hermano magreando sus turgentes tetas con total desenvoltura y le encantaba.

Podía notar cómo las manos inquietas de su hermano se movían con destreza a través de cada rincón de su fabuloso cuerpo, sin ningún tipo de decencia.

Vaya, tetas, hermanita. No me cansaría jamás de sobártelas.

Ay, hermanito, qué bien. Me encanta que me metas mano. Sentir ahora tu mano hurgando mi coño es tan maravilloso, hermanito.

Me siento tan emocionada, siento que me encuentro en el mismo paraíso, cómo una auténtica mujer. Y eso que todavía no me has follado.

Después, hermanito, podrás contárselo a tus amigos y presumir que te has follado a tu propia hermanita. Se quedarán boquiabiertos por tu gran suerte, Christian.

¿No te enfurecería que lo comentara a mis amigos, Brandi? Pensarían que mi hermana es una putita.

¡No, que va, hermanito, para nada! Me alegraría de que tus amigos supieran que te follas habitualmente a tu hermana. Estaría muy orgullosa. Seguro estarían celosos porque sus hermanas no creo que sean tan generosas como yo.

Christian se acercó a su hermana. La abrazó con pasión y la besó en los labios. Fue un beso apasionado, largo, donde sus lenguas se unieron con ardor.

Al mismo tiempo Christian apretaba las nalgas de su hermana con fuerza y deseo, apretándolas y amasándolas. Christian sentía como las turgentes tetas de su hermana pugnaban con fuerza contra su pecho.

Sentía el cuerpo de su hermana, el calor que transmitía, y Christian se sentía emocionado. La saliva embriagadora de Brandi se mezclaba con la de su hermano dentro de una pasión desbordante. Christian podía sentir el fuego que ella emanaba.

Ay, hermanito, estoy tan contenta. Sí, bésame en los labios, abrázame con deseo. Quiero que te aproveches de mí.

Te quiero tanto, hermanito. Estoy tan contenta. Es tan maravilloso este momento. Tu novia ya me ha dicho que te encanta correrte en la boca de las chicas. Bueno, yo estoy dispuesta, si quieres.

De veras, hermanita. Espero llenarte la boca de leche y que te tragues hasta la última gota. Antes de follarte, Brandi, nos daremos una ducha juntos.

Será muy excitante ducharnos juntos.

Sí, hermanito, lo que tu desees. Cógeme en brazos, quieres, hermanito, como si yo fuera tu novia. Bueno, supongo que no me dará asco sentir tu semen en mi boca, hermanito. No sé si seré capaz de tragarme tu leche, Christian.

Claro que sí, Brandi. Verás que bien.

Reían divertidos mientras se lavaban mutuamente sus cuerpos. Brandi le encantaba ver cómo su hermano extendía la esponja plena de espuma por todo su cuerpo, por sus tetas y cada rincón de su generoso cuerpo, al mismo tiempo que la sobaba con descaro. Sabía que su hermano trataba de aprovecharse de ella, y le encantaba.

Sintió la mano hábil de su hermano en su entrepierna y cómo hurgaba su coño y refregaba sus labios vaginales.

Brandi se emocionaba al sentir las manos de su hermano hurgando la parte más íntima de su cuerpo.

Ay, hermanito, me estás tocando el coño. ¡Qué bien! Y, luego, me meterás tu gran polla, verdad. ¡Déjame que te enjabone los cojones, me hace gracia ! Estoy tan contenta! Me gusta jugar con tus cojones, hermano, y no dejes de meterme mano, eh. Nos lo estamos pasando fenomenal, verdad que sí. Estoy tan cachonda, hermanito.

Ya lo creo, hermanita.

Christian se alegró al sentir los revoltosos dedos de su hermana golpeando sus cojones, amasándolos y cubriéndolos de jabón.

También se emocionó cuando Brandi comenzó a menear su polla, al sentir la mano derecha de su hermana apretar su polla, transmitiéndole su calor.

¿Te meneo bien la polla, hermanito? La tienes muy dura y resbaladiza por el jabón. ¡Estoy entusiasmada! Aquí, bajo la ducha con mi querido hermanito, y meneándole su gran polla.

