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Obediencia

Obediencia

Hola, mi nombre es angie, tengo 19 años y soy hija única, mi madre murió hace algunos años y vivo sola con mi padre, el tiene 41 años y hace mucho deporte por lo que se mantiene con un muy buen aspecto todavía.

Les voy a contar lo que me paso cuando tenia 17 años, mamá había muerto un año antes, por lo que yo me volví rebelde y desobedecía a mi padre, nunca le hacia caso, en aquel entonces, como hasta ahora, yo tenía muy buen cuerpo, era delgada, tenia unas nalgas muy bien formadas, y mis tetas o senos, eran de muy buen tamaño y bastante duritos; bueno, sucede que una noche en la que salí sin permiso con un amigo, mi padre se enfureció tanto conmigo que se escondió detrás de unos arbustos, en el transcurso de la noche al llegar a mi casa, nos detuvimos mi amigo y yo y la verdad yo ya estaba algo pasada de copas y mi amigo también, así que en la oscuridad de la calle nos estuvimos metiendo mano dentro del auto, yo ya tenía la blusa arriba, por lo que se me veían las tetas y el ya se había sacado la polla del pantalón, en eso una luz nos alumbró por el vidrio, era mi padre enfurecido, abrió la puerta del auto y me sacó totalmente enloquecido y me arrastro hasta la casa, estaba asustadísima me empujo en la sala y a gritos me dijo:

– maldita puta, nunca me haces caso, ya estoy harto, me tienes cansado; me dio dos bofetadas, me tomó del pelo y me llevó arrastrando hasta mi cuarto

– vas a ver chiquita, vas a entrar en cintura-

cerró la puerta del cuarto y le puso llave, yo estaba atemorizada, así que me quede en mi cuarto sin hacer nada.

Al día siguiente me desperté como a eso de las 10:00 y con bastante hambre, me bañe y me vestí, pero a la hora de salir del cuarto me di cuenta que seguía con llave, intente abrirla, pero no pude, así que me quede ahí hasta que llegara mi padre de su trabajo; como a las 7:00 llego mi padre de su oficina, al oírlo le grite para que me abriera la puerta el subió las escaleras y abrió la puerta, yo estaba bastante enfadada con el así que nada mas abrió, lo empuje y me baje a la cocina, mi papa se enojo mucho, me siguió a la cocina, me agarro del pelo y me dijo:

– niña grosera, aquí no va haber comida hasta que se te bajen esos humos-

– me duele papá, suéltame –

– te dije que ya me cansaste- y me llevo casi a rastras a mi cuarto

– aquí te vas a quedar hasta que cambies, ya me tienes harto, no vas a comer, ni a salir –

– qué te pasa, estás loco – le grite, y le cerré la puerta en sus narices, no estaba dispuesta a aguantarle sus regaños, después de cómo me había tratado; el cerro la puerta y le puso llave otra vez.

Pase una noche de los mil demonios, pero no estaba dispuesta a permitir que el ganara, así que me dispuse a aguantar unos días de lo mas aburridos, puesto que eran vacaciones, no tenia que ir al colegio, ahora lo extrañaba, y ya me moría de hambre había pasado todo un día sin comer, intente dormir pero no pude.

A la mañana siguiente, casi no había dormido nada del hambre, pero no iba a ceder con papa, así que desde la mañana estuve gritando para que me abriera la puerta, papá me abrió y yo salí corriendo a la cocina, cual fue mi sorpresa que al entrar a la cocina me encontré, con que el refrigerador tenia un una cadena con una candado para que no la abriera, era increíble, papa se estaba pasando de la raya, busque en la alacena y nada, no había nada en ningún lado, diablos mi padre estaba loco, el estaba muy tranquilo en el comedor leyendo su periódico, así que fui a reclamarle:

– que te pasa papá, ¿estas loco?, tengo hambre-

– no me grites, soy tu padre, aunque no quieras-

– estas mal del cerebro eso es lo que te pasa, eres un desgraciado – le seguí gritando,

