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Un primo, nosotras y un perro III

Un primo, nosotras y un perro III

Con este capitulo se acaba esta historia.

Ya hacia unas semanas que no había vuelto a probar la pija de Daniel y supongo que Pili tampoco, pues yo no me separaba de ellos dos.

Mi cabeza trabajaba a mil por horas pensando como encarar a Pili para decirle que yo sabía que lo hacia con Daniel y que él me había roto el culo y que porque no lo hacíamos los tres juntos. Pero no encontraba la manera.

Un día cerca del mediodía estábamos los tres juntos en la cocina preparando unas ensaladas para almorzar, cuando Pili dijo que mientras terminábamos con las ensaladas se pegaría una ducha.

En cuanto salió de la cocina, Daniel me abrazo por lo espalda apoyando su pija en mi culo y agarrándome las tetas me pregunto…

-Elena…mmm…que rica estas…has hablado ya con tu hermana…?

-No, no he tenido la oportunidad todavia

-Joder, es que yo no aguanto mas y estoy deseando hacerlo de nuevo

-No lo has echo con mi hermana…?

-No que va, desde que tu y yo lo hicimos no lo he vuelto a hacer…

-Ah, no lo sabia…

-Y estoy que voy a reventar…

Me di vuelta le di un beso de lengua mientras metí la mano por debajo de su traje de baño para sacar su pene, Me agache y vi que efectivamente iba a explotar por el tamaño de su verga así que, se la empecé a chupar…

-Anda Daniel, siéntate en esta silla…

Se sentó con la pija más dura que el palo mayor de la fragata Libertad, yo ni me saque el bikini me lo corrí un poco y dándole la espalda me senté sobre semejante tronco.

De la calentura que tenía no me di cuenta que no tenía el ojete lubricado y me senté de golpe, me dolió como la puta madre y creo que a él también pues dejo escapar un pequeño grito.

Pero enseguida mi culo se acostumbro a semejante presencia y empecé a subir y bajar, mientras Daniel me chupaba el cuello, con una mano me agarraba las tetas y con la otra me tocaba el coño donde yo le había enseñado, que placer infinito y para colmo era yo la que imponía el ritmo, ahora más rápido, ahora más lento.

Sentí que me estaba llegando el orgasmo y acelere el ritmo y sentí como Daniel llenaba mi culo de leche, mientras su pija palpitaba dentro de mi ojete y con cada palpitar recibía un nuevo chorro de semen, llegue al orgasmo.

Me pare, lo bese, me acomode la bikini y seguí con las ensaladas, mientras Daniel guardaba su instrumento.

-Rápido pero ha estado muy bien…-le comente.

-Si magnifico, pero habla con tu hermana…-fue lo que obtuve por respuesta.

Mientras Pili entraba a la cocina dije, bueno esto ya esta, pongan la mesa mientras voy al baño hacer pis y vengo, así comemos.

Saliendo de la cocina mire de reojo la pija de Daniel que aun estaba dura.

Me senté en el bidet y antes de abrir la canilla, metí mis dedos en mi culo que estaba lleno de leche y luego me los chupe. Que rico me lave y salí del baño para ir a almorzar.

Almorzamos, lavamos los platos y nos fuimos a la pileta. Al rato de estar tomando sol me metí al agua y empecé a jugar con una pelota, se metió Daniel y jugando me quería sacar la pelota, yo me negaba y el manoteaba. En un momento me agarro por la cintura y me hizo cosquillas.

-No cosquillas no, que no me gusta…-Grité.

Cosquillas ¡¡¡COSQUILLITAS!!! Eureka pensé para mi. Me acorde que con Pili cuando éramos chicas, yo tendría nueve años y ella doce, luego que nuestros padres nos daban las buenas noches , alguna de las dos decía. ¿Nos hacemos cosquillitas? Entonces alguna se cambiaba de cama y nos acariciábamos el coño mutuamente la una a la otra. Hasta que sentíamos cosquillitas.

