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Victoria IV – Final

Serie: Victoria

Victoria IV – Final

Se habían acabado las vacaciones y mamá y yo ya estábamos de nuevo en casa, en Barcelona, en nuestro piso del centro, un ático precioso de grandes vistas sobre la ciudad condal, nuestras vidas habían cambiado mucho desde este verano, mi madre y yo éramos amantes de primera, nos hacíamos gozar de una forma impresionante y habíamos descubierto el uno en el otro la satisfacción sexual mas grande de todas, por supuesto con esa excitación que produce el morbo de hacérselo con su propia madre o su propio hijo.

Mamá va por casa sin bragas, no se las pone, a no ser que salga a la calle, pero en el momento de entrar por la puerta de casa se las quita, así estamos listos para cualquier ataque de lujuria que nos entre en cualquier momento.

Follamos cada día, y a mi madre le encanta sobre todo que se la meta por el culo, le encanta sentirse empalada por el trasero, hemos tomado por costumbre que casi cada tarde nos regalemos con una sodomización, y no es rara la tarde, como antes he dicho, que no le levante las faldas a mi madre y empiece una lenta y pausada introducción de uno de mis dedos en su ano, para después dejar paso a mi polla, hasta que me corro dentro de ella y el piso se llena de voces de mi madre gozando.

Reconozco que nos asusta que los vecinos se enteren de algo, pero vamos con el cuidado necesario para que esto no suceda.

Yo me puedo pasar una película entera mientras le chupo las tetas a mi madre, nos acomodamos en el sofá viendo la tele y como el que no quiere la cosa comienzo a mamarle los pezones hasta que se los pongo bien grandes, debo señalar que desde que realizo este ejercicio a mi madre le han crecido los pezones, no sé sí será debido al ejercicio que los tengo sometidos o que de tanta excitación al final acaban por agrandarse y tener un tamaño mas grande del que tenían, últimamente se le pueden poner de gordos y de grandes como la primera falange de uno de mis dedos de la mano, a mi polla le pasa algo parecido y al clítoris de mamá también, creo que nuestras zonas erógenas han aumentado de tamaño, es posible que debido a tanto ejercicio y estimulación, eso se lo dejo para quién conozca el tema y sí sabe algo que me mande un e-mail, muchas gracias.

Una mañana mamá vino muy contenta de la compra, traía algo escondido en un pequeño paquete y me dijo que era para mí, que era una sorpresa pero que quién mas la iba a disfrutar era ella, yo la disfrutaría pero viendo como lo disfrutaba ella misma.

Al principio pensé que sería algún juguete sexual, un vibrador o algo así, pero cuando saco lo que vi, no supo que decirle, me quedé a cuadros.

-¡!Mira Eduardo que he comprado, una cosa para que te la pongas en la polla!!-¿¿para que me la ponga en la polla, mamá, pero eso que es??- en verdad no era mas que un trozo de tela, una especie de terciopelo, de un tejido un poco áspero. -¡!que quieres que me ponga en la polla, mamá, explícate que no lo entiendo!!- ¡!mira Eduardo, te explicaré, te acuerdas este verano cuando me montó el perro aquel, te acuerdas que te dije que tenía una polla muy gorda que casi parecía reventarme el coño y que al principio la notaba muy áspera??!!-

¡!Si mamá, lo recuerdo, recuerdo como gritabas de gusto y como te corrías mientras el perro te montaba con aquella furia!!- diciéndole esto comencé a manosearle las tetas a mi madre y a pasarle las manos por el culo, por encima del tejano, mi madre se reía y me apartaba las manos, -¡!espérate hijo, espérate que te explique, te lo explico y después haces conmigo lo que quieras, pero primero escucha!!- mi madre se sentó en el sofá y yo fui detrás de ella, nos sentamos uno al lado del otro y mamá me preguntó,-¡!Eduardo, cuando follé con el perro, tenía cara de placer, quiero decir, que sí alguna vez me habías visto así o no??!!-¡! Mamá, la única vez que te había visto esa cara fue cuando te la di por el culo y estábamos delante de un espejo, creo que era la segunda vez que follábamos por el culo, y esa cara que tenías cuando el perro empezó a sacarla y meterla con fuerza y cada vez mas deprisa nunca te la había visto, además gritabas que incluso llegué a asustarme, estabas como loca!!!-¡!pues hijo mío, esto será una funda que te pondré en esta polla preciosa para así hacerla mas gorda y que se parezca a la del perro, te haré como una especia de condón pero que solo te cubra el tronco de esta cosota tan maravillosa que tiene mi niño!!!-