– ¡que ya no me grites!- el estaba enfurecido, se levantó de la mesa y me dio una bofetada, que me dejó mareada

– eres una chiflada, pero voy a hacer que me obedezcas aunque sea a golpes – me tomó del cabello, y me jalo hacia el cuarto, yo estaba mareada pero me logre zafar y corrí a la puerta, llegue a ella e intente abrirla, pero tenía llave

– ¿que coño estás haciendo papá?-

– te dije que no vas a salir, así que clave las ventanas por afuera, y todas las puertas tienen llave –

– ¿pero que diablos te pasa papa?, estas enfermo- le grite, y corrí a la ventana, y era cierto no podía abrirlas, ni siquiera para gritar, esto había ido demasiado lejos, corrí a mi cuarto, las ventanas seguro no estarían cerradas

– si piensas que vas a escapar por las ventanas de tu cuarto estas muy equivocada, las acabo de clavar ahorita que estabas buscando que comer-

estaba loco mi padre, no se que le había pasado, tal vez lo de mi madre, no lo se, llegue a las ventanas y en efecto estaban clavadas, además todas tenían protecciones de metal, para impedir un robo, aunque ahora pareciera mas como una cárcel, rompí un vidrio y grite pidiendo ayuda, pero nadie escuchaba, mi casa es una casa bastante grande y tiene un patio inmenso con pinos enormes, además esta construida en una zona casi deshabitada, por lo que la próxima casa, además de tener las mismas condiciones, esta lo suficientemente lejos como para que no se escuche nada

– se me olvidaba hija, si se te ocurre hablar por teléfono, lo acabo de cortar y el celular tuyo lo tengo en mi oficina – me dijo con pasmosa tranquilidad cuando llego al cuarto;

cerró la puerta y le puso llave de nuevo

– nos vemos luego hija-

– eres un desgraciado hijo de perra – le grite, llena de rabia

Estaba muerta de hambre, ya tenía dos días sin probar bocado, menos mal que agua si tenia, por que si no me hubiera desmayado; cuando llegó papá del trabajo, le grite como desesperada, rompí cosas, pero nada, ni siquiera me hizo el menor caso, me canse, y me tire en la cama, había acabado con todas mis fuerzas, ya no me sentí con ganas de nada.

En la mañana siguiente, papá muy de mañana abrió mi cuarto, y me dejo un mendrugo de pan, y me volvió a cerrar la puerta, yo me lo comí como desesperada, pero no me sirvió de mucho, mi cuerpo no estaba acostumbrado a estar sin alimento varios días, así que estaba débil y la verdad casi delirando, por mi mente pasaban miles de ideas; cuando llegó papá del trabajo yo ya no hice nada, no tenia caso gritar además no tenia fuerzas suficientes, papá ni siquiera subió a dejarme algo para comer así que ya llevaba tres días y solo había comido un mendrugo de pan, estaba casi por desmayarme, lo juro.

En la mañana del cuarto día papá abrió la puerta de mi cuarto, yo ni siquiera hice el intento por salir, el se fue a trabajar así que yo estuve buscando comida por toda la casa, pero no encontré nada; así transcurrió hasta que mi padre llego de la oficina yo estaba en mi cuarto, el se cambio y prendió la tele de la sala, en eso me llego olor de comida y baje, ahí estaba el comiendo pan tostado con mermelada, sentado en el sofá viendo la televisión, estaba que me moría de hambre, pero mi espíritu estaba doblegado así que dócilmente me senté en el sofá al otro lado de el, me le quedaba viendo mientras comía, el se volteo hacia a mi y me dijo:

– ¿gustas una probadita? –

Yo asentí con la cabeza rápidamente, me moría de hambre y ya no tenia fuerzas para pelear, el puso, el pan tostado en la mesa, me miro, bajo sus manos a la entrepierna, bajo su cremallera, saco su enorme polla (media como unos 23 cm. y era bastante gruesa), medio erecta, aunque aun así parecía enorme, agarro la mermelada y se la unto en la polla

