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Madre amantísima, la primera vez con mi madre

Madre amantísima, la primera vez con mi madre

Mario es hijo de María de los Ángeles, una de mis mejores amigas y por mucho la más guapa de ellas.

Comenzamos a tener relaciones íntimas una noche de enero cuando él tenía 19 años. Era delicioso, me cogía día y noche y de hecho, cuando Mary no estaba en México, se mudaba a vivir conmigo algunos días o nos escapábamos a Cuernavaca unos días.

Era una locura. A veces no salíamos en todo el día de la cama (y el baño, y el comedor, y la sala, y todos los lugares en los que me cogía), vivíamos de sushi y pizza a domicilio y mucho vino blanco, tomado, bañado y “encoñado y enculado”. No tenía límites en cuanto se venía se le volvía a parar.

Yo le preguntaba frecuentemente cómo era que se interesaba por una mujer casi 20 años mayor que él (aunque yo estaba en el cielo permanentemente) y él me decía que desde su primera experiencia con Aída (yo la había visto y era guapa, lo que sea) no podía satisfacerse con chicas de su edad y que prefería mujeres mayores y experimentadas (yo entre ellas).

A veces le decía, “tengo edad para ser tu madre” y el dijo: “ojalá y mi madre fuera como tú”.. me encantó, pero paré el juego en ese momento.

Una vez, como 6 meses después de que comenzamos, una tarde de sábado (estábamos cogiendo desde el viernes por la noche) Nos bañamos y estábamos muy limpios y perfumados y ya en la cama, me senté frente a él y le pregunté a quemarropa.

Me has dicho que te cogerías a tu madre si tuvieras la oportunidad, verdad? De ahí a llevarlo a confesar que su madre le gustaba, fue un paso. El siguiente paso, fue hacerlo confesar, con convicción, que estaba dispuesto a cogérsela si se presentaba la oportunidad. Y el dijo, “sí” y yo le dije, cuéntame qué es lo que le harías si la tuvieras desnuda junto a la cama. Y calientes como estábamos le dije:

La besarías en la boca?…. sí, la besaría en la boca

Le besarías las tetas?…. sí, le besaría las tetas

Le chuparías los pezones?…. sí, le chuparía los pezones

Le acariciarías las nalgas?… sí, le acariciaría las nalgas

Le lamerías su vientre?… sí, le lamería su vientre

Le sobarías su coño?… sí, le sobaría su coño

Le meterías los dedos por el coño?… sí, le metería los dedos por el coño

Le meterías los dedos por el culo?… sí, le metería los dedos por el culo

Le darías tu verga en la boca?… sí, le daría mi verga en su boca

Le darías tus mocos a beber?… sí, le daría mis mocos a beber

Y, finalmente, le meterías la verga por el coño y por el culo?… (desesperado) Sí, sí, sí, verga por el coño y por el culo, si el coño y el culo de mi madres, sí, sí, sí,

Durante todo este proceso, en que la temperatura de los dos subía vertiginosamente, yo acariciaba la verga de Mario y me señalaba en mi cuerpo las partes de María que él tomaría. En un momento, Mario pareció no aguantar más y casi me penetra, pero yo tenía otro plan para él.

Aquí debo hacer un paréntesis para decir algo que hará entender lo que sucedió a continuación.

Si bien yo comencé con Mario por mi cuenta y riesgo, a escondidas de Mary, una tarde en el café antes del cine, estando con Mary me dijo a quemarropa: ¿te estás acostando con Mario, desde hace unos 3 meses (eran casi 6), verdad? no me mientas, lo he seguido a tu casa y a veces no regresa a dormir.

Me quedé helada. Le dije, nena, mira, tú sabes que yo soy sola, tu hijo es lindo y yo lo quiero mucho, realmente comencé con él porque me sentía muy sola, yo le gusto y él me gusta y de hecho desde que estoy con él no salgo con más nadie. Te juro que no lo voy a lastimar ni a engañar, no voy a jugar con sus sentimientos, te lo juro…. yo ya no sabía qué decir.

Yo sabía que algún día ella lo podría llegar a saber y aunque me había preparado, quedé confusa.

