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Mi cuñado me da lechita II

Después de la mañana tormentosa que les conté, regrese a casa satisfecha y feliz de lo que Jorge me había hecho, sobre todo porque ese día, era precisamente uno de mis días más fértiles y la cantidad de semen que me había disparado Jorge en mi interior de seguro me había dejado embarazada, así que llegaba a mi casa con la idea de que llevaba en mi interior el fruto de mi rey Jorge, y anhelaba que fuese precisamente como él un Jorgito. Porque a pesar de mis 4 años de matrimonio aún no era mamá, por habernos cuidado, ya que mi esposo nunca se me acercaba en esas fechas, para evitar embarazarme, decía que aún no quería niños, para poder mejorar nuestro hogar y según él no nos quitasen tiempo en nuestros respectivos trabajos, pero yo ya quería ser mamá y ahora se empezaba a cumplir mi anhelo, sobre todo el tener un hijo de mi cuñado Jorge.

Por lo tanto, tenía que empezar a pensarle como decirle la noticia a mi esposo, al corroborar mi embarazo, por lo pronto, como estaba de vacaciones, llegue a casa y me acosté a deleitarme con mis matinales recuerdos felices de lo que me había hecho mi cuñado Jorge.

Tres horas después, me levante y me di una ducha, para darle agua caliente a mi panochita que todavía sentía adolorida pero feliz, al terminar me envolví en mi bata y salí a llamar por teléfono a mi esposo, quien me dijo que llegaría tarde porque tenía mucho trabajo. Después regreso mi hermana y le conté que me sentía muy feliz, ya que parecía que por fin iba a ser mamá, ella me felicito, sin saber que se trataba de un hijo de su esposo, nuestro Jorgito. Nos despedimos y me acosté.

Por la mañana le prepare su desayuno a mi esposo y se fue a su trabajo. Yo no sabía qué hacer, pero sentía un escozor entre mis piernas,anhelaba estar con mi rey Jorge, mi cuñadito adorado; me metí al baño durante una hora para ver si se me quitaba la calentura, pero no, me sentía caliente, con ganas de ser cogida por mi Jorge, salí del baño solamente con mi bata, en eso tocaron a la puerta, me asome por el ojo de la puerta y vi a mi papacito Jorge, le abrí nos besamos y me entrego una rosa roja diciéndome que había sido inmensamente feliz con la mamada de verga que le hice ayer por la mañana, me desabrochó mi bata y contemplo mis grandes y redondeados senos, los beso y acaricio con sus manitas, me dijo tengo más ganas de ti, de comerte completamente y poseerte nuevamente, porque eres mía, mi putita Irene. Si papacito, le dije simplemente. Me tomo en sus brazos y me llevo a la cama, me quito completamente la bata y nos sentamos juntos, empezó a besarme mientras que con una mano tocaba mis tetas y con la otra iniciaba una exploración por mi coño, bajo sus labios a mis tetas y su mano siguió jugueteando con mi coño y con mi clítoris, introduciendo sus dedos en mi vagina. ¿Podría existir algo mejor?. El ritmo de sus dedos me alucinaba pero yo quería algo más y Jorge me leyó el pensamiento, me echó para atrás y empezó a comerme el coño, mientras sus dedos se introducían en mi culito. UMMMM que delicia: me mordía, me chupaba, su lengua recorría y entraba en mí. OHHHHHHH SSIIIIIIIII. Yo empecé a tocarme las tetas mientras el frenéticamente chupeteaba mi clítoris, me mordía el coño y su lengua me penetraba. Pronto se mojó mi coño, me vine en su boquita, pero yo quería más, aunque en eso Jorge paró y me dijo: “Ahora te toca a ti”. Se levanto y se quitó su ropa, me acercó a él y noté su verga completamente dura, la admire, que hermosa estaba, rígida como un palo, recorrida por sus venas llenas de sangre, que la hacían poner así de preciosa, le di un beso, le mire a los ojos y me dijo: Continua putita, como ayer, chúpala, pero cuando diga para, te detienes, eh Irenita.