Les cuento que aun no teníamos idea de que era el sexo, pero supongo que intuíamos que estábamos haciendo algo no se si malo pero fuera de lugar, porque esperábamos que nuestros padres se acostaran para hacer la pregunta y nunca lo comentamos con nadie.

Ya tenía un planeado un poco del plan para encarar a Pili. Durante el día le fui dando forma. Llegaron papá y mamá. Papá se cambio, se puso un traje de baño, agarro una cerveza fría y se fue para la piscina.

Estando en la mesa comiendo mamá me pregunto que me pasaba que estaba tan callada, le conteste que nada.

Estaba dándole los últimos toques a mi plan.

Como siempre después de comer, entre Pili, Daniel y yo lavamos, secamos y guardamos los platos. Mientras papá y mamá veían tele. Luego nos unimos nosotros tres.

Vimos un par de programas y papá dijo que era hora de ir a dormir. Nos dimos las buenas noches y cada cual a su dormitorio.

Estaba por poner en marcha mi plan.

Yo entre primero que Pili al baño, para cambiarme y lavarme los dientes.

Cada dormitorio tiene baño propio y hay un toilette en la planta baja para las visitas.

Salí con un camisón rosa medio trasparente que me llegaba a la mitad del muslo, es un conjunto que se completa con una tanga que no me puse, pues era parte del plan.

Me acosté tapándome solamente los pies.

Pili salió del baño con una camiseta. Se acostó y se dispuso a leer una novela. Bueno me dije para mi ahora o nunca.

-Pili, que es coger…?…- le largue de golpe.

-¿QUEEE…?…me contesto ella.

-Venga, no te hagas la tonta, sino para que son esas pastillas anticonceptivas que tenes en tu mesa de luz…?…-le respondí.

Ahí comenzó una discusión realmente Kafkiana.

-Que me las recomendó el ginecólogo, porque soy irregular en mi periodo…-dijo Pili.

-Vamos Pili, a otro con ese cuento…

Cuando ya me estaba por dar por vencida y decirle que se dejara de joder que yo la había visto cogiendo con Daniel en el jardín me dijo…

-Bueno Elena, que quieres saber…?

-No se, que se yo, todo…Cuéntame por ejemplo como fue tu primera vez…?

-De acuerdo, te lo contare…

Yo me pase a su cama, me senté a los pies, como los indios, con las piernas cruzadas, dejando ver mi querido coñito.

A medida que ella relataba yo empecé a tocarme el cuerpo…

-Te estas calentando…?…-me pregunto.

-No que va…mmm…son, cosquillitas…-le respondí.

Entonces se acerco a mi y empezó a tocarme como cuando éramos chicas, pero de ahí no pasaba.

Yo tenía que hacer algo rápidamente, porque sino todo quedaría como los juegos de nuestra infancia, así que con una mano la agarre del cuello la acerque a mi y le di un beso de lengua mientras que con la otra le tocaba una teta y podía notar la turgencia de su pecho y la dureza de su pezón. Ella seguía acariciando mi coño y respondía a mi beso.

De repente me soltó y me dijo que me acostara mientras se quitaba la camiseta y se acostaba.

Pero se acostó en forma normal con la cabeza como corresponde en la cabecera, yo estaba con mi cabeza del lado de la piecera de la cama.

Ven me dijo pasando su pierna izquierda por debajo de mi pierna derecha, acércate más.

Nuestros coños quedaron pegadas como queriéndose dar un beso.

Pili empezó a moverse primero de arriba a abajo y luego en círculos, yo empecé hacer lo mismo, que linda paja, me apoye en mis codos y veía como nuestros coños se fundían.

Pili también estaba apoyada en sus codos y gemíamos las dos, seguí, seguí no pares, nos decíamos la una a la otra. Pili con su mano izquierda se agarro la teta derecha y dirigió su pezón a la boca yo quise hacer lo mismo, pero mis tetas no eran tan grandes.

