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Por una película y un diario II

Por una película y un diario II

Tal como les escribí en la primera parte del anterior relato, sobre el cambio de un joven hacia su pequeña hermana al ver una película de incesto, y de un padre al leer el diario que escribía su hija, ahora les traigo la segunda parte.

Les aseguro que este relato aunque no me pertenece es totalmente verdadero, porque no tiene sentido colocar mentiras y fantasías en esta página Web.

Comienzo con una breve reseña de la primera parte donde sucede que después que Don Nelson y su hijo José Luis, mantenían relaciones sexuales con la pequeña Jessica, a quien habían desvirgado por todos los orificios posibles, haciéndola su puta personal.

La señora Irene quien era su madre, no estaba al tanto de lo que ocurría entre ellos por la confianza aparentemente existente de todos.

Don Nelson e Irene quienes tenían una empresa Constructora, la cual era muy exitosa pero que debido a una situación económica momentánea se fue casi a la quiebra.

¿Pero como logra salvar Don Nelson su negocio de la quiebra?. Pues utiliza el cuerpo de su hija Jessica como carnada viva para atraer a sus clientes y proveedores.

Todo comenzó un día rutinario donde José Luis aprovechaba los momentos de ausencia de su madre, para hacerle el amor a su hermana. Asimismo lo hacía su padre, quien se escapaba de su compañía para irse a su casa donde le esperaba su hija ansiosamente para recibirlo y complacerlo en todo lo que le propusiese su propio padre.

Muchas veces le tocaba a Jessica atender a su padre y hermano por igual, donde entre los tres hacían una suculenta orgía, siendo ella penetrada sin contemplación por su vagina y su ano simultáneamente.

Un día Don Nelson recibe la noticia de su contador personal que tenía un déficit presupuestario en su empresa. Esto llenó de pena a Don Nelson, quien era un próspero hombre de negocios. Estaba como loco, no sabía que hacer. Le habló en una cena a toda la familia junta sobre la difícil situación por la cual atravesaban, pidiéndole apoyo a todos, lo que sin dudar aceptaron unidamente.

Esa noche la señora Irene debía atender a un importante cliente de la empresa, así que se vistió y se marcho al encuentro pautado. Don Nelson se fue a la oficina de su casa para buscarle soluciones positivas a su negocio, cuando de repente le llega su hija y se le sienta a un lado.

Papá, tranquilo que todo saldrá bien, dijo Jessica.

Gracias hija, pero creo que no será así, porque si no conseguimos en 15 días el dinero que nos pide el banco iremos a la quiebra total, respondió Don Nelson.

Su hija le dio un profundo beso y le bajó el short para comenzarle a mamar el miembro a su padre hasta acabar todo el semen dentro de su boca. Después se fue a dormir, al llegar al cuarto la esperaba su hermano desnudo en la cama quien nuevamente la penetró bastante rato por el culo.

Al día siguiente la señora Irene le dijo que había invitado a su cliente a cenar y que esperaba la colaboración de todos.

Por la noche llegó Don Paco, un hombre de 50 años que sería tal vez su salvación. Cuando la cena transcurría entre chistes y políticas de negocios, Don Nelson notó que Paco miraba mucho a su esposa e hija.

Al culminar la comida, Don Nelson se fue con su cliente a su pequeña oficina casera, donde Paco sin ningún tipo de escrúpulos le dijo que el tenía la salvación, pero que para eso debía pagar un precio muy caro.

Estoy dispuesto a llegar a un buen acuerdo contigo, todo sea por salvar la empresa, le dijo Don Nelson.

Estás seguro de lo que dices, respondió Paco.

Si, dime lo que deseas, volvió a preguntar Don Nelson.

A tu mujer Irene, quiero cogerme a tu mujer.

Don Nelson quedó impresionado ante tal petición, pero lo único que atinó a decir fue que eso quedaba de parte de ella, que se lo propusiera personalmente, pero que si el quería le daría algo mejor.