El vio mi cara que asentía y empecé a besarle su grande verga a todo lo largo, mientras mis manos acariciaban sus grandes, peludos y hermosos huevos.

Lo lamí, lo chupe, lo mordisquee ligeramente, , y empecé a mamarlo con gran fuerza queriendo extraerle la deliciosa lechita que ya sabía que producía, y que tan deliciosa me supo ayer por la mañana. “Sigue Irenita, chúpalo putita como sólo tú lo sabes hacer, mama mis huevos también putita Irenita… OHHHHHHHHH PARAAAAAAAAA. Lo metía casi por completo en mi boca buscando el mayor placer posible, mis mamadas a su verga pronto se vio correspondida, un torrente de su rico y delicioso semen inundo mi boca. Tuve que tragarme todo el semen que lleno mi boca no tenia deseos de que se desperdiciara ninguna gota y como ayer por la mañana me pareció un delicioso manjar, por lo que me trague todo su sabroso semen, estaba pasando las ultimas gotas cuando m e quede paralizada… discúlpame mi rey, pero es que es tan rico tu semen que quise saborearlo nuevamente.

Siiiii, pero sigue chupándolo putita, porque quiero cogerte nuevamente. Así que continúe chupando su rica verga, y lamí los huevos de mi cuñadito, de mi papacito Jorge, los mordisquee,, así como a su verga, hasta que finalmente quedo limpia de semen y completamente parada luciendo ante mí su belleza. ¡Qué grande y preciosa se veía! Jorge me recostó en la cama, se me subió, me beso en los labios, y me introdujo su verga de un sopetón, casi hasta el fondo, Ayyyyy, papito, y yo simplemente lo rodee con mis piernas y brazos: papacito, que rico me coges, soy tuya, párteme en dos, AUCHHHHHH, duele pero que rico siento AYYYYYY; inició un ritmo delicioso de mete y saca, por unos minutos, después me volteo y me siguió cogiendo. Sigue JORGITOOOOOOO, quiero tu semen dentro de mí, AYYYYYY, que bien me coges cuñadito. “Ahora sí, estas sabiendo lo que es un hombre, ehh, putita, Irenita rica, mi deliciosa mujercita, ya sabes cuando quieras verga, solo pidemelaaaaaaaaaa”. En eso lanzo un chorro de semen en mi interior, lo bese, le di las gracias, me zafe de él y bese todo su cuerpo desde su cabeza hasta sus pies, pasando por el rico instrumento de mis placeres, su verga semidura y enrojecida por tanta fricción requería de mis atenciones, para refrescarla y limpiarla, ya que tenía estratos de la batalla con gotas de semen escurriendo por ella, así que la chupe y lamí nuevamente, ¡¡Jorge, que deliciosa es tu lechita, papacito!!, finalmente, nos abrazamos, nos besamos y quedamos un rato ahí, unidos en la cama de mi esposo, acariciándonos y besándonos como dos novios colegiales, después de haber hecho una travesura. Claro la travesura era para mi esposo, que ahora si de seguro sería papá.

Después de un rato, nos dirigimos al baño a darnos una ducha, él hizo pipi y me dijo ven, ayúdala a descargar. Yo me le acerque y la tome en mis manos, que rica se sentía, note como corría su orina por la verga y me encanto dirigir dicha verga preciosa salpicando mis dedos y la taza del baño, se la sacudí, me incline y le di un beso. MUAAAA, ¡verga hermosa, que rica estás!.

Nos bañamos mutuamente, me encanto enjabonarlo todo, pero sobre todo al enjabonar sus grandes huevos y su vergota, a la cual masturbe durante unos minutos, solazándome con este agasajo que le daba. Claro se le paro completamente, luciendo ante mí su erecta belleza, me arrodille y la bese, la chupe nuevamente, le mordisque su glande, y después de un rato el la retiro de mi boca.

