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Se me tiró mi tía Sylvia I

Se me tiró mi tía Sylvia

Paso los veranos en casa de mis tíos.

Tienen el 60 años y ella, Sylvia 36, no tienen hijos y viven solos en la granja con sus perros y sus caballos.

Mi tío normalmente pasa todo el día en el campo y yo aprovecho para descansar y dormir hasta muy tarde.

Cuando bajo, mi tía Sylvia suele estar en la cocina o fregando los baños o dando de comer a los animales y lustrándolos con cepillos gruesos.

Sylvia tiene un culo grande pero lo que mas resalta de ella son sus tetas, yo he oído a los hombres del pueblo en la tasca hablar de Sylvia la tetona y tienen en el baño un par de fotos de mi tía tomadas desde lejos pero donde se la ve en una agachada limpiando a uno de los caballos en la tripa, pero por la postura ellos dicen que le esta mamando la polla al caballo y tiene la falda medio levantada por el viento por lo que se la ve parte de las bragas blancas.

La otra foto se la ve en camisón abriendo la ventana de su habitación y se le marcan los pezones oscuros a través de la tela y el canal de las tetas en el escote.

Por lo visto los tíos del pueblo se la machacan con estas fotos que consideran patrimonio del pueblo, incluso el cura no dice nada y por lo visto pasa bastante tiempo en el baño.

Mi tío sabe que tienen esas fotos pero no le da mas importancia y le hace sentirse envidiado por tener una esposa tan guapa y sexi como mi tía Sylvia.

En una de esas añanas me asome a la ventana y vi venir al cura, don Fernando al encuentro de mi tía.

Estaban debajo de la ventana y pude oír toda la conversación.

El le recriminaba que se hubiera dejado sacar esas fotos obscenas que servían de lujuria para el pueblo y mi tía decia que ella no había echo nada y que de todas formas qué podía ella hacer.

Don Fernando dijo que era un escandalo ya que todos iban al baño a pajearse con sus tetorras y que tenían la pared del baño llena de semen seco por su culpa y al ser suya la culpa debía ir al menos a limpiarlo.

Ella dijo que no podía hacer eso y que como sabia que esas fotos estaban allí.

El cura la dijo que porque las había visto y que comprendía lo mucho que podían poner cachondos a los hombres, a todo esto en la sotana se el notaba un bulto enorme.

Mi tía Sylvia le pregunto que no creía nada y si era verdad le dijera como eran las fotos.

Estaba con una chaqueta de lana azul sobre su camisón blanco, el cura le dijo esta bien te diré como son las fotos; date la vuelta ella se volteo y el la levanto la falda hasta la cintura dejando ver todas sus bragas y le dijo que en la foto se la estaba mamando como una guarra al caballo y que se le veía el culo al aire, por lo que tiro de las bragas abajo y se las dejo en los tobillos, allí estaba mi tía Sylvia espatarrada y con el culo al aire, dejando que el cura la tocara el coño mientras la decia: y en la foto se ve que tienes esto (le tocaba el chocho) muy mojado. Luego la levanto y la dio la vuelta y la dijo: y la otra que mas pajas provoca, pendón, es una en que estas en la ventana de tu picadero (le quito la chaqueta) y solo llevas el camisón, pero tienes las dos tetorras fuera (y se las saco por el escote) , nunca le había visto los melones a Sylvia pero eran enormes, dos globos impresionantes que el cura sobaba, con dos pezones gordos oscuros con areolas enormes, unas tetas impresionantes, espectaculares, rebosantes, duras pese a su edad, firmes rotundas pero tan gordas que se bamboleaban a un lado y a otro, una pasada, ni siquiera su hermana mii madre tiene unas tetazas tan tiesas.

A esto el cura la estaba magreando a base de bien sobándola los pezones y ahí me di cuenta de que estaban jugando a algo que hacían a menudo.

Ella se arrodillo y le pidió perdón por poner cachondos a los tíos del pueblo y que que podía hacer para remediarlo, el cura se levanto la sotana y ella se puso a mamársela arrodillada frente a el.

Cuando termino en su boca el se marcho y mi tía se levanto, pero al hacerlo me pillo asomado y no dijo nada.

Por la tarde, mientras mi tío dormía la siesta se acerco a mi alcoba y me dijo que si le ayudaba a limpiar los caballos y nos fuimos al establo, yo empalmado.