Nos vinimos las das en un orgasmo divino mojando la cama con nuestros flujos. Nos separamos y fui subiendo por su cuerpo para besarles las tetas y luego darnos un chupón de amantes.

Nos quedamos las dos tendidas, en silencio. Fui yo la que primero hablo. Le dije que fantástica paja nos habíamos proporcionado, que nunca se me hubiera ocurrido esa postura, que como se le ocurrió.

Pili se rió y me contó que con tres compañeras de la facultad a veces lo hacen.

Que las otras incluso se besan y chupan el coño, que ella nunca había besado a una mujer y menos chupado un coño, que si las había pajeado y se había dejado pajear y chupar.

Que ellas le habían enseñado esa postura. Que hoy era la primera vez que una mujer la besaba. Te gusto le pregunte. Es un cupón más contesto.

Nos quedamos abrazadas en silencio nuevamente.

De golpe me miro a los ojos me dio un chupón y mientras me iba besando el cuello y las tetas, me dijo, alguna vez hay que probar. Se mando hasta mi coño que empezó a lamer.

Separo mis labios metió la lengua y busco mi clítoris que me lo chupaba como si supiera. Dejo de chuparme y quiso meter su dedo mayor en mi vagina.

No soy virgen, le dije, y toda la tontería mía al respecto, que esperaba mi príncipe azul y toda esa ganzada.

Le pedí que me lo metiera en el culo que ahí me gustaba, cuando sentí su dedo en el culo le pedí que se volteara que hiciéramos un sesenta y nueve, así lo hizo y por fin tenía en mi boca el coño con el que tanto había soñado y el culo a mi entera disposición, así que yo también metí mis dedos en el culo de mi hermana mientras le chupaba el coño. por fin nos vinimos nuevamente en un interminable orgasmo. Nos volvimos a abrazar y besar.

Así abrazadas estábamos cuando Pili me dijo que ese seria nuestro secreto, que cuando yo tuviera ganas de repetirlo se lo dijera que ella iba hacer lo mismo.

Mira Pili, le conteste, creo que hay alguien más para compartir este secreto. Se sobresalto y me pregunto de que hablaba. De nuestro querido primo Daniel le conteste, o te crees que no los vi a los dos cogiendo como locos en el jardín mientras yo me hacia la paja. Aparte Daniel el día que rendí mi examen, me hizo el ojete. Así que mira la festichola que podemos armar los tres.

Mira la virgencita de hermana que tengo, no se la cogen por la concha pero quiere partuza, me dijo riendo y me abrazo y beso en la frente.

Quedamos en no decirle nada a Daniel por el momento, que de alguna manera lo sorprenderíamos.

Por la mañana siguiente cuando nos levantamos, antes de bajar a desayunar, con Mercedes planeamos como encarar a Daniel. Nos queríamos divertir. Que mejor hacemos esto, no, no, que mejor esto otro. Así estuvimos por cuarenta y cinco minutos más o menos hasta que por fin teníamos nuestro plan.

Bajamos, nuestros padres ya se habían ido y Daniel estaba haciendo las claringrillas (palabras cruzadas) en el jardín. Lo saludamos y nos pusimos a tomar sol.

Al rato Mecha me pidió que la acompañara a la casa a buscar algo fresco para tomar. Era una excusa para ir a la casa. Cuando entramos nos dirigimos al dormitorio de nuestros padres, dejamos pasar unos minutos.

Desde la misma ventana que espiaba a Daniel y a Mecha cogiendo, llame a Daniel diciéndole que había algo que el tenia que ver.

Salí corriendo para el dormitorio donde estaba Mecha en la cama y en bolas, me desnude yo también y me metí a la cama. Cuando Daniel entro nos encontró dándonos chupón y tocándonos las cajetas Mecha a mi y yo a Mecha.