Lo haces estupendamente, Brandi.

Ay, Christian, si supieran mamá y papá que vengo a pasar las vacaciones de verano aquí para que se aproveche mi hermano de mi.

Se quedarían trastornados.

Pero yo estoy muy contenta de consentir que te aproveches de mí. Me encuentro tan a gusto. Me encanta que me metas mano, hermanito.

Supongo que mamá y papá se llevarían una gran sorpresa al vernos aquí bajo la ducha desnudos y metiéndonos mano.

Sabes, hermanito, creo que estas vacaciones de verano nos ligará más.

Seremos más que hermanos. No es normal que dos hermanos follen y claro eso nos hará más unidos. Nos unirá una estrecha relación de familia y sexo.

Suena tan bien eso de que me folle mi propio hermanito, Christian. Follada por mi querido hermano.

Me encanta sobar tu cuerpo, Brandi. Es tan suave y delicado. Bueno, hermanita, ¿y si me chuparas la polla? Estoy deseando sentir tu boca mamando mi polla, Brandi. Estoy impaciente por sentir tu boca en mi polla, hermana.

Sí, claro, Christian. Lo que tú desees. Ya sabes, puedes pedirme cualquier fantasía que desees cumplir.

Aunque será la primera vez que me lleve una polla a la boca.

Me encuentro rara ante el hecho de chuparte la polla, hermanito, pero me muero de ganas de sentir tu polla en mi boca, hermanito.

Para mi todo esto es una novedad, sabes. Espero hacerlo bien y chuparte bien la polla.

Brandi, sumisa, se arrodilló en la bañera frente a su hermano. Coqueta tomó la ducha y la dirigió hacia la polla de Christian para limpiarla del jabón.

Christian, expectante, esperaba el mágico momento en que su hermana se llevara la polla a su boca.

Y así fue. Brandi, coqueta y graciosa, capturó la polla de su hermano con su sensual boca y la lamió con cariño.

Su lengua se concentró en la punta de su polla, mojándola con su saliva embriagadora, mientras sus dedos jugaban con sus cojones golpeándolos.

Sus carnosos y rojos labios apretaban su polla con emoción y con todo su cariño y ternura se dedicó a chuparla y tragarla, humedeciéndola con su saliva, besándola con delicadeza.

La sensación de tener la polla de su hermano en su boca, de sentir su palpitación, su vigor, provocaba en Brandi una emoción y un estremecimiento maravilloso en todo su cuerpo.

Ella, cariñosa y sumisa, se entregaba al dulce acontecimiento, con todo el cariño que podía ofrecerle a su hermano.

Christian suspiraba emocionado.

Contemplar a su hermana cómo mamaba su polla, cómo desaparecía dentro de su boca, mientras su hermana Brandi no dejaba de mirarle a los ojos, con una mirada dulce y cálida a la vez.

Su hermana era tan adorable y tan generosa que se esforzaba en conseguir tragarse entera la polla de Christian.

Y Brandi era capaz de hacer desaparecer la polla de su hermano completamente en su boca.

La sentía dura, palpitante, dentro de su boca y la chupaba con fervor, con todas sus fuerzas.

Ansiaba y suspiraba por la polla de su hermano. La volvía loca. La novedad la embargaba por completo y disfrutaba tanto de aquellos momentos mamando la polla de su hermano.

Hermanito, ¿te chupo bien la polla?. Yo pongo todo mi empeño en ello.

Deseo hacerte una buena mamada y ser una buena hermana.

Lo haces estupendamente, Brandi. Eres un encanto, hermanita.

Es tan increíble esta situación, sentir como me chupas la polla, hermanita. Es fantástico. Me siento tan afortunado, Brandi.

Eres una hermana cojonuda y deseo tanto aprovecharme de ti y poder gozar follándote.

Esto es fabuloso, todavía me cuesta creer que mi polla desaparezca dentro de la boca de mi hermana.

Y bueno, ya te digo, lo haces estupendamente. No parece que ésta sea la primera vez que chupes una polla, hermana.

De veras, hermanito, nunca hasta ahora le había chupado la polla a un chico.

Tú eres el primero.

Pues, Brandi, debe ser innato. Pareces una experta chupapollas.

