Una noche cualquiera cogí a mi mami

Una noche cualquiera cogí a mi mami

Todo comenzó una noche, que parecía ser una noche cualquiera, yo tengo solo 18 años, y mi madre 38, ella me tuvo a sus 19 años, soy hijo único, y mis padres se separaron hace ya un poco de tiempo.

A mi me gustaba platicar mucho son mi madre, y siempre me le acercado mucho pues me gusta que me chiquee y me abrace, ella mide 1.68 m.

Aproximadamente,, tiene unos pechos deliciosos como 96 cm.

Unas piernas muy bien torneadas y una cadera deliciosa.

Mi madre acostumbraba bañarse en la noche, algo que yo veía muy normal, nunca en mi mente había pasado el tener coito con mi madre, sin embargo esa noche, ella salió de ducharse, sin querer entré a su cuarto cuando ella recién salía, completamente desnuda, yo entre y me le quede viendo, estaba sorprendido de la maravilla de cuerpo de mi madre, completamente desnuda, ella me veía y me dice, “¿qué quieres?”, y yo respondí ” no nada” con voz débil y muy nervioso, cerré la puerta y me quede viendo por un pequeño agujero que tenia la puerta, veía como se secaba y como se cambiaba , mientras mi pene ya se encontraba erecto y me hacia una paja que fue a explotar en mi cuarto.

Hubo un momento en el que sentí que me veía pero no podía parar de pajearme en su honor.

Esa noche después veíamos la televisión, y en eso cambie de canal y nos encontramos una película porno, sin decir nada ni ella ni yo nos quedamos viendo la película, yo no pude soportar y mi parte comenzó a crecer de una manera que no lo disimulaba, pues solo llevaba unos shorts muy delgados, ella bestia una pijama delgadita que apenas cubría su monte de venus, entonces decidí cambiar de canal, pero ella me dijo que no, que quería seguir viendo la película, a mi me extraño pero hice caso a su petición, de momento ella me dijo ” hijo, ¿Qué te pasa? – ella no quitaba la vista de mi entrepierna, yo conteste -” nada mami, solo que pues mi hormona se agita”-.

Entonces ella levanto la vista viéndome a los ojos, y me dijo, ” a mi también se me agita la hormona” al instante ella se quito la pijamita y quedo completamente desnuda frente a mi, instintivamente yo me abalance sobre ella besándole sus grandes pechos y mordisqueándolos, oía claramente sus gemidos, y sentía como se excitaba al igual que yo, ella me quito el short y la ropa interior, para eso yo ya estaba arriba de ella, y ella decía: “mételo amor, dámelo”, balanceándose fuertemente buscando mi pene, entonces poco a poco lo fui introduciendo, bombeando como debe de hacerse, ella gritaba y jadeaba, su espalda se arqueaba de placer, y yo penetrándola y besando sus pechos apretándola contra mi, no podía creer que ella estuviera ahí conmigo, en eso ella me detuvo, bajo a mi entrepierna y comenzó a besar mi parte, de una forma maestra, la lamió completa y no dejada ni una gota de mi leche, yo le pedía mas “mami, chupa, chupa” con su mano empezó a hacerme una paja, increíble, mi parte estaba roja pero increíblemente grande, de ahí, la acosté y comencé a besarla desde el cuello sus pecho hasta que llegué a su entrepierna y comencé a lamer, chupé y metía mi lengua en sus labios mientras ella se masturbaba en sus pechos y me agarraba el cabello empujándome hacia dentro de su vagina.

Nos volvimos a poner uno encima del otro y comencé a penetrarla nuevamente, pero esta vez con mas fuerza, ella me apretaba con sus piernas envolviéndome, y empujándome, me gritaba ” hijo, dámelo todo, entre, entra, quiero sentirlo, así, así, así, así, no pares, así, así,” terminamos agotados, ella tumbada enzima de mi.

Eso solo fue el principio, lo demás lo contaré en otra ocasión.