¡¡¡¡A LA MIERDA!!! Fue lo que salió de la boca de Daniel mientras se sacaba el traje de baño y ver una pija más tiesa que un obelisco. Pero cuando pretendió subir a la cama le dijimos que no. Que solamente mirara. Pero si realmente quería tener un premio como ser mi culo o el de Mecha o la concha de Mecha o todo no valía que se tocara la pija, que tomara asiento y lo disfrutara.

Después de darnos un chupón nos pusimos en la posición que practicaba Mecha con sus amigas y nuestras conchas empezaron a besarse, mirábamos a Daniel este estaba a mil. ¡Ay! chicas no sean malas déjenme hacer algo por favor se lo pido, nos decía. Ya llegara tu momento, le contestábamos.

Para luego ponernos en un perfecto 69, UY, UY, UY esto es muy fuerte la puta madre, repetía Daniel. No vale tocarse, le decía alguna de nosotras.

Creo que las dos teníamos un morbo que Daniel nos estuviera viendo y no se pudiera pajear, que nos provocaba una calentura extra, por lo menos a mi, que no aguante más que me vine dejando correr mis flujos, esto pareció haber estimulado a Mecha porque enseguida se corrió ella también. Veni parate, le dijimos a Daniel, que tenía la pija que reventaba. Salió eyectado del sillón, una mano fue a parar a la concha de Mecha y otra a una de mis tetas, buscando con su boca mi otra teta. Epa, epa, despacio, todavía no se puede tocar, las manos a un costado le dijimos.

No sean hijas de puta, se quejaba Daniel. Entonces empezamos a lamerlo todo, el pecho, la espalda, mientras íbamos girando a su alrededor y apoyando nuestras tetas y nuestras conchas por todos lados. Lo único que evitábamos tocarle era la pija. En un momento dado nos arrodillamos, Mecha le chupaba las bolas mientras yo le separaba las nalgas para chuparle el ojete. ¡¡¡BASTA, BASTA POR FAVOR

BASTA!!!! ¡¡¡¡NO AGUANTO MAS!!!! Gritaba desesperado Daniel. Nos apiadamos de él, nos pusimos las dos arrodilladas delante de su enorme pija y lo pajeamos, fueron preciso solamente dos bombeos para que soltara un tremendo chorro de leche que fueron a parar a nuestras caras y tetas, nos tiramos en la cama y le dijimos, ahora si veni y chúpanos, límpianos tu leche. Daniel se tiro sobre nosotras y empezó a

lamernos las tetas y la cara para luego chuponearnos.

Cuando todo se calmo y estábamos los tres tirados en la cama, nos dijo, que primas más turras e hijas de puta que tengo. Nos reímos los tres.

Paso un rato y Daniel seguía con la pija parada. Bueno que hacemos con ese instrumento que tenes ahí, le pregunte. Te lo voy a meter en el culo mientras le chupas la concha a tu hermana, fue su respuesta.

Y así fue , yo me puse en cuatro patas frente a la concha de Mecha mientras él me enculaba, después cambiamos Mecha en cuatro recibiendo por la concha mientras me chupaba a mi. Otra cosa que hicimos fue que el se acostó boca arriba Mecha se subió a la poronga y yo le puse la concha en su cara, así mientras se cogía a Mecha me chupaba alternativamente la concha y el ojete. Mientras Mecha y yo nos caponeábamos, nos tocábamos las tetas y nos chupábamos los pezones. Habremos estado más de tres horas. Fue algo genial.

Los días fueron pasando y cada tarde teníamos nuestra propia orgía, un día metimos a Garufa. Ese día estábamos en el living, Daniel y Mecha hacían un sesenta y nueve, Daniel abajo y Mecha arriba, mientras Garufa me chupaba la concha como nadie en el mundo me la había chupado.

De repente Garufa me deja de chupar y se dirige hacia Mecha le da dos lambetazos en el culo y trata de montarla como si fuera una perra. Mecha empezó a los gritos, yo agarre a Garufa del collar y lo saque al jardín. Seguimos con lo que estábamos haciendo.

