Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Una familia normal

Mi nombre es Alberto tengo 17 años, mido 1,76 m. de constitución física normal, no soy guapo pero tampoco feo, al decir de la gente, cariñoso y muy simpático y soy hijo único.

Mi padre Juan tiene 48 años, es una persona normal y corriente, ejecutivo en una gran empresa y una persona preocupada de su familia y su trabajo, bueno…

Últimamente mas preocupado por su trabajo donde pasa la mayor parte de su tiempo, cuando no tiene que viajar debido a que la fábrica matriz se encuentra en otro país.

Mi mama se llama Cristina, tiene 37 años, mide 1,68 m. No es precisamente un tipazo pero no esta mal, es un poquito gordita, esa sensación la da debido a sus tremendas tetas (Talla 115) y sus caderas y culo con una medida aproximada de 110, al mismo tiempo tiene una muy ligera tripita, es muy simpática y dicharachera y tremendamente cariñosa, emplea la mayor parte de su tiempo en una tienda de lencería que le montó papa con objeto de que no se sienta sola en casa.

Aparentemente en la familia no hay problemas, yo jamás oí discutir a papa y a mama y aparentemente se llevan muy bien, pero una noche que me levanté para ir al baño al pasar por delante de su habitación oí como mama recriminaba a papa y parecía tremendamente enfadada, me intrigó tanto que me aproximé a la puerta para escuchar lo que decían, no entendía el enfado de mama, pero en cuanto comencé a escuchar me quedé de piedra, mama decía…

Escúchame bien Juan, tengo 37 años y estoy en lo mejor de mi vida, mi cuerpo necesita desahogarse y tu no te preocupas en absoluto, tengo la sensación de que tienes una amante, de lo contrario no es normal lo que te está ocurriendo.

A mi no me ocurre nada ni tampoco tengo amante alguna y tú lo sabes bien, lo que ocurre es que estoy muy cansado y no pienso mas que en el trabajo.

Pero que hacemos, nunca te he sido infiel y no tengo pensado sértelo pero es que la satisfacción con mis dedos me deprime y ando todo el día en ascuas, ando igual que una perra en celo.

¿No te da vergüenza decir esas barbaridades? Dijo papa tremendamente encolerizado.

Mama empezó a llorar. Después de escuchar todo eso yo estaba tremendamente excitado, me fui de inmediato al baño y sin tener muy claro él porque busque en la cesta de la ropa sucia unas bragas de mama y me hice una tremenda paja sobando sus bragas sobre mi polla.

Desde ese día no hice otra cosa mas que espiar a mama, en mi cabeza retumbaba constantemente la frase que la había oído “Ando igual que una perra en celo” la tenía tan grabada que me parecía escucharla por todas partes, me fijaba en todos los movimientos de mama y no tenía otra cosa en la cabeza mas que sorprenderla haciéndose una paja o lo que fuera puesto que fue ella quien se lo dijo a papa que tenía que hacérselo frecuentemente debido a lo caliente que andaba siempre. Para poder estar mas tiempo con ella fui capaz de convencerla para instalar un ordenador en la tienda con el objeto de que le fuese más cómodo hacer el seguimiento de los stoks y contabilidad, ella accedió con la condición de que sería yo el encargado de dichos seguimientos lo cual yo ya tenía previsto pues era la única forma por la cual yo podía justificar el tiempo que estuviere en la tienda, mama compró un ordenador y al siguiente día después de clases en el instituto pasaría por la tienda para realizar la instalación.

La tienda estaba formada por la parte principal y al fondo detrás del mostrador por una puerta corredera se accedía a la parte trasera, compuesta por una oficina un baño completo que al mismo tiempo era el probador y dos almacenes a uno de los cuales para acceder era necesario subir unas escaleras, estaba situado sobre la oficina y el baño probador, yo tenía un plan perfectamente trazado, realizaría la instalación del ordenador lo cual no me llevaría demasiado tiempo pero haría como que se complicaba la cosa y así fue.

Al siguiente día en plena instalación y siendo hora de cerrar llamé a mama y le dije que se marchara que yo cerraría luego cuando terminara la instalación, ella me entregó las llaves y se marchó a casa, yo hacía rato que había terminado, en cuanto salió cogí lo que previamente tenía preparado, subí al almacén y sobre el baño perfectamente calculado practiqué un agujero en el cual inserté un tubito con un visor en la parte inferior este quedaba situado justo al lado del enganche de la lámpara y era imposible de ver desde el suelo, con otro tubo roscado al primero y equipado con otro visor permitía una visión de la totalidad del cuarto de baño o probador.