Que me ofreces a cambio, dijo Paco.

A mi pequeña hija, afirmó Don Nelson.

¡Qué!, a tu hija, estás seguro de eso, habló Paco asombrado.

Pero Don Nelson lo volvió a repetir sin ningún tipo de pena.

Lo cierto es que cerraron el trato con un apretón de mano, quedando de acuerdo para el día siguiente en la casa de Don Paco.

Esa noche Don Nelson pensó como se lo iba a proponer a su hija, y no estaba seguro si ella aceptaría, por lo que decidió llevarla bajo engaño.

Esa tarde Don Nelson le pidió a su hija Jessica que le acompañara y esta pensaba que irían a un hotel como siempre sucedía cuando salía solas con su padre, pero esta vez Don Nelson cambió de rumbo para llegar a la casa de su cliente Don Paco.

Antes de tocar el timbre de la casa, Don Nelson le explicó a su hija en parte la situación, pidiéndole que colaborara en todo porque de ella dependía la quiebra o el éxito del negocio.

Jessica a pesar de no entender muy bien la orden que le daba su papá sólo dijo que estaba dispuesta a complacerlo.

Don Paco los recibió y sin mediar palabra le dijo que pasaran al cuarto.

Cuando estaban los tres juntos, Don Nelson le dijo a su hija que nuevamente todo estaba en sus manos, que fuera complaciente con Don Paco.

Don Nelson se despidió y les comentó que regresaría al cabo de dos horas.

Tras marcharse y quedar solos, Don Paco se le acercó a Jessica para acariciarla, pero ella no quería. Don Paco insistía pero ella lo rechazaba, hasta que él le dijo: Mira Jessica, tu papá está en mis manos, dime si vas a estar conmigo o no, acuérdate lo que te dijo tu padre antes de irse.

A Jessica no le quedó más remedio que complacer al cliente de su papá.

Al rato Don Paco después de besarle sus senos y tocarle su cuca, puso a Jessica que le chupara el miembro, cosa que Jessica hizo con asco pero muy bien.

Después la volteó para hacer un 69, cuando Don Paco notó que Jessica estaba húmeda se puso encima de ella y la penetró completamente.

A pesar que Jessica no decía ni una palabra, se dejaba hacer todo lo que Don Paco le hiciera, hasta por el culo la penetró. Era el tercer hombre que estaba dentro de su cuerpo. Primero su hermano, después su papa y ahora Don Paco. Al cabo de dos horas Don Nelson regresó y Don Paco lo recibió con una alegría diciéndole que el negocio estaba cerrado, que todo era un éxito.

Don Nelson abrazó a su hija y se marcharon juntos a su casa. Jessica no habló ni una sola palabra en el trayecto.

Al día siguiente a primera hora del día Don Nelson recibía de su cliente un cheque que lo salvaba de la quiebra momentáneamente.

Jessica le contó a su hermano lo sucedido con Don Paco, pero este sólo le contestó que entendiera la situación.

Días después Don Paco llamo ahora a su nuevo socio Don Nelson, solicitándole nuevamente los servicios de su hija, cosa que Don Nelson no lo pensó dos veces y la volvió a llevar a su casa.

Esta vez Don Nelson espero que Jessica se bajara del auto, para decirle que volvería en un par de horas, que fuera complaciente.

Lo que Don Nelson y Jessica no sabían es que Don Paco estaba acompañado por su hijo Gabriel y dos amigos; en total eran 4.

Jessica al llegar fue recibida por Don Paco con un beso, quien sin esperar un segundo más, la llevó hasta el dormitorio donde la esperaban los otros tres hombres. Cuando Jessica los vio se asustó y trato de salir del cuarto, pero ya Don Paco había asegurado la puerta con llaves.

Hija, no sé si tu papá te lo explicó bien, pero ahora eres mi pequeña puta, pago mucho dinero por ti y puedo hacer contigo lo que me plazca, aseguró Don Paco.