Ay, gracias, hermanito. Me siento halagada, supongo. Bueno, nadie hasta ahora me había dicho algo como eso.

Pues, ya sabes, hermanito. Pienso consentirte todo y puedes abusar de mi. No me importa, en absoluto.

Creo que una buena hermana debería dejar a su hermano propasarse de ella y humillarla.

Creo que me gustaría percibir la sensación de sentirme ultrajada, sentirme simplemente un objeto sexual.

¡De veras, Brandi! No dejas de sorprenderme, hermanita.

¡Es estupendo, verdad, hermanito! Creo que es maravilloso que dos hermanos puedan amarse y aspirar a gozar sexualmente. Creo que nos une más.

Y tanto, Brandi.

Brandi cesó por unos instantes en su entregada dedicación en chupar la polla de su hermano y, apasionadamente, volvió a abrazarse a su hermano, juntando sus cuerpos ávidos de sensaciones, sintiendo el ardor y la intensidad que desprendían.

Christian besaba con emoción los labios de su hermana Brandi, suspiraba por sentir el fuego de sus besos, la electrizante sensación de besar en la boca a su generosa hermana.

Christian, emocionado, frotaba su endurecida polla contra el vientre liso de su hermana, y jubiloso se enardecía al sentir sus grandes tetas ardientes refregándose contra su pecho.

¡Ay, hermanita, me pones tan cachondo! Yo también estoy muy cachonda, hermanito. Y cada vez estoy más convencida de que hago bien y que no es nada malo dejar que abuses de mí. Vale, soy tu propia hermana pero también soy una buena hembra. Soy una mujer.

Eres una hermana fenomenal.

Estoy muy contenta, hermanito. Bésame otra vez en la boca y manoséame toda.

No dejes de meterme mano, por favor. Me encanta sentir tus manos tocándome.

Christian cumplió los obscenos deseos de su hermana y al mismo tiempo guió su mano derecha hacia su coño. Brandi se estremeció al sentir los traviesos dedos de su hermano hurgando su coño, y deseó dejarse llevar por el delirio.

Ay, hermanita, te voy a comer el coño, Brandi.

Sí, hermanito mío, cómeme el chochito.

Brandi, feliz, se sentó sobre el canto de la bañera y separó las piernas brindando a su hermano su apetitoso coño. Christian, divertido, sacó la lengua y se relamió los labios. Brandi sonrió graciosa y coqueta ante el gesto de su hermano.

La lengua insaciable de Christian se movió ávida y lamió los labios vaginales de su hermana Brandi con todo su cariño, al mismo tiempo, que miraba esos labios vaginales tan ocultos habitualmente y en aquellos maravillosos momentos, tan evidentes.

Christian estaba eufórico al ser consciente de que le estaba comiendo el coño a su propia hermana y deseaba alargar el momento.

Le encantaba olfatear su fragancia, besuquearlo, lamerlo.

Pensaba que debía aprovechar aquella oportunidad con toda desfachatez, disfrutar de aquel momento, abusar de la inocencia de su hermana y comerle el coño con frenesí y locura.

Hermanito, me haces tan afortunada.¡Qué bien me comes el coño! Gracias, hermanito, por aprovecharte de mi.

Sé que para ti debe ser un gran esfuerzo satisfacer mis deseos impúdicos y aprovecharte de mí, prescindiendo de que soy tu propia hermana. Intenta olvidarte de que soy tu propia hermana y piensa tan sólo en mi cuerpo de mujer, vale.

Y perdona si por mi degenerada actitud te sientes culpable por abusar de tu hermana.

¡Qué va, hermanita! Estoy encantado de aprovecharme de ti.¡Qué coñito! Está sabrosísimo, y qué bien huele.

¡Qué bueno eres conmigo, hermanito! Estoy tan contenta. Soy todo tuya.

Puedes hacer con mi cuerpo lo que desees.

Terminaron de ducharse. Luego, mutuamente y entre risas, se secaron sus cuerpos ardientes y mojados, al mismo tiempo que no paraban de acariciarse y frotarse.

Christian tomó en sus brazos a su hermana y la llevó a su cama dispuesta a follarla. La pasión que envolvía sus cuerpos iba en aumento.