Cogió la manguera y se puso a mojar a los caballos pero de cuando en cuando se salpicaba así misma mojándose el camisón hasta quedar empapada de arriba abajo.

Se le trasparentaba todo, los pelos negros del coño, y sus enormes melones.

En esto me dijo: huy como me he puesto, mejor será que me desnude no vaya a pillar una pulmonía y se saco el camisón quedando en pelota picada delante mía que estaba empalmado como un burro.

Ella lo vio y me dijo ¿no te incomodo, verdad? Le dije que no.

Se puso a frotar al caballo en el vientre acariciándole los huevos y la polla con su mano y era una escena super cachonda ya que sus melones colgaban de tan gordos.

Me decia: y dicen en el pueblo que soy tan guarra que se le he mamado al caballo, que barbaridad, si es una polla enorme, no me cabe en la boca y me miraba cachonda.

Se había arrodillado delante del caballo frente a la pollona del animal que asomaba gorda y dura y se la pajeaba sensualmente, mientras yo la miraba embobado y ella me decia: ¿tu que crees, que soy capaz de chupársela a un caballo? Y le dije, bueno eso seria tan imposible como que se la chuparas, no se, a un cura por ejemplo, y ella me miro sonriendo y dijo, es cierto, además fíjate cariño, no me cabe en la boca y se la metió hasta el fondo, tenia la boca llena solo del capullo del caballo.

Se puso a chuparla comiéndole el glande, chupándole el tronco mientras la acariciaba la polla y los huevos con las dos manos así hasta que el caballo soltó varios chorros de esperma que la dejaron toda sucia, la cara y el pelo.

Se levanto con las tetorras llenas de crema del caballo con la cara mas puta que había visto nunca ¿ves como no he sido capaz? Solo puedo meterme la punta de su pollona en la boca, eso no es mamarla.

Y le dije, ya solo que los del pueblo deben ser unos cachondos y seguro que si te hubieran visto intentándolo pensarían que eres la mas zorra de la región.

¿Crees que tengo pinta de zorra? Que pensara tu madre, mi hermana y le dije, no te preocupes, mama también tiene unas etas muy putas, pero no tanto como las tuyas y supongo que mama será tan puta como para intentar mamársela a un caballo, ya que le encanta chupar vergas.

Ah si, y como lo sabes, te la chupa a ti, ¿claro a diario, quiere que este bien preparado.

A pues entonces no debemos perder tiempo, me atrajo hacia si y empezó a chuparme la polla como nunca antes me habían mamado.

La cogí la cabeza y la folle a lo bestia, metiéndole la polla hasta la garganta, mi tía Sylvia tragaba y chupaba golosa, como una puta. La di la vuelta y se la endiñe por el culo de un empellón.

La culee hasta volverme loco, luego le di la vuelta y me corrí en su cara mientras la sobaba los melonazos.

Se los estrujaba con ganas, pellizcándole los pezones, amasándole los globos agarrándoselas desde atrás sopesando cada teta mientras ella divertida decia, sigue sigue mi niño.

Al día siguiente volvió el cura y empezaron el mismo juego. Yo seguí observando, en eso mi tía se lo llevo dentro al cuarto de baño.

El cura la había sacado los melones fuera a Sylvia y se frotaba la pija mientras mi tía dejaba la puerta abierta.

Me acerque y vi como se desnudaba y agachada le mamaba la polla.

Don Fernando estaba con los ojos cerrados y mi tía le dijo si estaba seguro de que el ser tan puta como ella se curaba a base de pollas y el le dijo que si, que cuantas mas raciones de rabo tuviera, mejor, y se le quitaría la calentura y el pendoneo, pues si es a base de pollas podemos usar la de mi sobrino y me hizo pasar.

Yo estaba pajeándome y cuando el cura me vio entrar se quedo helado.

Sylvia me dijo, venga cariño, aprovecha y mientras se la chupo al cura méteme ese pedazo de polla por el culo como me gusta.

Y ahí estuvimos mano a mano, el cura en la boca y yo dándola a Sylvia por el culo, luego cambiamos y finalmente nos corrimos los dos en su cara de puta llenándola de crema caliente que trago y chupo con ganas.

El cura la saco una foto con las tetorras al aire la cara llena de esperma y con mi polla morcillona en la boca, foto que a las tres horas ya estaba en la tasca del pueblo, donde la fama de Sylvia la tetonas seguía creciendo.

Continúa la serie Se me tiró mi tía Sylvia II >>

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