y diciendo esto mi madre me echó mano al paquete y comenzó a moverme la polla por encima del calzoncillo, -¡!entonces mamá, te gustó que te follara aquel perro??, te lo tenías muy callado ehh???!!- y comencé a reírme en voz alta, mamá se puso colorada y se tapo la cara con las manos por unos instantes, -¡!calla, cállate!!- me decía después riendo,-¡!que estas convirtiendo a tu madre en una viciosa, pues claro que me gustó que aquel animal me follara, tu sabes lo que sentí cuando aquel perraco me bombeaba con aquella rabia, creí que me volvería loca de gusto, pero sí no dejaba de correrme Eduardo y tu lo vistes mejor que yo, que se me caía hasta la baba sin darme cuenta!!- ¡!mamá se te cae la baba cada vez que te la meto por el culo, abres la boca y te cuelga un hilillo de saliva que te llega a las tetas, cuando estas con el culo en pompa y te la doy con fuerza las babas se balancean de un lado para otro, sí eres una cachondona mamá!!- mi madre no dejaba de ponerse roja y de reírse con cierta vergüenza.

-¡!pero tu te crees que eso se lo puedes decir a tu madre??, esas son maneras de hablarte a tu madre???!!- me decía mamá, ¡!bueno Eduardo, pues quiero que te pongas esto cuando lo arregle y me follaras con esto puesto, quiero que me veas como aquel día y quiero sentir como el coño se me rompe, pero no mientras me folla un perro, sino mientras me follas tu, mi vida!!- mi madre me decía aquello mientras me acariciaba el paquete, nos miramos y nos reímos, -¡!pero tendremos que irnos a un hotel, no quiero empezar a gritar y que nos oigan los vecinos, nos iremos a un hotel, aunque sea un hotel caro y una suite de esas grandes!!!-

¡!vale mamá, lo que tu digas, pero cuando me ponga ese pelo alrededor de mi polla, vas a olvidar que soy tu hijo, no vas a saber sí soy un perro o un hombre o un caballo, porque te pienso follar con unas ansías que te vas a correr como ninguna mujer se ha corrido aún!!- mi madre empezó a reírse y me dijo, -¡!este es mi hijo, mi Eduardo, que machote tengo en casa, anda que el tiempo que hemos desperdiciado cariño, sí lo llego a saber antes me hubieses estado dando caña pero desde hace mucho tiempo, mi niño!!!-

Aquella misma tarde vi como mi madre, sentada en el sofá del comedor de casa, limpiaba aquella tela que supuestamente iba a proporcionarle mucho placer, al cabo de un rato mi madre me llamó y me acerqué hasta ella, -¡!dime mamá!!- ¡!cariño sácate la polla que te pruebe esto!!- ni corto ni perezoso me bajé los pantalones del pijama que llevaba puestos y acerqué mi polla flácida a la cara de mi madre, que seguía sentada mientras yo estaba de pie, -¡!pero cariño, hijo, así no, tienes que tenerla bien dura, como voy a saber las medidas que tengo que coser con la pichilla pequeña!!- ¿¿y que quieres mamá, que mamá la sacuda aquí mismo, delante de ti??quieres que me haga una paja ante tus ojos??, yo prefiero que me la toques tu, que me la pongas bien grande como tu solo sabes ponérmela!!.

Mi madre me miró fijamente a los ojos y esbozó una sonrisa maliciosa, -¡!claro que si cariño, yo misma te la pongo dura ahora mismo, sabes el placer que siento cuando veo que con solo tocarte un poco te pongo la polla así de grandota, es un piropo que me haces con tu cuerpo sin que lo sepas, tu polla me saluda cada vez que se levanta ante mi, Eduardo!!-¡! Lo sé, mamá, y tanto que te saluda!!- Mamá dejó las cosas de la costura a un lado del sofá y comenzó a tocarme la polla con la única sabiduría que ella conoce, primero empezó a tocármela cálidamente y poco a poco, bajando mi prepucio arriba y abajo, para entonces mi rabo ya estaba tomando dimensiones fuertes, estaba medio morcillona, de esas veces que la polla se te tuerce hacia un lado y esta a medio levantar, entonces mi madre me agarró los cachetes del culo, levantó su culo y se sentó en la punta del sofá, tomando posiciones mas altas respecto a mi, y sin manos, ya que las tenía agarradas a mi trasero, comenzó a chupar la polla, la buscaba con la boca y la soltaba después de meterle algunos chupetones fortísimos en la punta del capullo, mi polla estaba levantándose ya con el poder correspondiente, mamá dejó de sujetarme el culo y entonces me agarró el cipote, tiró de el hacia la base sacando y forzando todo lo posible mi erección, se me notaban las venas una barbaridad, entonces agarró mis huevos con una sola mano y cerro los dedos al comienzo de la bolsa que guarda los testículos y tiró hacia debajo de ella, realizando un movimiento de palanca que hizo que mi polla se levantara aún mas, se llevó un dedo a la boca y lo chupó después lo dirigió hacia mi ano y riéndose me dijo, -¡!ahora me toca a mi disfrutar de tu culito, cariño!!- y me metió un dedo en el culo, tengo que reconocer que al principio no me entusiasmó la idea y que al principio incluso me molestaba ya que no lograba entrar, pero después la sensación me gustó y mi polla se endureció aún mas de lo que estaba.