Abrazados se revolcaban a lo largo de la cama, sin dejar de frotarse y besarse. Brandi volvió a chupar la polla de su hermano.

Adoraba lamerla, mantenerla dentro de su boca mientras sus ojos buscaban con cariño la mirada de su hermano.

Su boca se aferraba a la polla con vehemencia, sentía su dureza y aroma que la embargaba por completo. Quería tener su boca llena de polla y trató de engullir lo máximo que podía.

Sí, hermanita, trágate toda mi polla. ¡Cómetela entera! Eres adorable, Brandi, una hermana ejemplar.

Brandi, sumisa, apartó la polla de su boca y después de darle un cariñoso besito y con total naturalidad y convencimiento, se sentó en la entrepierna de su hermano y permitió que su polla penetrara su coño.

Las miradas de Brandi y Christian se buscaban, deseaban vivir, participar de aquel mágico momento con la mayor intensidad. Christian nunca podía haber soñado con la posibilidad de follarse a su inocentona hermana y un sentimiento de emoción se apoderaba de él.

Estaba entusiasmado al sentir su polla penetrando el coño de su hermana, sentir su polla dentro de su hermana.

Querría prolongar aquel sublime momento durante toda una eternidad. Resultaba tan maravilloso follarse a su propia hermanita.

Su hermana Brandi estaba contenta, sentía un placer inmenso al tener su gran polla dentro de su coño.

Mientras era follada, Brandi sonreía con inocencia a su hermano, y movía sus caderas en armonía, con movimientos rítmicos, mientras sus exuberantes tetas se agitaban con impetuosidad y virulencia, arriba y abajo y a ambos lados bajo la atenta mirada de Christian, que trataba de sujetarlas con sus inquietas manos.

Ay, hermanito. ¡Qué bien! Me estás follando, hermanito. Estoy tan contenta y emocionada, bien follada por mi querido hermanito.

Este momento lo recordaré siempre. ¿Te das cuenta, hermanito? Me estás follando, a tu propia hermanita. Suena tan indecente. Sí, fóllame, fóllame, hermanito.

Folla a tu hermana.

Brandi, estoy tan desconcertado. Esto es increíble, me estoy follando a mi propia hermana. Es alucinante. ¡Y cómo deseo follarte, hermanita! Y yo que me jodas, hermanito. ¡Jódeme, hermanito! Brandi dejó de moverse unos instantes y dejó caer su cuerpo sobre Christian que todavía mantenía su polla incrustada en su coño.

Brandi besuqueó con cariño los labios de su hermano, con ternura y devoción. Adoraba a su hermano por acceder a follarla. Le encantaba sentir la polla de su hermano en su coño.

Ay, hermanito. Soy tan feliz. Permanezcamos unos instantes así, tendidos y abrazados en la cama y con tu gran polla entrando con ternura en mi coño.

Es fenomenal sentir tu polla dentro de mi coño, hermanito. Suena tan indecente y tan hermoso.

Siento tu polla en mi coño, hermano, y me siento muy emocionada. Me resulta tan chocante todo esto, tener tu polla, hermano, dentro de mi coño. Es una sensación tan maravillosa.

Eres una cachonda, Brandi. ¡Qué gusto! Esto es un sueño hecho realidad, follarme a mi querida hermanita pequeña. Suena tan perverso.

Brandi, graciosa, alzó de nuevo su soberbio cuerpo y reinició los movimientos sinuosos de sus caderas.

Su hermano Christian la agarró con furia por su prodigioso culo acompañándola en sus vaivenes, empujando su polla con vehemencia, penetrando su divino coño.

Christian creía estar soñando, sus ojos bien abiertos contemplaban a su dulce hermanita, sonriente, contenta, completamente desnuda, moviendo sus caderas y balanceando sus hermosas tetas.

A Brandi le gustaba sonreír, mostrar su gratitud hacia su hermano, por ser tan bueno con ella y por brindarse a follarla.

Estaba tan contenta que haría cualquier perversión por complacer a su querido hermano. Brandi deseaba ser tan complaciente. Christian, risueño, devolvía la sonrisa y manoseaba sus exuberantes tetas que danzaban frente a él.