Cuando llegué a casa negocié con mama, a parte de divertirme procuraría sacarme un dinerito, quedé con ella en que yo todos los días me acercaría dos horas por la tienda para llevar la contabilidad y la gestión de stoks y ella a cambio me daría un sueldito a lo cual accedió encantada. Justo al siguiente día me hice la primera paja y fue de campeonato, poco antes de cerrar entraron en la tienda dos niñas de unos 20 años y pidieron unos conjuntitos con 3 0 4 modelitos cada una se encerraron en el baño, subí y rosqué el tubo, cuando miré por poco me caigo de culo, las dos chicas estaban completamente desnudas, las dos tenían un cuerpo de infarto, tenían unas tetas preciosas y unos culos que solo mirarle las curvas que hacían era mareante, ellas se probaron un par de conjuntitos la una a la otra y de pronto una de ellas comenzó a chuparle las tetas a la otra, las dos se dejaron caer al suelo y se hicieron un 69 de campeonato y a mi por poco me hace falta una caja de klinex para limpiar la leche que derramé por todos lados con la tremenda paja que me hice, pero ese no era mi objetivo… mi objetivo y mi obsesión era mama y a los pocos días ¡Premio! Mama cerró el comercio y en lugar de marcharse, se encerró en el baño, subí de inmediato y vi como mama se estaba desnudando, cuando se quitó el sujetador yo babeaba al ver aquellas tremendas tetas, se las veía duras y tersas con unos pezones gruesos, ella comenzó a acariciarlas en círculos con sus manos apretando al mismo tiempo sus pezones los cuales crecieron y se le pusieron duros como piedras, con sus manos las elevaba y podía pasar la punta de su lengua por los pezones, se quitó la falda y luego las braguitas, tenía un culo impresionante y su monte de Venus era peludísimo haciendo un triángulo invertido perfecto rodeando al mismo tiempo su mata de pelos el contorno de la rajita, mientras con su mano izquierda seguía acariciándose las tetas su mano derecha se dirigió a su coño e introdujo dos dedos dentro del, abrió los labios de su coño y por la parte superior asomó su clítoris totalmente rojo e inflamado, lo aprisionó entre sus dedos índice y medio y comenzó un movimiento de frotación sobre él, en todo este tiempo yo tenía mi polla fuera y la paja que me estaba haciendo a cuenta de mi madre era apoteósica, en un par de minutos los dos nos corrimos como animales y además al mismo tiempo, bajé rápidamente a la oficina para que no me sorprendiese y al poco rato apareció ella bastante colorada todavía…

¿Té pasa algo mama? Me pareció escuchar gemidos hace rato. Dije yo con toda la mala intención del mundo.

Ella se puso más colorada todavía…

¿Y que me iba a pasar hijo? Me imagino que escuchaste mal, a mi no me pasa nada.

No lo sé, a mí me pareció… bueno no tiene mayor importancia.

Me levanté la cogí de los hombros y la atraje hacia a mí dándole un beso en la frente, ella se dejó acariciar y el contacto de sus tetas sobre mi pecho mas lo que había visto hacía un rato mi polla se puso nuevamente como un poste de teléfono, no la disimulé en absoluto y dejé que ella la notara, ella repentinamente sé echó hacia atrás y se me quedó mirando muy colorada, vio la carpa de mi pantalón, abrió y cerró la boca un par de veces como queriendo decir algo y de pronto salió como alma que lleva el diablo, durante la cena me miraba como pensativa pero sin dirigirme la palabra. Al siguiente día cerró la puerta y entró en la oficina…

¡Hijo! Quisiera hacerte una pregunta.

Tu dirás mama.

¿La erección que ayer tenías cuando me abrazaste te la provoque yo?

Si, mama.

Pero…¿Cómo es posible hijo?

Volví a levantarme y la abracé de nuevo, los hechos del día anterior se volvieron a repetir, mi erección era más formidable todavía pero esta vez ella no se retiró, se dejó estar pegadita a mí sin hacer movimiento alguno, mi mano derecha muy osadamente abarcó su teta sobre su blusa, tenía el pezón totalmente erecto y se lo apreté dulcemente con mis dedos, ella apretó su pubis contra mi pene y comenzó a frotarse, entonces yo bajé mis manos subí su falda y cuando intenté bajar sus bragas me dio un terrible bofetón y echó a correr saliendo de la tienda disparada. Me quedé tremendamente cortado y desconcertado, cuando al llegar a casa y ella parecía no acordarse de nada su forma de comportarse era normal de todo, me puso la cena bromeó conmigo por tonterías en fin que para mi mama no había pasado nada para alivio mío.

Al día siguiente cuando cerro la puerta del comercio me llamó para que la ayudara a colocar unos fardos en el almacén me acerque a ella la ayudé a colocar las cosas y al terminar me dijo…

Te mereces un beso cariño, por lo amable que eres.