Un día Daniel dijo que habría que hacer algo distinto, no se te ocurrirá traer a Garufa para que nos coja, saltamos las dos. No, no, otra cosa, dijo él mientras salía del dormitorio en bolas. ¡¡TATAN TATAN!! Apareció diciendo en el marco de la puerta, mientras nos enfocaba con una videocámara.

Hagamos nuestra propia película porno, propuso. ¡ Dale, dale! me parece genial dije mirando a Mecha y viendo que ella aceptaba, me puse en posición de hacer un sesenta y nueve, mientras Daniel comenzó la filmación.

Nos filmo a cada una por separado chapándole la pija, me filmo dándome por el orto, a Mecha dándole por la concha y por el orto, nos filmo en cuanta pose hiciéramos. Pasaron los días y volvió con eso de hacer algo distinto.

Una noche mientras comíamos Daniel le dijo a papá que al otro día iría al centro que tenía que hacer no se que cosa, que por favor lo despierte así aprovechaba el auto.

A la mañana siguiente cuando nos levantamos estábamos solas, desayunamos y fuimos a la pileta.

Serian como la una menos cuarto de la tarde, cuando llego Daniel, nos saludo se sentó a nuestro lado y nos dijo que en el centro hacia un calor de locos, que no se aguantaba, que ya mismo se iba a cambiar para meterse en la pileta. Metete en bolas total estamos solos, le dijo Mecha.

Mientras se desnudaba nos dijo que nosotras también nos pusiéramos en pelotas. Nos empezamos a reír y nos sacamos las bikinis. Los tres totalmente desnudos nos metimos al agua.

Esto si que es vida, dijo Daniel mientras hacia la plancha y dejaba ver su pija semi dura, a la cual nos precipitamos con Mecha.

Esperen, esperan chicas que les traje un regalito, dijo, mientras salía de la pileta y agarraba su mochila. Nosotras también salimos, nos dio una caja a cada una, eran unas cajas rectangulares bastante grandes. Mecha la abrió primero, era una pija de siliconas de treinta centímetros de

largo por seis de diámetro.

Era una pija perfecta con su cabeza, se le notaban las venas. Abajo tenía una tapa donde se le colocaban las pilas y cuando la encendías empezaba a vibrar.

Tenía tres puntos, bajo, medio y alto.

Cuando yo abrí el mío me encontré con un especie de lápiz labial pero del mismo tamaño que la pija que le regalo a Mecha y en acero inoxidable, también vibraba.

Bueno que les parece si probamos los juguetitos dijo Daniel. Salimos los tres disparados para la casa.

Hicimos de todo, Mecha se metió su pija en la concha y mi consolador en el culo, los prendió y los puso a máximo a los dos, mientras Daniel y yo le chupábamos las tetas, ella entre gemidos decía que con esos aparatos no necesitaría más un hombre.

Yo primero probé el mío, después el de Mecha. Daniel se la cogió por la concha mientras metía la poronga de siliconas por el culo; Daniel se rió y dijo que podía sentir la otra poronga como vibraba, que era fantástico.

Yo mientras me apoyaba el mío en el clítoris y cuando no daba más me lo metía en el culo, al principio es raro porque sentís algo frio que se te esta metiendo, pero es lindo.

A todo esto Daniel filmaba cada escena. Quedamos los tres muertos, tendidos en al cama.

En un momento Daniel dijo, miren chicas yo tengo cinco amigos con los que una vez por semana nos juntamos a jugar al truco, que les parece si armamos una festichola los ocho. Imagínate Mecha tendrías una pija en la concha y otra en el ojete, en lugar de esa de siliconas, y otra en la boca, todo junto. ¿No es genial? y vos Elena una en el culo, otra en la boca y pajeando a otra.

Sería fantástico, culmino Daniel.