Ay, hermanita, creo que voy a correrme. Quiero correrme en tu boquita, Brandi.

Claro, Christian, lo que tú desees. Te quiero tanto, hermanito. Espero que no me dé asco tragarme tu semen, hermanito.

Brandi volvió a chupar la polla de su hermano, con cariño, lamiéndola con adoración, pringándola con su saliva embriagadora, besándola con amor.

Cuando Christian creyó que estaba a punto de correrse se meneó la polla con fervor frente al bonito y angelical rostro de su hermana, que sacaba la lengua ansiosa de recibir tan apetecible néctar. Por fin llegó el momento.

Un gran chorro de esperma se alojó en la lengua de Brandi, que lejos de sentirse aturdida, suspiraba por que su hermano inundara su boca de caliente y espeso semen.

Mientras Christian continuaba salpicando su precioso rostro de semen, pringando sus carnosos y rojos labios de leche calentita, Brandi lo miraba a los ojos, sumisa y totalmente entregada.

La pringosa y abundante leche se derramaba por su barbilla, y Brandi, cariñosa, sacaba su lengua y se relamía la comisura de los labios. Christian, eufórico, apreciaba el lindo y obsceno rostro de su hermana Brandi.

Exhaustos se estiraron sobre la cama, después de gozar de la mejor experiencia de sus vidas.

Había sido la primera vez, pero tanto Brandi como Christian sabían perfectamente que la condición de ser hermanos, lejos de impedir que follaran resultaba un incentivo maravilloso.

Brandi, graciosa, no trató de limpiarse el semen que cubría su bonito rostro, y ofrecía a su hermano su lascivo aspecto.

Ay, hermanito. ¡Qué pasada! Tengo la boca llena de leche. Mira, tengo la lengua pringada de leche. ¡Vaya ducha de leche! Esto es increíble.

No puedo creerme que tenga la boca llena de caliente y espeso semen de mi amado hermanito. Y sabes, me gusta el sabor del semen, es tan pegajoso. Me gusta.

Brandi, jocosa, utilizó sus dedos para demostrar a su hermano la evidencia de sus palabras, al mismo tiempo que chupaba sus dedos con lascivia.

Me encanta el sabor de tu leche, hermanito.

Estoy tan contenta. Me siento tan bien. ¡Qué bien, follada por mi propio hermanito Me siento una guarra y me encanta. Espero que estas vacaciones me folles todas las veces que te venga en gana, eh.

Tu hermanita favorita será muy sumisa y complaciente. ¿Me follarás más veces, verdad, hermanito? Vaya, Brandi, tu comportamiento tan liberal me desconcierta. Eres una buena hermanita. Y por supuesto acepto tu indecente proposición y te follaré cada vez que me apetezca y creo que siempre tendré ganas de follarte, hermanita.

Es una hermosa fantasía convertida en realidad. ¿De veras que no te parece mal que tu propio hermano te folle, Brandi? Claro que no, hermanito. Estoy encantadísima de que me jodas.

Me hace sentir una buena hermana. Christian, tú no te sientas culpable, puedes abusar de mi, no tengas temor a pedirme cualquier guarrada. Yo, encantada, te obedeceré y me someteré a ti dichosa. Me acabas de follar y estoy contentísima, y, ves, no me ha importado en absoluto que te hayas corrido en mi boca. Está bueno tu semen.

Estoy alucinado, hermanita. Eres un encanto. Es una pasada poder follarte, hermanita.

Piensa, hermanito, que cada vez que me folles me sentiré más ligada a ti. Es la mejor manera de sentirnos más unidos, ¿no crees? Christian miró, sonriente, a su dulce hermana Brandi que se mostraba coqueta y mimosa a su lado. Sus labios rojos y carnosos todavía presentaban restos de leche que se esparcían, y su barbilla se hallaba pringada de semen en abundancia. Christian volvió a sobar sus tetas, le encantaba manosear las exuberantes tetas de su hermana, frotarlas con ambas manos, amasarlas, pellizcar sus rosados pezones de fresa, bajo la total sumisión y complacencia de Brandi. Era su hermana y esa circunstancia le ponía muy cachondo.