No quería lastimar a mi amiga… seguí balbuceando razonamientos y excusas y cuanto hay, intentando que su temperamento no la llevara a explotar…. de pronto ella me paró en seco y me dijo: “mira Jenny, desde Aída, Mario no ha podido relacionarse con chicas de su edad. Le encantan las mujeres maduras y sé que la gustas por eso. Te confieso que he pensado mucho en este asunto y he comenzado a ver a Mario en forma diferente… yo también estoy sola, tú lo sabes”

Habiendo ya sondeado a Mario, como parte de nuestros juegos sexuales, me dio un gusto enorme lo que me decía Mary.

Me levanté y le di un gran beso (los demás nos miraron como si fuéramos lesbianas, pero que se vayan al carajo) y le dije, “chica, qué feliz me haces, adoro a tu hijo y te adoro a ti.

Si lo voy a perder, prefiero perderlo contigo y no con una hija de puta como Aída”. Y ella dijo: ” no quiero que lo pierdas, quiero que lo conserves hasta que él quiera, pero yo también quiero estar con él” se me mojaron los ojos (y el coño, por supuesto) y le dije: “gracias nena, si te soy útil en lo que quieres, por favor dímelo”

Y ella dijo: “si estás de acuerdo, quiero estar con él en tu casa la primera vez, quiero que tú lo prepares todo para que Mario y yo tengamos un encuentro sexual, quiero un lugar que no sea mi casa, no sé que pueda pasar.

Si funciona ya veremos, si no es así, quién sabe, a lo mejor Mario se va a vivir contigo y terminas siendo la más afortunada”

Yo estaba encantada. (confieso que me vine en ese momento, y se lo dije y nos reímos como locas en el café). De ahí nos pusimos a trabajar y urdimos un plan, que a continuación detallo:

Primero fijamos la fecha: 2 semanas después en sábado a las 4 en punto de la tarde.

Luego, Mary se hizo un tratamiento facial y corporal a fondo. Después, fuimos de compras por unos baby doll muy sexy, sandalias de tacón alto, con cintas hasta media pierna, unos leotardos de encaje, nuevo peinado, que la hacía verse un poco más joven pero sin caer en el ridículo.

También diseñamos una serie de señales para que Mario estuviera tranquilo. Por ejemplo, yo le llamaba a Mary cuando Mario estaba en casa y ella me hablaba con mucha dulzura “gracias, me habrías gustado para que fueras mi hermana, te quiero mucho” y “yo sé que estás muy pendiente de Mario cuando yo viajo, yo sé que él te quiere mucho y estoy feliz de que tú lo quieras a él también” y así, frasecillas al vuelo que hacían que Mario se sintiera que las dos lo queríamos y eso ayudaría a eliminar temores (infundados).

Mario me lo platicaba al día siguiente y de hecho comenzó a decir que muy bien yo podría ser su tía Jenny, lo cual, además de provocarme un orgasmo por más de una razón, me daba confianza que todo saldría bien.

Aquel sábado, Mary llamó como a las 12 para ver si todo iba de acuerdo al plan. Yo le dije que todo estaba bien (sin decirle nada a Mario)

A las 4PM llevé a Mario al Jacuzzi del baño de mi recámara y arranqué el motor, para que hubiera ruido.

Acto seguido, fui a la ventana y corrí la cortina, dejé colgando un listón rojo y dejé abierta la puerta de mi apartamento. Luego, cerré las corinas de mi cuarto y apagué la luz.

Quedó en penumbras. Me metí al jacuzzi con Mario y jugueteamos un rato con la bomba encendida.

Entretanto, Mary, que estaba en el auto, vio el listón y subió a mi casa. Entró sin problemas y se fue directamente en encerrarse en mi estudio que está del otro lado de la casa.

La señal de que estaba ahí fue el listón que tomó de la ventana y dejó encima de la mesa del comedor. Yo salí un momento del jacuzzi, me asomé hasta el comedor y vi el listón en la mesa. Sentí una gran emoción.

Salimos del jacuzzi.

Aquí retomo el momento mágico de antes del paréntesis

Con toda esa adrenalina en el aire, de pronto le dije a Mario:

¿Qué harías si tu madre se apareciera por esa puerta (de mi recámara) lista para que te la cogieras?

-Me la cogía

-Me lo juras?

-Te lo juro

-Me juras que si entra por esa puerta te la coges aquí mismo, en mi cama?

-Sí, te lo juro, me la cogía aquí en tu cama.

-Qué me darías si te trajera a tu madre lista para que te la cojas?

Qué quieres que te de?