Nos quedamos mudas las dos. Y que les parece, pregunto Daniel.

Lo pensaremos le dije. Bueno pero tienen hasta el jueves, porque el jueves por la noche es el día de la reunión y yo les prometí que les llevaría una sorpresa, nos respondió.

Hoy era martes así que nos quedaba tan solo, lo que restaba del día de hoy mañana y el resto del jueves para contestar.

Cuando estuvimos a solas con Mecha le pregunte que le parecía la idea, me contesto que no le asustaba.

Entonces le dije que a mi lo que me preocupaba era que habiendo seis tipos, que seguro chuparían algo, corría peligro mi virginidad.

Tenes razón no había pensado en eso, bueno le contestamos que no, me dijo Mecha.

Fuimos a buscar a Daniel y le dijimos que no aceptábamos la invitación, bueno respondió el no importa, no faltara la ocasión.

Por que no vienen que quiero mostrarles algo y nos invito al living donde esta la TV y la videocassetera.

Nos sentamos Daniel prendió la TV y puso un video.

La primera imagen que se ve es la de dos es la de dos cuerpos haciendo un sesenta y nueve, la cámara se va acercando y se ve la cara de Mecha que esta boca arriba chupando una concha mientras mete sus dedos en un ojete, la cámara sigue girando recorriendo el cuerpo que esta arriba de Mecha y sale y sale mi cara chupando la cancha de Mecha.

La siguiente escena es de la mía estando boca arriba can las piernas

separadas y entre ellas la cara de Mecha mirando hacia atrás, cuando Mecha introduce su cara en mi concha, la cámara le toma la nuca y va recorriendo se espalda hasta llegar a su ojete en el momento en el momento que le están metiendo una pija en la concha y un consolador en el culo.

La nueva escena muestra a Mecha en el lugar que estaba yo y a mi en el de Mecha, la cámara recorre mi espalda y deja ver mi ojete siendo penetrado por una pija de siliconas primero, luego por el lápiz labial de acero inoxidable para por fin ser penetrada por una pija real.

También nos muestra chupando una pija. En ningún momento se advierte que el que nos coge y al que le chupamos la Pija es Daniel.

La verdad que iríamos por la mitad del video y me estaba agarrando una calentura padre. cuando de golpe Daniel interrumpe la proyección y dice: Bueno niñas si no quieren que esto llegue a manos de sus padres, a la asociación de madres de tu cole Elena, y a tus compañeras de facu Mecha, el jueves vienen a la festichola.

A mi se me fue la calentura de golpe.

Nos quedamos heladas, Daniel se levanto saco el video y se fue. Cagamos dije, vamos a tener que ir y tendré que olvidarme de mi virginidad.

Para dijo Mecha, en una de esas si le explicamos lo tuyo acepte que vaya yo sola.

Esta loca bancarte seis tipos, le dije, poronga más poronga menos me contesto.

No, no le digamos de lo mío, el todavía no se dio cuenta que con ese video me podría exigir mi virginidad ahora. Esperemos a ver si lo podemos evitar.

Paso el día y mi cabeza andaba a mil por hora, el miércoles por la mañana estaba haciendo el dormitorio de mis padres, cuando repare en una banqueta que ellos tienen a los pies de la cama y algo empezó a maquinar mi cabecita, quizás habría una esperanza de evitar la maldita fiestita.

Me fui al garaje busque una sogas que ahí había y las lleve al dormitorio de mis padres, paso la mañana y en un momento que estaba a solas con Mecha le dije que me llevara la corriente en todo lo que hiciese, que no tenia tiempo de explicarle.

Comimos, y después nos fuimos a la pileta, en un momento le dije a Daniel: Mira Dany no tenias que mostrarnos el video para que fuéramos a la partuza, pues pensábamos ir de todas maneras.

En verdad, contesto, yo pensé que no irían, que se había enojado con la propuesta.