Esta bien pero no me hagan daño, respondió tímidamente Jessica.

No te preocupes, respondieron todo a unísona voz.

Enseguida todos al mismo tiempo le cayeron como hienas al cuerpo de Jessica, siendo penetrada primeramente por Don Paco, quien se aprovechó del culito abierto de Jessica para cojerla. Al mismo tiempo en fila Gabriel y sus dos amigos le ponían sus miembros en la boca de ella para que se los chupara. Primero Gabriel, después el segundo y después el otro. Al rato Jessica soltó un gemido cuando Don Paco le derramaba dentro de su culo todo su caliente semen, llenándoles sus intestinos.

Sin esperar más Gabriel acostó a Jessica encima de ella penetrándola por la vagina, mientras que su amigo la cojia por el culo y el otro seguía metiéndoselo por la boca. Tres palos incrustados en el cuerpo de Jessica al mismo tiempo. Así cada uno se iba intercambiando y por sus tres orificios Jessica fue penetrada hasta que le derramaron dentro de su cuerpo el semen. Después hicieron una segunda sesión y los cuatros hombres la volvieron a coger.

Jessica se bañó y esperó ansiosamente la llegada de su padre, a quien le increpó que no quería seguir más en esto, por lo que su padre le contestó con una bofetada.

Estás loca, quieres llevarnos a la ruina a todos.

Con lágrimas en los ojos Jessica quedó enmudecida en el trayecto a su casa. Al llegar su padre se dio cuenta que estaban solos y la llevó hasta el cuarto, le quitó el vestido que cargaba y la cojió por todos lados. 5 tipos diferentes de semen corrían ese día en el cuerpo de Jessica.

Otro día que Jessica fue utilizada sucedió cuando Don Nelson recibió una llamada de un cliente que lo visitaría en su casa esa tarde.

Esta vez se trataba de un hombre de 38 llamado Pedro. Don Nelson sin mediar más palabras sólo le dijo que si cerraba el negocio con él, le daría un buen premio. Todo transcurrió en minutos para cerrar el trato, cuando Don Nelson se fue al cuarto de su hija y la llamó. Jessica ya sabía de qué se trataba, sólo se marchó a su cuarto a esperar las órdenes de su padre. Don Nelson llevó a Pedro hasta el cuarto de su hija, quien ya estaba desnuda completamente acostada en su cama. Pedro al mirarla se desvistió la puso a mamar el miembro y la penetró como por 15 minutos.

Antes de irse Pedro le preguntó a Don Nelson que si podía hacérselo nuevamente al día siguiente, por lo que este aceptó.

– Ven mañana y la vienes a buscar, Jessica es una buena chica y hace el amor divino – señaló Don Nelson.

Pedro la llevó a un hotel y mientras la cogía por el culo, le metía un vibrador por la cuca de Jessica. Después la llevó a su empresa y la presentó a 5 trabajadores de su empresa a quienes les tenía mucha confianza.

– Muchachos, les traigo un regalo, es muy eficiente en la cama, se las prestó pero se apuran que debo entregarla a su padre temprano – subrayó Pedro.

Los 5 hombres sin pensar más nada se la llevaron a un pequeño cuartucho de la empresa y la desvistieron para comenzar la fiesta sexual. Uno tras otro, sin descanso, todos se cojieron a Jessica quien ya mostraba síntomas de sentir gusto cuando lo hacía.

La vistieron y Pedro la llevó a su casa. Pasaron varios días y Jessica tuvo un merecido descanso, hasta que un sábado aprovechando la ausencia de su padre, José Luis su hermano, llevó a un compañero de estudio a su casa, junto a su profesor.

José Luis tenía un grave problema con ese profesor por una materia, por lo que tomó el ejemplo de su padre y le puso en bandeja de plata a su hermana.

– Jessica tengo un grave problema con mi profesor y necesito tu ayuda, quiero que hagas lo mismo que papá te pone hacer con sus clientes – dijo José Luis.