– aquí esta tu cena hijita…come –

– ¿que te pasa papá? ¿estas loco?..soy tu hija-

– jajajaja…ahora me vas a salir con que eres virgen, si te vi en el carro, y te he visto haciéndolo con tus novios más de una vez-

– ¿aparte de todo me espías papa? – dije enojada

– a veces angie, pero nada mas por el morbo –

A mi esto me dio mucho asco, no podía creerlo, una cosa era un castigo, y otra que quisiera abusar de mi, me levante asqueada y me fui a mi cuarto sin probar comida.

A la mañana siguiente me despertó el olor a comida provenía de la cocina, inmediatamente baje, puesto que mi padre ya no me cerraba la puerta con llave, ahí estaba mi padre, sentado en la mesa, desayunando unos huevos estrellados

– hola corazón, ¿como dormiste?-

yo le grite con mis pocas fuerzas

– ¡eres un hijo de puta! –

El se levanto y enfurecido me dio varias bofetadas, y me dejo tirada en el piso de la cocina

– ahora si… ¿como dormiste hija?-

– mal, como quieres que duerma si apenas he comido en 5 días –

– ¿quieres desayunar hijita? –

– si papá, por favor tengo mucha hambre –

Dicho esto, papá se sentó de nuevo en la silla, bajo su mano y volvió a abrirse la cremallera y a sacarse su polla, ahora se veía enorme puesto que estaba casi en su totalidad erecta, nunca había visto una de ese tamaño y vaya que había visto varias, agarro una cuchara, rompió la yema y con la cuchara se la embarro en la polla

– aquí esta tu desayuno hija –

A mi me daba un asco tremendo, pero tenia mucha hambre y mis fuerzas para luchar contra mi padre eran nulas, no se porque, me imagino que por instinto me fui gateando hasta llegar a los pies de mi padre, este se volteo hacia mi, yo levante una mano y con el dedo toque su polla, me embarre el dedo con la yema, y lo lleve a mi boca, el se levanto y me dio una bofetada

– te dije que con la boca perra, ahora no vas a comer hasta que aprendas, perrita –

Se levanto de la mesa con su plato y se fue a su cuarto, yo me retire golpeada y hambrienta y me fui a mi cuarto.

Al otro día en la mañana me volvió a despertar el olor a comida volví a bajar a la cocina, de nuevo el mismo cuadro de ayer, mi padre en la mesa con unos panqueques, yo avance hacia el y me senté en el piso, como una gatita

– hola perrita, ¿como amaneciste? –

– bien papá, con hambre –

– ¿quieres panqueques?, están riquísimos –

– si papá –

– bueno –

Papá saco su erecta polla, que estaba durísima, más que los otros días, y se puso miel en ella

– aquí esta tu comida perrita, cómetela, pero ya sabes sin manos –

Yo me fui a gatas hasta sus pies, tenía su polla enfrente de mi boca, me arme de valor y le di un lengüetazo

– así perrita, muy bien, vez como si entiendes, ahora quiero que te la comas –

– pero esta muy grande papá, no me va a caber en la boca –

– tu hazlo perrita si quieres comer –

Así que sin pensarlo mucho, me metí lo mas que pude de su polla en mi boca, apenas si entro el glande, nunca me había tragado una tan grande en mi vida

– así corazón, que linda perrita, -me dijo papá mientras acariciaba mi pelo

Era increíble lo que antes me había causado asco ahora me parecía delicioso, tan caliente, tan grande, tan dulce; la chupe lo mas que pude, me la sacaba de la boca y le recorría con la lengua a lo largo, me parecía riquísima, todos mis tabú habían desaparecido; desesperada por su tamaño, utilice mis manos para masturbarle mientras se la mamaba, era tan grande, papa me jalo de los cabellos y me separo de su pene