Me encanta que me metas mano, hermanito. Eso de sentir tus propias manos amasando mis grandes tetas me hace sentir tan especial, tan buena y servicial. ¡Me siento tan bien! Una cosa, hermanito, ¿existe alguna fantasía oculta que tu novia no haya podido satisfacerte como bien te mereces, y que desees verla realidad con todos tus deseos? Pues, no sé, Brandi. Mi novia es una chica muy caliente y dispuesta y ahora no creo recordar ninguna ocasión que Mónica se haya negado a alguna de mis fantasías.

No sé, hermanito, cualquier cosa. ¡Ah, ya sé! ¿Qué te parece, hermanito, follarme el culo? ¿De veras, Brandi, quieres que te folle el culo? Claro, hermanito. Me seduce tanto la idea de sentirme tan humillada y ultrajada, como si fuera una vulgar puta.

Yo, encantado, hermanita. Todo esto es tan alucinante. Me cuesta tanto creerme que me acabo de follar a mi encantadora hermanita, y que está dispuesta a que me la folle cuanto me apetezca estas vacaciones.

Claro que sí, hermanito. No es maravilloso. ¿Estás contento, Christian, de que me comporte como una guarra y me someta a ti? Eres un encanto, Brandi.

Soy tu hermanita preferida. No dejes de meterme mano, quieres. Me encanta sentirme manoseada por todo mi cuerpo serrano, y qué mejor que sea mi querido hermanito quien se aproveche de mi.

IV Brandi confiesa a su hermano que siente adoración por él y su cuerpo.

En aquel momento llegó Mónica a casa, transcurrido el tiempo que estimaba Mónica sería suficiente para que su novio se follara a su hermana en la intimidad de su hogar.

Mónica fue al dormitorio y halló a los dos hermanos, todavía desnudos, en la cama abrazados y dedicándose caricias suaves.

Christian, juguetón, quiso demostrar a su novia la generosidad y candidez demostrada de su cálida hermanita, y sin complejos se puso a amamantar sus grandes tetas.

Ay, hermanito, ¿todavía no has tenido suficiente? Pues, nada, cómeme las tetas. Ay, no dejo de pensar si mamá y papá supieran de esto, me moriría de vergüenza, consintiendo a mi queridito hermano que me folle y abuse de mi.

Ya veo, Christian, que tu hermana Brandi se muestra muy complaciente. Es estupendo, no.

Y tanto, Mónica. Mi hermana es sorprendente. Pensar que me la acabo de follar suena tan indecente. Y lo mejor es que durante estas vacaciones no pienso dejar de follármela. Hay que aprovecharse.

Bueno, Christian, está bien que te folles a tu hermana, pero espero no sentirme desatendida. Soy tu novia, eh.

Claro que no, Mónica. Pienso saciar mis apetitos con las dos.

Bueno, nunca me ha gustado compartir mi novio con otras chicas, pero tú, Brandi, eres distinta.

Tú eres su hermana y tienes tanto derecho o más de que tu hermano te folle. Oye, Brandi, me estoy fijando, y sabes estás buenísima. Tu hermano, ya lo creo que estará contento, no sólo se ha follado a su propia hermana, sino que además lo ha hecho con una hembra prodigiosa.

Vaya tetas, chica. Son estupendas.

Gracia, Mónica. Tú también estás muy bien. Mi hermano tiene una gran suerte con que tú seas su novia.

Bueno, Brandi, la próxima vez que tu hermano te folle quisiera estar presente. Debe ser tan morboso veros follar, siendo hermanos. Hasta me pone cachonda pensar en ello.

Brandi, mimosa y sumisa, se abrazó a su hermano Christian, mostrándole el gran cariño y afecto que sentía por él.

Quería demostrar a Mónica que su hermano Christian provocaba en ella un sentimiento de devoción. Era su hermano y lo deseaba muchísimo.

Brandi recostó su cuerpo sobre él, asentando sus turgentes y voluminosas tetas. Brandi besó a su hermano apasionadamente en los labios, con amor y ternura.

Brandi amaba a su hermano, lo deseaba con emoción.