Quiero que sea en mi cama

En tu cama

Y que me dejes estar aquí mientras te la coges

Si ella quiere.. puedes quedarte mientras me la cojo

No era la primera vez que jugábamos este juego. Como parte del plan, yo me salía del cuarto y él me llamaba, “madre, ven madre, tengo algo para ti” yo contestaba: “qué tienes para mi hijito? – mi verga madre, te quiero dar mi verga, ven, te quiero meter la verga mamy….” Y yo entraba y le decía “hola mi hijito, aquí tienes a tu madre para que te la cojas, nene, dame tu verga”

Y así fue en esta ocasión. Me salí de la habitación y fui a abrir el estudio. Mary estaba ahí petrificada, en un baby que apenas le tapaba el coño, con sandalias altas, muy sexy. Yo le grité, “que me tienes nenito mío?- mi verga madre, ven por ella, te quiero meter la verga en tu coño” y literalmente tuve que sacar a Mary del estudio a empellones.

Estaba petrificada, y creí que se iba arrepentir, pero no íbamos a perder ese momento, después de tanta preparación.

Mario volvió a llamar: “mamy, ven te tengo algo que te va a gustar, es mi verga mamy, mi verga para tu coño”

Y en ese momento prácticamente empujé a Mary para que quedara en el marco de la puerta, una silueta. Mario la vio y tardó una fracción de segundo en entender lo que pasaba.

Mary tenía que decirle “hola mi hijito, aquí tienes a tu madre para que te la cojas, nene, dame tu verga”, pero se quedó muda de la emoción, a pesar de los ensayos.

Entonces yo tuve que aparecer detrás de Mary y yo fui quien habló: “aquí tienes a tu madre para que te la cojas, nene, dale tu verga” y la empujé hacia adentro por los hombros, hasta la orilla de la cama en la que Mario estaba sentado.

Fue un momento eléctrico. Mario abrio los ojos de plato y la boca, para decir algo, pero no pudo. Le hice una seña para que se levantara y la abrazara. El lo hizo. Y sucedió todo lo que tantas veces habíamos escenificado Mario y yo.

Apenas sin palabras, ella lo abrazó por el cuello y se pegó como mosca a su cuerpo, levantó la boca y lo besó apasionada. Mario la abrazo, la besó, le quitó el baby, le beso las tetas, le cupo los pezones, le acarició las nalgas, le sobó el coño y el culo, le metió los dedos en el coño y el el culo y… finalmente, la acostó en la cama y le dijo; “te he deseado mucho mamy, quiero darte mucho amor” y ella respondió “dame todo tu amor cariño, dame tu cuerpo, dame tu verga, mamy quiere tu verga” y entonces… M A R I O P E N E T R O A S U P R O P I A M A D R E, al principio con suavidad y luego comenzó a bombear y bombear hasta que ella comenzó a jadear y tuvo su primer orgasmo, suave al principio, violento mientras la presión subía y al final gritó: DAME MAS VERGA NENE, ME VENGO NENE, DALE VERGA A TU MADRE, LLENAME DE TU VERGA HIJITO MIO, SOY TU MADRE Y AHORA SOY TU AMANTE, YU PUTA, TU MADRE MÁS PUTA…. y se vino y se vino y se vino, gritando como una loca, aullando literalmente. Finalmente, Mario, como el cabrón que es, no se había venido, por fin la llenó de mocos y en ese momento ella se vino otra vez, gritando: MI HIJO ME DA SUS MOCOS, MI HIJO ME HACE EL AMOR, MI HIJO ME COGE… QUE DELICIA MARIO, QUE DELICIA ES TU VERGA… GRACIAS HIJITO, mientras el decía: TOMALO MADRE, TOMALO TODO, MI VERGA, MIS MOCOS, MI AMOR, MI DESEO, MI LUJURIA, TOMA, TOMA, TOMA, TOMA,

Cuando dejaron de gritar y de jadear como animales, no aguanté y sin intervenir porque era un momento solo de ellos solamente alcancé a decir..: “qué lindo, madre e hijo en pleno sexo, que hermoso, que afortunada soy que sea en mi cama”

Los dos voltearon a mirarme y parece que apenas se dieron cuenta que estaba yo ahí.

Sonrieron. Mario alargó su mano y Mary lo imitó.

Tomé sus manos y me senté en la orilla de la cama a disfrutar su cercanía.

Madre e hijo habían iniciado una relación incestuosa, en la cama de la amante él, que les traería enormes emociones.

Yo también tendría mi parte, pero esa es otra historia.

¿Qué te ha parecido el relato?


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