Pero no seas boludo, le dije, mira que tal si vamos al cuarto de los viejos a festejar los tres. Mecha me miraba pues no entendía nada.

Llegamos al cuarto los tres prácticamente en bolas, Daniel se tiro en la cama, espera le dije, vos siempre queres cosas distintas, veni para acá.

Daniel se levanta y vino a donde yo estaba.

Agarra de ahí, le ordene, señalándole la punta de la banqueta mientras yo agarraba la otra y haciéndola girar para quedar perpendicular a la cama. Bien ahora ven para acá, lo puse en el borde alejado de la cama y le dije que se arrodillara en el suelo y se tirara boca abajo sobre la banqueta , cosa que hizo.

Este era el momento de la verdad , que mi plan resultara dependía de esto.

Fui por el otro lado, saque de debajo del colchón las sogas que previamente había llevado y ate sus muñecas fuertemente a los pies de la cama, que de paso sea dicho era una cama de algarrobo, muy pesada. Que haces protesto Daniel.

Tranquilo, vos queres nuevas experiencias y eso tendrás le decía mientras le ataba los tobillos a los pies de una cómoda, también pesada.

Bueno Mecha ponete delante de Daniel, que te chupe la concha , cuando Daniel le empezó a chupar la concha a Mecha yo salí de la habitación para volver con Garufa.

Me senté en el suelo junto a Daniel, separe mis piernas para que Garufa me chupara la concha, me metí por debajo de la banqueta para chuparle la pija a Daniel, cuando la tenía bien dura salí de debajo dela banqueta, para chuparle el ojete, mientras le sobaba la pija a Garufa.

La cara de Mecha me causaba gracia, me miraba como diciendo que haces, ella no sabía que seguía.

Cuando garufa ya tenía todo afuera, y empezaba con sus movimientos instintivos de pone y saca.

Puse su hocico en el culo de Daniel. Le pego dos lengüetazos desde los

huevos al ojete. ¡¡HEE QUE HACEN ESTAN LOCAS!! protesto Daniel, pero ya era tarde Garufa se lo había montado.

Al principio no encontró el camino, así que lo guié con mis manos hasta el propio ojete de Daniel.

Lo clavo de un movimiento, mientras Daniel gritaba y decía que éramos unas hijas de puta.

Me levante fui hasta la cómoda y saque la videograbadora. Salí Mecha, correte, no quiero que salgas en este video, le dije a mi hermana.

Y empecé a filmar cada detalle, Daniel protestaba, nos putiaba de lo lindo y yo seguí filmando.

No protestes que falta lo mejor le dije. Lo mejor que es lo mejor, pregunto entre sollozos.

Sete un niño buenito y ya vas a ver, le estaba diciendo, cuando Garufa con tremenda estocada le manda a guardar su bulbo.

Daniel dejo escapar un grito tremendo a la vez que unas lagrimas corrían por su rostro, todo registrado por mi cámara.

Cuando Garufa acabo se dio vuelta quedando enganchado al culo de Daniel.

Tranquilo le dije a Dany, mientras cortaba sus ligadura, quedo tendido en el suelo unido a Garufa, también lo filme.

Cuando Daniel se pudo parar y se iba para el baño chorreando sangre de su culo y semen de Garufa por sus muslos, le dije que creía que tenía algo que nos pertenecía.

Nos cambiamos los videos y la cosa no paso a mayores, lo único que durante dos fines de semana, mientras había alguien más, Daniel no se podía sacar la remera, Garufa le había lastimado la espalda.

Seguimos cogiendo igual. No hubo resentimientos, es más a veces cuando se esta cogiendo a algunas de nosotras en cuatro patas, Daniel pide los requerimientos de Garufa previo vendado de patas.

Dice que le encanta coger y ser cogido todo junto.

He garchado bastante, con mujeres y hombres, me uní al grupito de estudio de mi hermana, no precisamente para estudiar. Pero en 1999, en un casamiento conocí a Facundo, pero esa ya es otra historia.

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