Su radiante mirada demostraba todo el cariño y pasión que sentía por él, cada vez que sus miradas se encontraban.

Fue un beso largo y apasionado, donde sus húmedas lenguas se unían e intercambiaban su saliva embriagadora.

Al mismo tiempo, la diestra mano de Brandi buscaba la polla de su hermano y la meneaba con cariño, jugueteando con sus cojones.

Christian se sentía eufórico ante el acoso que era sujeto por su encantadora hermana, y la dureza y tamaño de su polla lo evidenciaba.

Ay, hermanito, te quiero tanto, sabes. Eres mi propio hermano y aunque suene chocante, creo que estoy enamorada de ti.

Lo que siento por ti creo que es algo más que lo que normalmente siente una hermana por su hermano. Yo te deseo, hermanito. Deseo tu cuerpo, deseo que me ames, que me folles.

Vaya, Brandi, es estupendo escuchar esas bonitas palabras de ti. Me hace sentir, no sé, muy afortunado.

Tú eres mi querida pequeña hermanita, y ya sabes que siempre he sentido una especial predilección por ti.

Poder follarte, hermanita, me resulta la mejor manera de demostrarnos el cariño que sentimos el uno al otro.

Sí, hermanito. Puedes follarme siempre que te apetezca. Cuando sientas ganas de joderme, me lo pides, y me jodes. Yo, encantada. Te quiero tanto, hermanito. ¿Tú que sientes realmente por mí, hermanito? Me gustaría que me vieras algo más que tu pequeña hermana. Soy toda una mujer.

Claro, Brandi. Me encanta follarte porque mi pequeña y adorable hermanita se ha convertido en una espléndida mujer.

Me siento muy afortunada, hermanito, de poder ofrecerte mi cuerpo. Creo que puede considerarse la clara muestra de mi amor por ti, verdad. Porque yo te amo, hermanito.

¿Sientes lo mismo por mi, hermanito? Claro que sí, hermanita. Bueno, quizás, no sea amor la palabra que mejor defina lo que siento por ti. No sé, tanto como amarte, no, hermanita.

Estás buenísima y eres mi pequeña hermanita, y lo cierto es que me encanta follarte y abusar de ti.

Me siento muy bien, resulta tan morboso follarme a mi dulce hermanita. Es estupendo joderte, hermanita.

Ya resulta increíble tener la posibilidad de verte completamente desnuda y meterte mano, sentir las palmas de mis manos el contacto de tus hermosas tetas, manosearte el culo. Imagínate, lo que he sentido cuando te he follado, hermanita.

Bueno, hermanito, me da igual que no me ames. Yo sí que te amo, y estoy muy contenta de que me folles. Mi cuerpo te pertenece, y puedes hacer con mi cuerpo cuanto se te antoje.

Eres un encanto, Brandi.

Christian quiso agradecer el cariño que le mostraba su hermana, y se arrimó cuanto pudo, apretando su cuerpo contra el de su hermana, de forma lasciva.

Su endurecida y palpitante polla presionaba contra su cuerpo.

Claro que te quiero, tonta. Eres mi hermanita favorita.

Christian quería demostrárselo y besó dulcemente los labios de Brandi, mientras sobaba sus tetas y manoseaba todo el resto de su tórrido y fogoso cuerpo.

Sobre todo le encantaba palpar sus grandes tetas donde sus manos se perdían en su inmensidad. Los ojos de Brandi se iluminaban al sentirse manoseada y sobada por su querido hermano y, juguetona, toqueteaba los cojones de su hermano.

Se abrazaron con pasión desenfrenada, frotando sus cuerpos con ardor y delirio. Deseaban gozar del placer que sus cuerpos calientes podían proporcionar. No existía ningún impedimento que pudiera frenar sus deseos.

El hecho de que fueran hermanos, lejos de impedirlo, añadía el elemento más excitante para continuar con sus escarceos amorosos y prohibidos. Brandi se tumbó sobre su hermano Christian, besándole en la boca con amor.

Mónica, mientras tanto, asistía en silencio, alucinada y perpleja ante la pasión que despertaba en su novio Christian la presencia de su hermana Brandi.

Podía contemplar cómo se besaban, se acariciaban con total naturalidad y frenesí sin reparar en su presencia.