Con mi polla bien erecta, mamá comenzó a pegarle chupetones en la punta, me lamía todo el cilindro de arriba abajo, se detenía con entusiasmo en el capullo que sobresalía muchísimo, -¡!cariño, parece que tienes plantada una enorme seta en la punta, que glande mas grandote, que barbaridad, parece que cada día la tienes mas grande, mi vida!!- ¡!es verdad mamá, yo nunca me la había visto así de grande!!- y la cosa no es broma, creo que la polla me mide algo mas de uno o dos centímetros desde que follo con mi madre y desde que ella se cuida de ella. Entonces mi madre comenzó a succionarme la punta del glande, como sí fuese un helado, lo succionaba ruidosamente, se detenía en el agujerito por donde los hombres meamos y eyaculamos e intentaba extraer lo que hubiese dentro con auténtica maestría, como sí estuviese chupando la cabeza de una gamba, pues así mas o menos, para que os hagáis una idea, yo estaba que me moría de placer,

-¡!ohhhhh mamá, que bien me la chupas ¡!!- ¿¿te gusta lo que te hace mamá en la polla, mi niño????- nos decíamos entre risas y miradas que invitaban al incesto mas salvaje.

Estaba ya totalmente tiesa, entonces mi madre cogió la áspera tela y abrigó toda mi polla con ella, se me veía demasiado gorda, mas gorda que la del perro incluso, además, era molesto, tener la polla encerrada de aquella manera, imaginaos, era como ponerte un condón de terciopelo, solo que no cubría la polla por entero, solo el tronco, dejando el glande al aire, -¡!mamá, quieres que lo hagamos con esto??- le dije yo a mi madre, -¡!no cariño, me estoy dando cuenta de que esto va a ser muy incómodo para ti y es posible que incluso no puedas ni metermela, es muy probable que se te escurra esto dentro de mi y me lo dejes dentro!!- me respondió mi madre.

-¡!y sí me hicieras unos anillos alrededor de la polla con este pelo??, un par de anillos no muy grandes, así los notarás y se parecerá en algo al bulto que tenía el perro en medio de la polla!!- le dije mientras mi madre me quitaba la gorda tela de encima, -¡!a que te refieres??,a que te haga esto pero cortito??, unos anillos que hagan parecer que tienes una polla de perro, con ese bulto en el centro??, pues no estaría mal la idea, vamos a intentarlo!!-. Mi madre midió la tela con mi polla y comenzó a cortar los trozos de tela áspera, hizo como dos anillos, y me los colocó en la polla, bien exhibida ante nuestros ojos, la verdad es que parecía una polla alienígena.

-¡!UFFFFF, menuda polla que se gasta mi Eduardo, vaya pedazo de polla que tienes hijo, estoy pensando en levantarme la falda y que aquí mismo me hagas un honor, vida mía ¡!- me dijo mi madre riendo. Y era verdad, mi polla estaba enorme, adornada con aquellos anillos de pelo, parecía algo bárbaro, yo tengo un glande enorme, que sobresale mucho del resto de la polla, el borde de mi capullo se curva hacía arriba ensanchándolo aún mas, pues imaginaos sí tras dicho borde, sí tras dicho el límite me pongo un anillo alrededor de la polla de un pelo aterciopelado de una longitud de un dedo y medio mas o menos y de un espesor que se aproxima al grosor de mi dedo meñique, y un poco mas abajo me coloco otro anillo de iguales dimensiones, pero este un poco mas ancho. Mi polla describía relieves de imaginación sobre su superficie, todas mis venas marcadas al mil por cien, el pelo aterciopelado cubriéndome parte de mi falo y mi glande brillando tras los chupetones de la tetona de mi madre, mamá gritaba de júbilo y alegría al verme la polla así, -¡!si, si, si, vaya cosota que mi niño me va a meter en el coñito de mamá, ehh???-