Jessica sólo movió la cabeza aceptando su propuesta y José Luis se fue hasta la sala donde le esperaban su compañero y su profesor, quienes pasaron juntos al cuarto de Jessica. Ella quien ya sabía su trabajo se fue hasta ellos, les bajó el cierre del pantalón y les dio una mamada que ambos gritaban de placer. Al rato, el compañero de su hermano la cojia por la vagina, mientras que el profesor se acomodaba por atrás para cogerla por el culo.

El profesor tenía un enorme miembro según contó Jessica, y este se lo metió por el culo de manera violenta, por lo que Jessica comenzó a gritar que se lo sacara porque le hacía daño, pero este no le hizo caso y la siguió cogiendo hasta dejarle todo su ano con hilillos y rastros de sangre.

Así fue pasando la vida de Jessica, unas veces eran los amigos y clientes de su padre, y otras veces los compañeros y profesores de su hermano.

Jessica cuenta que hoy ha estado alrededor de 30, o más hombres, quienes no le perdonan ningún orificio de su cuerpo. Asimismo la cojían su padre y su hermano en algunas oportunidades.

Ya para Jessica era su trabajo, ya nada la sorprendía, pero siempre hay sorpresas que están al acecho.

Una vez un importante cliente de su padre pasó buscándola porque sabía todo. Este nunca había estado con ella, por lo que estaba ansioso por cogerla.

Se trataba de un negro corpulento que también tenía un respetable miembro. La pasó buscando por su casa para llevarla a un hotel, al abrir la puerta de la habitación los esperaban tres personas más.

Dos mujeres y un hombre. Jessica sintió asco pero igual le tocó hacer su trabajo, las mujeres le chupaban su vagina y le metían sus dedos en la vagina de Jessica. Ambos hombres se turnaban para cogerla. Su mamá Irene aunque pareciera mentira no sabía nada de lo que su esposo e hijo hacían con el cuerpo de su hija.

Pasó el tiempo y Don Paco, quien fue el primer hombre de Jessica después de su hermano José Luis y su padre, llamó por teléfono a Don Nelson.

Alo, Nelson, te habla Paco, como estás.

– Dime, como está todo.

No muy bien, hay problemas, pienso retirarme del negocio, necesito mi dinero para esta semana.

– Pero que pasó Paco, porque tu decisión, acaso no te he cumplido con mi palabra.

No, sólo que ya me aburrí del culito de tu hija, esa putica ya no me gusta. La única solución es que me pongas a tu mujer para cojerla, tal como fue el trato inicial.

– Pero Paco, no puedo hacer nada sobre eso, mi mujer no aceptará jamás, dijo Don Nelson.

No sé como te la vas arreglar, pero si no me cojo a tu mujer Irene, me retiro del negocio y vas a la quiebra, y esta vez nadie te va a salvar de eso.

– OK, déjame ver que puedo hacer esta noche, mañana te doy la razón – culminó la llamada Don Nelson.

Esa noche cuando procedían a dormir Don Nelson le hizo el amor a su esposa, quien a pesar de la edad poseía un tremendo cuerpo juvenil.

Irene quiero confesarte algo, le dijo Don Nelson a su esposa.

– De qué se trata, respondió ella.

Es Don Paco, se quiere retirar del negocio y nos piensa dejar en la quiebra. Nosotros aún no recuperamos nuestra inversión, por eso es necesario que prosiga como socio en nuestra empresa.

– Y que vamos hacer con él, preguntó Irene.

Don Paco sólo desea una cosa para seguir apoyándonos con su dinero, de lo contrario no lo hará.

– Se trata de ti, el te desea y quiere acostarse contigo, no hay otra forma, por favor piénsalo bien y al amanecer me das la respuesta porque la está esperando.

Irene se quedó muda ante la propuesta de su esposo, a quien nunca le había puesto los cuernos, a pesar de los acosos que muchos hombres le habían hecho en diferentes oportunidades.