Papacito, no me la quites, quiero más verga, quiero tu lechita, quiero tu semen, me fascina saborearlo, es tan delicioso.

Si putita, pero en otra ocasión será, ahorita lo que quiero es probar tu culito, así que voltéate, inclínate un poco y sentirás lo que es bueno.

Pero Jorge, nadie me ha metido nada por allí, y tu verga es tan grande cuñado, que me partirás en dos.

No te preocupes, me dijo y tomo el tarro de crema y me puso en la entrada de mi culo, y en su verga. Bueno, de todos modos tenía ganas de entregarte este rinconcito para ti, para que tú lo abras con tu verga por primera vez, claro además de que tú Jorge eres el único que me da lechita rica y calientita, me incline y espere su acometida. Me puso la verga en la entrada y ayudándose con una mano, la empezó a mover alrededor de mi ano, mientras que con la otra mano me acariciaba mi panochita y mi clítoris y toda, no sé cómo lo hacía, pero que feliz me estaba haciendo, me vine en un orgasmo en su mano, ya que la posición en que me tenía me excitaba, el saber que me estaba introduciendo la cabeza de su vergota en mi culito y que era precisamente él, mi cuñado, mi Jorge, mi rey, quién estrenaba ese cálido lugarcito. Me metió más verga, casi hasta la mitad, me dejaba acomodarla dentro de mí, y empezó con un delicioso vaivén, mete y saca de su hermosa verga sobre mi culito. Así permanecimos durante un rato hasta que me acostumbre a ella. PAPIIIIITO, SIGUEEEEE, MEEEETEMME TODA TU VERGA, y él no se hizo de rogar de un sopetón me introdujo toda, hasta que sentí en mis nalgas sus huevos hermosos, esto casi me dejo sin aliento, eso sí me porte como toda una puta y aguante su embestida y nuevamente siguió con su bombeo, hasta que me hizo venirme otra vez. Y después baño mi interior con sus disparos de semen, chorros de su sabrosa lechita. (¡Que cantidad enorme de semen disparaba su verga!, mi marido solamente 3 o 4 chisguetitios y eso una vez al día si bien me iba,… pero mi cuñado Jorge, ¡era la tercera vez que lo hacía en este día y que cantidad!, ¡llenaría mi taza de café fácilmente!).

Jorge me saco su verga y sentí como dejaba un gran vacío al hacerlo. Jorge, que vamos a hacer, me encanta como me coges, como me llenas de tu semen, papacito, pero… la verdad me dejas toda irritada y marcada, mi esposo se podría dar cuenta.

No te preocupes, solo dile que no puedes hacer el amor con él porque estas en tu periodo y ya.

Si, pero yo quiero que me cojas nuevamente, y cada rato, además creo que me embarazaste.

Pues aun así no hay de qué preocuparse tu eres casada, así que no tienes problemas y tu esposo lo puede mantener o no es así.

Claro papito.

Terminamos de bañarnos y nos dirigimos desnudos a la sala, él se recostó en el sofá y yo me dirigí a la cocina a prepararnos algo para comer.

Después de comer, él me dijo: Te falta tu postre y me señalo su verga. Más verga para mí, ya estas listo, eres un hombrón cuñado, por eso te adoro papazote, me agache a saborear el más delicioso postre que me podía tocar, chupe nuevamente la verga de mi cuñado hasta que me mediosaco la verga y la coloco a 1 cm de mi boca y me disparo su semen, dijo: Así putita, para que puedas tragarte todo.

Huyyy, que rico y delicioso es tu semen, quiero más…., le dije mientras me metía su verga en mi boca para succionarla y ver si me daba más semen.

Desde que mi cuñado Jorge me dio de su lechita, su sabor me encanto y deseo tomar por siempre su rico semen, por toda mi vida…

También espero seguir teniendo mi vida sexual con mi cuñado por siempre.

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