Eran las seis de la tarde mas o menos, y por supuesto no nos esperamos para ir a ningún hotel, tras ponerme los anillos, mi madre tenía los ojos como encendidos ante la visión de mi enorme polla, se levantó la falda y yo mismo le quité la estrecha camiseta, sus tetas cayeron a plomo por efecto de la gravedad y yo me apresuré a tocárselas y a manoseárselas, -¡!vaya con mi Eduardo, que no pierde ocasión de meterle mano a su madre, como me sobas las tetas hijo, no me extraña que las tenga como las tengo, no paras de manoseármelas todo el día, no las dejas descansar, están siempre excitadas, granujilla!!!- yo me recreaba tocándole las tetas a mi madre, se las chupaba con frenesí, le besaba las pecas que lucía en su maravilloso y amplío escote, y los pezones, joder con sus pezones, no tengo palabras para describir sus pezones, son los mejores pezones del mundo, mi madre se tumbó en el sofá y se abrió de piernas, yo me metí dentro entre ellas y mi madre las volvió a cerrar a la altura de mis riñones, pegando su cuerpo al mío todo lo posible, mi polla estaba descansando sobre su vientre, pero al pasar la mano por el coño de mi madre noté que lo tenía bastante mojado, así que sin mas preámbulos puse mi glande en la entrada y comencé a empujar lentamente, mi madre nada mas notar que le estaba entrando lazó un gemido que sonó por todo el piso, mi glande entró y cuando el anillo atravesaba la puerta vaginal de mi madre noté como una pequeña resistencia, pero también entró porque ella misma, mamá, acentuó con su cintura un movimiento que hizo que mi polla se clavara dentro de ella de un solo golpe.

Sí recordáis como se puso mi madre mientras se la follaba el perro, pues ahora era lo mismo, no voy a explayarme describiendo como mi madre disfrutaba en aquel polvo sobre el sofá, solo sé que nunca había visto a mi madre así, se pone loca cuando me la follo por el culo, pero esto era distinto, se movía con lujuria, al mismo compás nos arremetíamos bestiales empujes uno contra el otro, las tetas de mi madre bailaban sobre ella y caían hacia los lados, eran como dos flanes que yo no dejaba de chupar y lamer, su cintura me propinaba unos viajes fortísimos y su culo se levantaba para no perder el ritmo de la follada, mi madre gemía y gritaba de placer como lo hacía en el pajar, me daba miedo y corte que se nos oyera desde fuera del piso y seguramente se nos oía, porque esto no era normal,

-¡!AHHHHH ….OOOHHHHH…AAAHHYYYY.. SIIIIII…AY

.AY…AY…AAAAYYYYYYYYYYYYYYY…HIJO

MÍOOOOOOOOOOO…SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEE….FOLLAMEEEEEEEEEEEEEE…MI

NIÑOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO…OOHHHHHHHHHHHH..AAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ,

AAAAHHHH AY AY AY AY AY AY AYHHHHAH AH AH AH AH AH AH AH AH AH AH AH AH AH AH AH

AH A!!!!!- Mi madre se corrió con los ojos en blanco y metiéndome terribles espasmos, manchamos la tapicería del sofá de nuestros fluidos, mi madre es un manantial de líquidos cuando se pone cachonda, yo me corrí gritando y esta vez lo hice también dentro de ella, cuando me entraron los espasmos de la eyaculación me metí todo lo mas adentro posible de mi madre y allí me vacié gritando mientras mi madre cerraba sus músculos vaginales y estrangulaba mi polla dentro de ella, haciendo que soltara todo el semen que guardaba en mis huevos. Mamá es una verdadera maestra ordeñando mi polla con los músculos de su coño, sabe cerrarlos en el momento preciso y me saca lo que creo que ni tengo.

Nos quedamos tumbados, uno sobre el otro, sudando como animales tras la, bestial follada, -¡!hijo mío, no se que me das, pero me matas de gusto, esto tuyo no es normal, me vuelves loca, mi vida, pero loca de verdad!!- ¡!tu también me vuelves loco mamá, me pones a cien, me encanta follar contigo mamá!!- ¡!a mi también me encanta follar contigo, hijo mío, follar contigo es lo mas maravilloso que ha podido pasarme en la vida, mi cielo!!!-

Desde aquel día follamos un par de veces a la semana con los anillos de pelo alrededor de mi polla, según dice mi madre esos pelos le rozan el clítoris muy intensamente y casi siempre a la quinta o sexta sacudida mi madre ya empiece a correrse.