Estaba tan sorprendida del comportamiento tan degenerado de Brandi a la que suponía tan cándida e inocente y en lugar de eso, demostraba su fogosidad y entrega a su hermano.

Bueno, chicos, ya veo que sobro aquí.

Ay, Mónica, perdona. Mi hermana me pone tan cachondo que no puedo dejar de sobarla y besarla.

Es alucinante. Pensar que me la he follado, a mi propia hermana, suena tan indecente y obsceno, pero me encanta.

No puedo dejar de meter mano a mi hermana, de sobar sus voluminosas tetas, su estupendo culo, su apetitoso chocho. Y follarla es increíble.

Claro, hermanito, y a mi me enorgullece que me folles. Gracias, Mónica, por empujar a mi hermano a aprovecharse de mi.

Al principio tenía cierto recelo, claro, no es muy normal que una esté dispuesta a que la folle su propio hermano.

Pero, ahora estoy muy contenta y feliz, y totalmente convencida de que hago muy bien en dejar a mi querido hermano que me folle. Y, bueno, espero que estas vacaciones me folle cada vez que le apetezca.

Espero, Mónica, que no te moleste que Christian me folle. De hecho tu has sido su cómplice.

Claro que no, Brandi. Yo quiero lo mejor para mi novio Christian, y qué mejor que follarse a su propia hermana. No soy nada celosa y sé que también se folla a otras chicas. Es tan guapo y tiene una polla tan hermosa.

Bueno, chicas, creo que este verano será estupendo. Bien, hermanita, tú dormirás con nosotros, en nuestra cama. Será fantástico acostarme con mis dos chicas favoritas.

Mónica, trae mi cámara, por favor. Me gustaría que nos hicieras unas fotos aquí en la cama con mi hermano, vale.

Mónica trajo en seguida la cámara de fotos, y animada se se volcó en lanzar fotos sobre la pareja en actitudes divertidas y obscenas.

Tanto Christian como su hermana Brandi miraban a la cámara, sonrientes y juguetones, sin dejar de acariciarse y manosearse. Brandi quería una foto chupando la polla de su hermano y mirando a la cámara al mismo tiempo.

Y también deseaba disponer de fotografías mientras la polla de su querido hermano penetraba su coño, y con una cándida y sincera sonrisa.

Aquellas semanas de vacaciones junto a su hermano Christian y su novia Mónica se convertirían en un hermoso recuerdo para Brandi. Follar con su hermano fue lo más maravilloso que le había sucedido en la vida, y la sensación de ser follada por su hermano se convirtió en un ritual aquellas vacaciones.

Christian era insaciable y siempre ardía de deseo por joderse a su hermana. Incluso Mónica, la novia de Christian se mostraba comprensiva y entendía que prefiriera a su hermana, comprendía que su novio deseara follarse a su hermana y sentir maravillosas sensaciones. Brandi no recordaba las veces que su hermano la había follado, y le encantaba tanto.

Lamentablemente los días pasaban y las vacaciones llegaron a su fin y con ello la vuelta a casa.

Brandi lamentaba separarse de su querido hermano al que adoraba por ser tan amable con ella.

Christian la consolaba y la aseguraba que aquellas vacaciones se repetirían cada año y que procuraría visitarla a la menor ocasión posible.

De todas maneras Brandi pudo llevarse un bonito recuerdo de los días pasados junto a su hermano, materializados en numerosas fotos y cintas de videos donde podría rememorar las veces que su hermano la follaba.

Le encantaba ver aquellas fotos donde aparecía siempre desnuda junto a su hermano, en sus brazos, comiéndole su gran polla o follándola.

Era un bonito recuerdo. Sobre todo le encantaba una foto donde se hallaba sonriente y con la boca llena de semen, después de que su hermano se hubiera corrido en su cara.

No obstante el dinámico trabajo de Christian le obligaba a viajar continuamente y fueron pasando varios años sin tener noticias de su hermano.

Le echaba de menos.

El cariño que sentía por su hermano era muy profundo y deseaba volver a verle, sentir su polla en su boca, en su coño, deseaba volver a ser follada por su hermano.

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