– ¿quieres mis panqueques querida? –

– si papá –

Agarro su desayuno y lo puso enfrente de su polla, se masturbo, hasta que eyaculo en los panqueques, se agacho puso el plato en el piso

– ahí esta tu desayuno perrita –

Me soltó del cabello, yo me abalancé hacia su polla llena de semen y se la limpie, después que termine, tome el plato y me comí los panqueques, la verdad que estaban deliciosos llenos de su leche; el se fue a su cuarto y así transcurrió todo el día, en la noche me llevo un plato con pan, para que repusiera las fuerzas.

Al día siguiente ya estaba yo mas repuesta, me desperté hasta el mediodía, como era domingo, papa estaba en la casa; me llego el olor a carne, así que me levante y fui a la cocina, ahí estaba mi papá cocinando

– ¿como esta mi hijita? –

yo no conteste, sabiendo lo que el quería, y la verdad lo que yo también quería, me hinque delante de el baje la cremallera, le saque su polla y sin decir palabra me la trague lo mas que pude, ahora pude un poco mas, porque no estaba erecta al 100% pero a los pocos segundos creció hasta ponerse enorme como siempre en papá, se la mame de una manera que se volvió loco, y con las ayuda de mis manos masturbándole, no tardo mas que unos pocos minutos para que se corriera en mi boca, casi me ahogo, el chorro fue descomunal y pego en la garganta, no se como le hice pero pudo mas mi excitación, porque no me la saque de mi boca y me trague todo cuanto pude, alguna parte de la leche resbalo por mis labios, pero la demás me la trague, se la seguí chupando hasta dejársela limpia, me la saque de la boca, me senté en la mesa y me puse a comer, papá hizo lo mismo.

Desde ese día la relación con papá había cambiado, ya no era la misma, ese día papá se dedico a quitar los clavos de las ventanas, puso el teléfono, me devolvió el celular y no volvió a poner llave en las puertas.

Al día siguiente totalmente recuperada, me desperté hasta tarde, comí como nunca, y estaba viendo la tele en la sala cuando papa llego, cuando escuche el coche de papá, mi vagina empezó a mojarse toda y mis pezones se pusieron durísimos, estaba excitadísima; cuando papa abrió la puerta me levante y corrí hacia el, le quite su saco, el portafolio lo avente al sofá, me hinque y le saque su polla; papá estaba sorprendidísimo, pero en el cielo; me comí su polla con un hambre, me la metí hasta donde pude, mi boca ya se estaba acostumbrando al tamaño, me la saque de la boca, baje mi mano a mi conchita me la metí por debajo del short y le dije:

– mira como tienes mojada a tu hija papi- mientras le mostraba mi mano llena de mi jugos, – hoy no le habías dado de comer a tu perrita – me lleve mi mano, con mis jugos a mi boca y la lamí, esto lo puso a cien, pero no se movió, yo me quite al blusa, me levante y nos dimos un apasionado beso en la boca, nuestros labios se trenzaron, y el se apodero de mis tetas, y de mis culo, la sensación era increíble

– mi perrita- susurro a mi oído

– tu perrita, tu puta, tu hija, tu esclava…lo que tu quieras papi —

De nuevo me baje hasta su polla, y me la trague, no me la saque hasta que ya estaba flácida y me había comido toda su leche