Podía contaros mil cosas de lo que hacemos mi madre y yo, ahora mamá tiene el coño totalmente depilado a petición mía, tiene un conejito precioso, hace unos meses se lo tiñó de color rojo, se depiló los lados para que el tinte no le tocara las zonas mas sensibles y dejó solo el vello púbico mas exterior, el que se encuentra sobre el Monte de Venus, también se lo tiñó de color anaranjado y de rubio, a mi madre los pezones no le paran de crecer, tiene pensado ir incluso al médico, aunque las razones supongo que ya las sabemos, pero bueno…nos da morbo saber que nos puede decir un especialista. Hemos follado hasta el lugares públicos, le he llegado a meter mano en el metro en hora punta le metí la mano por debajo de la falda y aparté las bragas hacía un lado, al final conseguí meterle dos dedos dentro del coño y uno dentro del culo, se tuvo que contener y morderse los labios porque se estaba corriendo mientras me agarraba con fuerza, y una vez mamá me hizo una mamada impresionante viendo una película en un cine muy céntrico de la ciudad y en mas de una ocasión mi madre estaba hablando con una vecina por la ventana de cualquier dormitorio mientras yo le comía el coño, agachado sin que nadie me viera, otro día se la metí por el culo mientras tendía la ropa en el balcón, todo esto muy disimuladamente.

Nosotros follamos en cualquier parte del piso, en el cuarto de baño, en la cocina o en la ducha, sobre las sillas del comedor o en el sofá, hasta nos hemos ido en mas de una ocasión a un picadero donde las parejas van a follar en coche y allí nosotros nos hemos puesto a follar sin ningún tipo de perjuicios, sabiendo que es posible que el coche que esté a nuestro lado nos esté viendo, en una ocasión encendí la luz del interior del coche y cuando nos dimos cuenta había una pareja de novios mirando a través del cristal de su propio coche hacía el nuestro, y es que por lo visto, se quedaron alucinados al verle las tetas a mamá mientras esta votaba sobre mi a todo ritmo, parecía una amazona cabalgando sobre mi mástil tieso.

De nuestro primer encuentro en el pajar ya han pasado varios meses, porque esto pasó en el verano del 2000 y mi madre está mucho más hermosa que entonces, mas bella y nos cuidamos mucho, estéticamente hablando. Cuando mamá camina por la calle, es inevitable que muchos hombres se den la vuelta para verle el culo perfecto que tiene, cuando antes de cruzarse con ella no han apartado la vista de su pecho, incluso alguna mujer ha llegado a piropearla por la calle en alguna ocasión.

A los dos nos encanta el sexo, y nos va mucho el sexo anal, a mi madre le vuelve loca y como ya he dicho al principio de esta cuarta entrega de mi historia verídica, casi cada tarde hago que mi madre se corra mientras le bombeo el ano con mi polla. Su culo es una pasada, estrechito y apretadito, me vuelve loco cuando mi madre aprieta los músculos del recto y me exprime la polla dentro, es casi imposible moverse dentro de ella entonces, pero ahí está el auténtico placer, porque es cuando más gusto nos damos, cuando todo está estrecho y es casi imposible avanzar en las penetraciones, solo de verme la polla como entra en su ano me invade una lujuria fuera de lo normal, de verle el vello arremolinado alrededor del ano, y verme como sí fuese un espiral que se funde hacia dentro mientras mi madre gime de placer y sus hermosas tetas se balancean de un lado para otro, follar con mi madre es un verdadero placer.

Esta historia la he escrito yo, Eduardo, pero el correo es de mi madre, es ella quien lo envía, me dice que ella no sabe escribir tan bien como yo y que yo soy mas detallista para explicar las cosas, y sobre todo como esta, mientras la iba escribiendo mamá iba leyendo los trozos que iba guardando en mi disco duro y en mas de una ocasión me ha llamado para que fuese al ordenador, la única excusa es que se estaba poniendo caliente y necesitaba follar como una loca. Así que esta historia esta escrita con el consentimiento de los dos. A propósito, mi madre siempre me ha deseado como hombre, dice que antes del verano que empezamos a follar ya me había visto masturbarme en alguna ocasión y sabía que lucía un paquete bien grande, por esa razón ella también se masturbaba pensando en mi y diciendo mi nombre mientras se corría, según ella es terriblemente excitante saber que tienes a un hombre muy bien dotado en casa, y mas aún sí resulta que es su hijo, porque eso da mucho mas morbo, lo digo por otras mujeres que les pase lo mismo, un consejo de mi madre es que no os cortéis y que intentéis provocar la situación, nunca os arrepentiréis.

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