En la mañana cuando se despertaron ambos, Irene abordó a Don Nelson y le dio la respuesta: – Esta bien Nelson, lo hago por ti y por toda la familia, pero antes que opinas tu de esa propuesta de Don Paco.

– Sólo te pido que lo hagas, respondió Don Nelson, quien llamó a Don Paco para darle la respuesta afirmativa de su esposa, acordando el lugar y la hora donde se iban a encontrar, la cual por supuesto era la casa de Don Paco.

A las 3 p.m. estaba Irene muy bien vestida y perfumada en la casa de Don Paco, quien la esperaba ansiosamente.

– Pasa que te esperaba, la recibió en la puerta Don Paco; pero Irene apenada por la situación entró sin hablar.

Don Paco la llevó hasta su cuarto comenzó a besarle todo su cuerpo, le quito el vestido y comenzó a chuparle la vagina Irene, quien seguía enmudecida, pero colaborando con él. Al rato la puso a mamarle su verga, cosa que Irene sabía hacer muy bien por las enseñanzas de su esposo.

Después Don Paco penetraba a Irene, la cual a pesar de que estaba no muy de acuerdo con lo que hacía, no podía ocultar su humedad.

Don Paco la cambiaba de posición una y otra vez hasta que sintió que derramaba su semen dentro de Irene.

La invitó al baño para ducharse y la volvió a llevar a la cama, donde comenzaba una nueva sesión de sexo, pero esta vez con algo diferente. Se trataba de un juego interpuesto por Don Paco.

Quiero que te tapes con este pedazo de tela y no veas absolutamente nada, mientras yo te penetró, le pidió Paco.

Irene aceptó y se quedó en cuatro patas al borde de la cama.

Lo que no sabía Irene y jamás llegó a pensarlo es que Don Paco estaba acompañado de su hijo Gabriel, el mismo que una vez cogió a Jessica junto a sus dos amigos.

Eran los mismos personajes de esa vez. Irene apostada en la cama sólo esperaba órdenes de Don Paco, quien le dijo ahora te voy a penetrar y necesito que te quedes tranquila porque es por el bien de tu empresa y de la familia.

Su hijo Gabriel se acercó por atrás y se sacó su miembro y penetró a Irene sin que esta lo supiera al momento. A su lado estaba Paco hablando para disimular todo.

Su hijo Gabriel llamó a sus amigos, se sacó el miembro de la cuca de Irene y uno de sus amigos se puso en su lugar para cogerla.

– Irene quiero que te quites la tela de tu cara, es para que veas la sorpresa que te voy a dar, habló Paco, cosa que Irene hizo para ver sorprendida que a su lado estaba Gabriel y su amigo que aún la seguía cogiendo, mientras que el otro se hacía una paja.

– Qué es esto Paco, que me has hecho, exclamó Irene.

– Tranquila amiga, esto estaba planeado con tu esposo, no te preocupes, sólo deja que terminemos y el negocio seguirá en pie como lo desean ustedes.

No muy a gusto, Irene permitió que Gabriel y sus amigos la cogieran. Uno por el culo, el otro por la cuca intercambiando, mientras que Don Paco se lo metía por la boca, hasta que todos acabaron sus leches dentro de ella.

Se marchó a su casa tristemente y se lo contó a su esposo, quien sólo opinó que todo estaba bien.

A la semana era el turno de Jessica con Don Paco y su hijo Gabriel, había que pagar la cuota a cada rato. La otra semana era Irene, así iba todo en marcha.

Tanto como Jessica y su madre fueron cogidas por muchos hombres clientes de la empresa de su esposo, les tocó la misma suerte a ambas.

Finalizó reafirmándoles que todo este relato es puramente verdad, que todo sucedió como lo narró acá, porque fueron los mismos protagonistas, Jessica y José Luis, quienes relataron esta historia de su vida a mi hermana, quienes son buenos amigos.

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