Después de ese día, me comía su polla a cada rato, me encantaba ponerle miel, mermelada, mantequilla, chocolate, lo que fuera, pero nunca me penetro, decía que no lo iba a hacer porque una cosa es una mamada y otra follar con su hija, a mi me parecía ridículo; el día que cumplí 18 años el llego a la casa con una pizza para festejar, yo lo espere desnuda detrás de la puerta, así que cuando la abrió, me abalancé hacia su polla y se la empece a mamar, el puso la caja de la pizza en una mesa esquinera, yo la vi , me levante, le di un beso, abrí la caja de la pizza y empecé a masturbarlo frente a ella, el se puso a mil, porque al poco rato se vino sobre la pizza, mi regalo, pensé; puse la caja en el piso me puse a cuatro como una perrita y me empecé a comer mi regalo; primero lamía la pizza, como una perrita, después intente comérmela; no se, me imagino que portarme como un perra hizo que mi papá se pusiera frenético, porque a los pocos minutos sentí se polla erectisima sobre mi culo, me asuste porque, la polla de mi padre, me partiría el culo en dos, pero ni modo no hice nada, yo también estaba demasiado excitada como para oponerme; el paseo su polla por sobre mi culo y por sobre mi rajita, yo estaba lubricadísima, esperaba que por fin me penetrara, lo ansiaba tanto, sentí la cabeza, entrando en mis labios, yo levante el culo, para facilitar la penetración, de un solo golpe, papa me metió toda su polla, quise saltar del dolor, era inmensa, mi boca ya se había acostumbrado, pero mi vagina no, al rato de un mete y saca brutal, el dolor ya era total placer, y yo me sentí la mujer mas dichosa del mundo, ahora entendía a mamá;papá me jalo del cabello y me susurro al oído:

– mi perrita, no sabes como había deseado esto, cogerme a mi propia hija –

Mientras me hablaba me embestía con tanta fuerza, que parecía que me quería atravesar

– quiero partirte el culo angie, quiero que sea mío también –

– pero…papá –

no termine ni la frase, cuando me había sacado la polla, y me estaba empinando mas en el suelo, no sabia que hacer, quería, pero tenia miedo de su polla en mi ano, como quiera no dije nada, papápuso su polla, que estaba súper lubricada con mis jugos, en mi culo, y empezó a empujar con fuerza, el dolor era increíble, me salían las lagrimas, papa no cedía, el glande, la mitad, un poco mas, hasta que de pronto sentía toda su enorme polla dentro de mi culo, el dolor era intenso, y la alfombra estaba manchada con mi sangre, papáno se preocupo por mi, y siguió taladrando mi culo, cada vez mas fuerte, cada vez mas rápido, el dolor cedió, y el inmenso placer de una polla enorme dentro de mi cuerpo, su fue apoderando de mi, mis gritos eran cada vez mas fuertes

– me rompes el culo papa, me rompes el culo –

– así mi perrita, siente mi polla –

– que gusto, papa, cogeme, cogeme, parte a tu niñita –

– ¿así mi niña?, ¿te gusta la polla de papa en tu culo?-

– me encanta…argggggggg….paaaaaaapaaaaaaaaaaaaaaaa…..-

Me corrí como desesperada, no se si fueron una o varias veces, ni cuanto duramos cogiendo, pero era la experiencia mas fantástica de mi vida, papa seguía matándome de gusto

– ahora, además de mi perrita, de mi esclava, de mi puta, hija mía, eres mi mujer… no quiero ningún hombre junto a ti, todos los días vas a dormir en mi cama, nos vamos a mudar a donde nadie nos conozca y ahí serás mi esposa…. ¿entendido angie?-

– si papa soy tuya por siempre –

Mientras decía yo esto, sentí su leche caliente llenar mis intestinos, papa saco su polla y yo me di la vuelta y se la chupe, hasta que se la deje limpia.

Después de eso nos mudamos a otro país, ahí todos me conocen como su esposa; él hace conmigo lo que quiere, incluso me ha rentado a algunos tipos, que me cogen mientras el mira; estoy embarazada de mi padre, voy a dar a luz a una linda niña, que se llamara como yo, angie, cuando ella tenga 15 años, papa, tendrá 54 y si dios quiere, y todavía tiene fuerzas, él le quitara la virginidad y la volverá su esclava sexual, como lo hizo conmigo hace algún tiempo, eso ya lo acordamos y yo estoy feliz por ella, que gozara de una polla enorme tanto como yo, que soy su madre y su hermana.

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