Ni corta ni perezosa me echó los brazos al cuello y su boca pareció atornillarse a la mía, nuestras lenguas se enroscaron entre sí, al igual que el día anterior mi mano se posó sobre su pecho esperando ser rechazada ¡Pero no! Su pezón estaba a punto de estallar de duro que se notaba, al igual que el día anterior su pubis se refregaba desesperadamente sobre mi abultada polla ella entonces me condujo a un rincón del almacén donde en el suelo había depositado un colchón en el cual yo no había reparado, al acercarnos ella empezó a desnudarme a toda velocidad en cuanto bajo el calzoncillo mi polla saltó como un cohete, ella se la quedó mirando con aprobación, la recorrió con la punta de un dedo desde la cabeza al tronco, estaba embelesada y de pronto se la engulló de un golpe, empezó a chupar al igual que un corderillo mientras su mano subía y bajaba rítmicamente a todo lo largo del tronco, en vida yo había sentido sensaciones semejantes, mientras ella me chupaba la polla yo le quité la blusa y el sujetador y como podía acariciaba sus dos enormes tetas.

¡Mama, me voy a correrrrr! ¡No puedo mas mama!

Córrete cariño mío, córrete en mi boca, deseo esta leche con desesperación.

En cuanto se volvió a tragar mi polla esta comenzó a largar un torrente de leche que ella engulló con verdadero deleite, no dejó absolutamente nada y la cabeza de mi polla quedó brillante y totalmente limpia.

Alargué mis manos y la alcé del suelo, solté su falda y esta se cayó al suelo por su propio peso, la recosté sobre el colchón y comencé a acariciar a mi mama por todos lados chupé sus tetas y sus pezones con glotonería acaricié con mis manos, boca y lengua su gordito y hermoso vientre, con los dientes comencé a bajar muy despacito sus braguitas, ella suspiraba y gemía con verdadero deleite, levantó su culo para facilitar la extracción de las braguitas y mi boca se apoderó de su hermoso coño, aparte los pelos que cubrían su rajita y mi lengua penetro en el interior de su vagina todo lo que dio de si, mama ronroneaba igual que un gatito, cogí con mis labios su clítoris y comencé a chupar con deleite al mismo tiempo incrusté dos dedos en el interior de su caverna, ella tenía sus piernas plegadas, colocó sus dos manos sobre mi cabeza, levantó el culo y comenzó a frotar su coño contra mi boca de una forma desenfrenada, lanzó un grito y comenzó a correrse como nunca se había corrido en su vida, era la primera vez que alguien le había chupado el coño, mi padre se negó siempre a hacérselo por que le daba asco y decía que era antinatural. Yo estaba loco por follar a mi madre por lo cual sin pensar en consecuencias me coloqué sobre ella, aproximé la cabeza de mi polla a su raja y de una sola estocada penetró hasta el mismísimo útero, ella lanzó un grito…

¡No cariño! Esto no puede ser! Somos madre e hijo, esto es antinatural, no lo hagas mi vida.

Pero yo había iniciado el movimiento típico del coito y ella hacía mucho tiempo que no tenía una buena polla en su interior por lo que sus protestas carecían de la firmeza necesaria, comenzó a gemir y a mover las caderas cadenciosamente según mi polla iba y venía por su conducto vaginal.

Despacito cariño, hazlo despacito, déjame sentir plenamente lo que es una buena polla, mi amor ¡Me estas matando de gusto cariño mío! Esto es como tocar el cielo con las manos ¡Qué placer Dios mío!

Dicho esto cruzó repentinamente sus piernas sobre mi espalda y con su culo comenzó a dar unas arremetidas tremendas contra mi polla, a mí me fue imposible aguantar tanto placer y comencé a largarle un torrente de caliente semen en su interior, ella entonces comenzó a resoplar y a lanzar pequeños grititos… de pronto lanzó un alarido y noté como algo muy caliente parecía quemar mi polla, mama se estaba corriendo de una forma fenomenal, estaba sufriendo un encadenamiento de orgasmos, no paraba de gemir y gritar…

Mas cariño, dame mas mi amor, me estas matando de gusto mi vida, no la saques por Dios, sigue… Sigue… Sigue.

Cuando se calmó después de un buen rato comenzó a darme besitos por toda la cara…

Eres mi hijo pero… Que caramba, también un hijo puede ser agradecido y dar algún que otro gustito a su mami ¿Verdad cariño?

Por supuesto mami todas las veces que tu quieras y donde quieras.

Bueno cariño esto tiene que ser un secreto total entre nosotros, de esto no puede enterarse absolutamente nadie ¿Estas de acuerdo conmigo?

Si mama por supuesto.

De acuerdo, entonces en casa seremos una familia normal y corriente, aquí… SEREMOS AMANTES, ¡Ha! Mañana por favor desmonta el tinglado que tienes sobre el baño a partir de ahora ya no te hace falta.

Se había vestido y después de decir esto salió riéndose de la tienda dejándome a mí totalmente desconcertado ¿Cuándo lo había descubierto y como?

¡Bueno! ¡Y que más da! Mi objetivo se había cumplido concreces, a partir de ahora…

¡¡A disfrutar!!

¿Qué te ha parecido el relato?


Descubre más desde relatos.cam

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo