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Mi historia III

Mi historia III

A la mañana siguiente nos comportamos como si nada hubiera pasado entre Dolores y yo.

Loli llegó casi a las 11 de la mañana y tuvo una gran bronca con su madre, mientras Gustavo parecía no haberse enterado de nada.

Me fui a la playa solo, y cuando volví hacia la hora de comer Loli seguía durmiendo.

Después de comer saludó y se volvió a ir con el consiguiente enfado de su madre.

Esta dijo que si nos íbamos a la playa, Gustavo dijo que no le apetecía y me hizo señas de que contestara lo mismo.

Como no le había hecho nada de caso últimamente me quedé con el y su madre se fue sola.

Joder, que ganas tenía de un poco de tranquilidad, ayer me pillé dos películas porno y no he podido verlas. ¡Vamos a ponerlas!.

A mi la verdad, no me hacía mucha gracia ponerme a ver pelis porno con el tute del día anterior, pero como ya he dicho para que no se mosqueara, y teniendo en cuenta que por la noche venía su padre y no podríamos verlas, le deje ponerlas.

La primera película era la típica película americana de rubias oxigenadas y con pechos operados (no es que me disgusten, pero no tienen variedad), en fin algo aburrida.

La estuvimos pasando rápido y apenas estuvimos 20 minutos viéndola.

La segunda era mucho más entretenida y tenía algo de historia.

Esta si que la estuvimos viendo con interés y Gustavo empezó a ponerse cachondo, a tenor de los apretones que se daba en el bulto que se le formó en el pantalón.

Así me lo hizo saber, y como ya habíamos visto anteriormente otras pelis y nos habíamos masturbado uno delante del otro, se saco la polla sin contarse un pelo y empezó a meneársela.

Al cabo de un par de minutos se dio cuenta de que no le acompañaba en estos menesteres y me preguntó si no me gustaba la peli.

Si, pero me la meneé anoche y no me apetece ahora mismo, dije disimulando. Joder tío es que así me da un poco de corte.

En ese momento oímos la puerta de la calle, Gustavo se guardó la polla lo más rápido que pudo y yo intenté quitar la peli, pero como la entrada del apartamento daba al salón, nos pillaron infraganti.

Era Dolores que se aburría sola en la playa y se había venido al apartamento, como estaba sacando la peli del vídeo me preguntó que era lo que quitaba con tanta prisa.

Y yo un poco cortado y un mucho colorado le dije que una peli de acción que habíamos alquilado.

Y si es de acción ¿por qué la quitas? Preguntó. Es que es un poco fuerte y desagradable, contestó su hijo.

Venga ponla, de todas maneras no tengo nada que hacer y si me resulta desagradable la quitamos y en paz.

Pero, pero… decía Gustavo, mientras Dolores me quitó la película de las manos y la metía en el video. Venga sentaos, dijo poniéndose en medio del sofá , invitándonos a sentarnos uno a cada lado.

Cuando terminó la película de rebobinar, empezó la peli que como ya he dicho tenía trama y tarda casi 10 minutos en tener la primera escena de sexo fuerte.

Gustavo estaba que si le pinchan no sangra, y yo la verdad que ya me había tranquilizado, incluso sentía curiosidad en ver como reaccionaba Dolores.

Pues vaya una acción, y que actores más malos, además no los he visto en mi vida, dijo Dolores.

Pues quítala, dijo Gustavo. En ese momento la chica empezó a desnudar al protagonista y ha hacerle una mamada. Yo no miraba la peli, solo a Gustavo y a Dolores.

Este tenía la mirada perdida en la pantalla, como esperando recibir una bronca, y Dolores tenía la boca abierta, pero no decía nada. Al cabo de un rato de sexo explicito en pantalla, Dolores dijo entre enfadada y divertida.

Teníais razón en que era de acción, guarros, pero la verdad no veo lo desagradable por ningún lado. Gustavo miró a su madre, me miró a mi, se encogió de hombros y se recostó aliviado en el sofá.

Yo flipaba en colores, estaba viendo un porno con mi amigo y su madre como si fuésemos tres colegas. La situación empezó a ponerme caliente y era más que evidente mi erección.

Como me divertía la situación y ya tenía confianza con Dolores, empecé a preguntar cosas para ponerla nerviosa. ¿Has visto alguna película antes?, pregunté.

Alguna, dijo sin quitar los ojos de la pantalla, pero ninguna tan entretenida como esta. Y menos con unos tíos como esos, vaya cuerpos y vaya pollas que se gastan.

Gustavo exclamó ¡Mamá!. Vaya hombre, ahora te pones digno y hace medía hora te he pillado meneándotela delante de Fernando. ¿Me has visto?, preguntó totalmente colorado. Claro que te he visto, además con el bulto que tenias en el pantalón, como para no darse cuenta de que algo estabais haciendo.

Además no tienes que avergonzarte, soy tu madre y aunque no lo fuera, me preocuparía si a tu edad no os echarais una paja de vez en cuando.

Se hizo un silencio incomodo durante un par de minutos, y yo que seguía con lo mío le dije: Tienes razón, además si no estuvieses delante ahora mismo estaríamos con las pollas en la mano. ¡Tío, no te pases!, dijo Gustavo. No importa, dijo su madre, por mi no os privéis.

Cuando dijo esto, ya tenía la mirada de cachonda que yo conocía del día anterior y para ver donde llegaba, me saqué la polla y empecé a acariciármela lentamente.

Gustavo, me miraba entre excitado y aterrorizado, pero su madre le dijo, venga hombre no seas tonto, total ya te he visto antes.

Algo confundido Gustavo se la sacó y empezó también a acariciársela.

¿Habéis estado con alguna chica?, pregunto Dolores, aunque la pregunta era para su hijo la formuló de manera general.

No, mamá, contestó. Yo tampoco, dije mientras guiñaba a Dolores. ¿Entonces no habéis visto masturbarse nunca a una mujer?.

Pues no, dijimos casi a la vez. Pues si os portáis bien, y no os importa, vais a verlo ahora, que una no es de piedra.

Sin esperar respuesta, se quitó el pareo y el bañador que llevaba, quedándose totalmente desnuda y abrió las piernas montando una sobre cada uno de nosotros debido a lo pequeño que era el sofá.

Gustavo no decía nada, solo se la cascaba furiosamente mientras miraba a su madre frotarse el clítoris. Yo mientras seguía acariciándome la polla a escasos centímetros del muslo de Dolores, y miraba divertido y excitado la escena.

Deberíais aprender a tocar una chica, dijo Dolores, es muy frustrante que te dejes tocar por un chico y el no sepa. Puede estropear una relación. Venga Fernando, anímate que te enseño.

Esto ya se le había ido de las manos a Dolores y no se daba cuenta o no le importaba que uno de nosotros era su hijo.

Me dije: Que coño, y empecé a tocarle los labios y el clítoris con la punta de los dedos de la mano izquierda, mientras me masturbaba con la derecha.

Dolores, parecía disfrutar, pero al verme dijo: Estate en la faena, que de eso me ocupo yo. Y se metió mi polla en la boca, mientras me tocaba los cojones.

Gustavo, seguía sin decir nada, pero no perdía detalle. En un momento de lucidez se le escapó: Pepepepero….mamá eres una puta!. Dolores, se sacó la polla de la boca y mirando a Gustavo, le dijo: Tiene razón, soy muy mala, y no te he hecho caso mi vida.

Se calló, cogió la polla de Gustavo, le miró a los ojos sonriendo y se la metió en la boca. Yo no podía más, me incorporé en el sofá, y mientras Dolores le comía la polla a su hijo, yo le levanté el culo, y se la metí en el coño de un golpe.

Para entonces ni Gustavo se quejaba, ni nadie se acordaba de la película.

Cuando Gustavo se corrió en la cara de su madre, y yo hice lo propio sobre su culo. Dolores dijo: Os habéis portado muy bien, pero yo aún no me he corrido.

¿Quién quiere aprender a comerse un buen coño?.

Cuando yo iba a contestar, Dolores miró a la pantalla, y en ese momento dos tíos se estaban follando a la vez a una chica.

Mejor, ¿Por qué no me hacéis eso?. Solo de pensarlo se nos puso las pollas listas de nuevo.

Gustavo, que no se había levantado en toda la tarde, se quedó sentado en el sofá, Dolores sin hablarle, ni casi mirarle, se sentó encima metiéndose la polla en el coño, empezando a subir y bajar suavemente sobre el.

Yo fui a buscar vaselina, o algún lubricante al cuarto de baño.

Dolores al verme salir de la habitación, me gritó: ¿Dónde vas cabrón? Ven aquí y fóllame el culo de una vez.

No me lo pensé, y corrí tras el sofá, me la agarré, me la unté un poco en saliva, y me dije: Si quieres guerra….. y se la clavé de un golpe. Dolores chilló como una cerda, tanto que Gustavo y yo nos asustamos, nos paramos y ella gritó:¿Pero no me habéis oído?, he dicho que me folléis, coño.

Quiero que me rompáis el culo. Quiero estar llena de polla. Quiero que me deis fuerte. Quiero pollaaaaaaaa……….!, exclamó como una posesa mientras se corría.

Nosotros flipando como estábamos con la actitud de Dolores, aún no nos habíamos corrido de nuevo, así que seguimos con la faena.

Chicos, que yo no tengo ya 15 años, dejarme descansar.

Y una mierda, dijo un desconocido Gustavo, no querías polla, pues hártate. A una guarra como tu no se le da descanso, solo leche hasta que le salga por las orejas. Y diciendo esto empezó a darle más fuerte y rápido.

Muy bien, veo que has aprendido a tratar a una mujer, mi vida. Dijo Dolores meneando el culo más excitada si cabe que antes.

Yo me corrí primero y me aparté un metro, mientras observaba la escena.

Es flipante ver como un madre monta a su hijo, dije mientras Gustavo se corría dentro de su madre.

Pero me temó que estas palabras fueron una metedura de pata, porque cuando Dolores se incorporó se fue al cuarto de baño y de ahí a su cuarto, y no salió en toda la tarde.

Gustavo tampoco estuvo muy comunicativo en todo el día, y como su padre vino esa noche y la situación era muy incomoda para mi, porque ni Loli, ni Gustavo, ni Dolores querían apenas hablar conmigo, salvo los saludos y comentarios obligatorios, decidí volver a mi ciudad.

El curso siguiente, Gustavo me evitaba, y poco a poco perdí el contacto con ellos.

No se, si ellos lo habrán olvidado, habrán aprendido a vivir con ello, o habrán continuado Gustavo y Dolores con sus andanzas sin mi.

Pero una cosa es segura, yo nunca los olvidaré, y a Dolores la que menos.

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