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Los inicios de mis primas conmigo

Los inicios de mis primas conmigo

Capítulo I

Me dicen “el norteño”, actualmente cuento con 55 años y vivo en la ciudad de México, desde que era aun un niño, me atraían los temas relacionados con el sexo, se puede decir que fui algo precoz.

Todo comenzó cuando llegaron a visitarnos unos tíos, la casa donde vivía era grande, contaba con dos pisos, terraza en la parte superior muy amplia, junto con mi hermano dos años mayor, compartía una recámara, la cual estaba anexada a la terraza, lo cual nos permita una gran privacidad, para llegar, había que salir primero a la terraza (una puerta con llave que solo nosotros controlábamos) para posteriormente cruzar la puerta de nuestra habitación.

Este tipo de visitas familiares, eran muy frecuentes porque los mayores se dedicaban a jugar domino, cartas y turista, generalmente tomaban mucho y dejaban que nosotros los menores, hiciéramos lo que quisiéramos, total que teníamos mucha libertad.

En ese tiempo tenia 15 años y mínimo me masturbaba dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la noche, tenia una buena colección de revistas pornográficas que van desde dibujos hasta fotografías de color y en todos los tamaños.

Ese día llegaron con mis tíos mis tres primos, Juan el mayor de 14 años y sus hermanitas de 12 (Bertha) y 10 años (Viridiana).

La tarde transcurrió muy normal, entre juegos, hasta que mi prima Bertha me dijo que ya estaba muy aburrida, que si la dejaba ver la television en mi habitacion, porque en la sala los grandes hacian mucho ruido y ademas fumaban mucho, le dije que si, que no habia ningun problema, que podia disponer de todo lo que se encontrara en mi cuarto, como si fuera su casa.

Continúe jugando con mi primos y de pronto me acorde que en la mañana me había masturbado antes de levantarme, hojeando varias revistas y no recordaba si las había guardado debidamente, como corría peligro que mi prima Bertha se diera cuenta de ellas y que pudiera acusarme con mis padres, regrese a mi habitación, al llegar me di cuenta que la puerta estaba asegurada por dentro, toque suavemente contestándome desde adentro mi prima que en un momento me abriría.

Cuando lo hizo, me recibió con una sonrisa nerviosa, preguntándome: ¿ que paso, por que no estas jugando ? Le conteste que ya me había cansado y le pedí que me dejara ver la televisión con ella.

Ella acepto y me comento que estaban pasando una película de acción, acomodándose en mi cama y cediéndome una almohada para que juntos la viéramos.

Antes de acostarme dirigí la mirada hacia el mueble donde guardaba las revistas y lo vi medio abierto.

Pensé en algún pretexto para cerrarlo, pero mi prima me pregunto que si no quería ver la película porque ya habían terminado los comerciales.

Me acosté y hasta ese momento, me di cuenta de que ella ya tenia unas piernas muy bonitas para su edad. Ese día ella traía puesto un mallon de estambre (que estuvieron de moda en ese tiempo) con una camiseta algo grande con un “piolín” en el frente.

Se notaban unas montañitas en el pecho, pero no muy grandes, tenia unos labios muy carnosos y su boca era pequeña. Lo que mas me gustaba de ella, es que en los antebrazos tenia mas vello que yo, lo único que se le veía mal, era la nariz que heredo de mi tío.

Después de un rato, se dirigió a mi, pero teniendo su vista fija en la televisión, preguntándome de quien eran la revistas que estaban en el cajón, porque había visto unas sin querer, le conteste que eran mías, pero que por favor no le dijera a nadie de su existencia.

Ella me contesto que no lo haría, pero puso como condición que quería verlas todas. Me levante y cerré bien la puerta para que no nos fueran a sorprender y sacando las revistas de mi “escondite “.

Nos sentamos muy juntos en la cama y comenzó a hojearlas todas, se puso un poco nerviosa al ver las fotografías donde el tema era de un maestro que les ensañaba a dos de sus alumnas a practicar el sexo y lo probaban en todas las formas posibles. Lo que mas le sorprendió es que a una de ellas, le introducían el miembro por el ano.

Me pregunto que si era posible eso, porque con sus amigas platicaban de cómo seria su primera relación, pero ninguna había mencionado el sexo anal.

Para este momento ella respiraba muy profundamente, por lo que le pregunte si se sentía mal.

Me contesto que solo se sentía muy nerviosa que hasta las manos le sudaban, poniendo una de ellas sobre mi mejilla, la sentí muy caliente y húmeda.

Pase un brazo por su hombro y la atraje hacia mi, diciéndole que era normal, pero que se calmara porque si llegaba alguien se daría cuanta de su estado.

Ella no dijo nada y trato de respirar con mas calma, al sentirla junto a mi, mi miembro comenzó a endurecerse y pensé que si la hacia sentir confianza, podría llegar a besarla o acariciarla. La estreche un poco mas a mi pecho y le dije que yo la quería mucho, que era la prima a la cual estimaba mas, dándole un beso en la frente, ella me dijo que la hacia sentir tan bien, porque nadie la había abrazado así, le pregunte si tenia novio, ella movió su cabeza de forma negativa, le pregunte que si nunca le habían dado un beso, respondió que no, entonces me decidí y le dije que si no le gustaría aprender.

Ella me miro nerviosa y agachando su cabeza me contesto que tenia un poco de miedo, levantándole su mentón acerque mis labios a los de ella y de di un beso muy suave, ella apretó sus labios, como arrepintiéndose, pero le dije que no haríamos nada que ella no quisiera, pero que si quería aprender a besar, tenia que entreabrir sus labios y cerrar sus ojos para que la sensación fuera mas intensa.

Ella cerro sus ojos y dejo que la besara mas ardientemente, trate de introducir mi lengua a su boca y ella lo permitió, cuando nuestras lenguas se tocaron, ambos sentimos algo muy especial, me abrazo por el cuello y nos recostamos en la cama, nuestro beso continuó y al separarnos, los dos estábamos rojos de la emoción.

La seguí abrazando, susurrándole que la quería mucho, ella me contesto que también me quería y volvimos a besarnos mas apasionadamente, ahora ella era la que introducía su lengua en mi boca, mis manos acariciaron su espalda, bajando hasta su cintura, esperando alguna señal de ella para que me detuviera, pero no dijo nada, por lo que casi rozándola con mi mano derecha le acaricie sus nalguitas, ella se pego mas a mi cuerpo y era claro que ya podía sentir mi miembro pegándose en su estomago, pero nunca dijo nada, la recosté y le pregunte que era lo que sentía cuando le acariciaba sus nalguitas, ella me dijo que muy rico, puse mi mano sobre su estomago y note que se encontraba muy agitada, la acaricie haciendo círculos sobre su estomago y como no queriendo comencé a bajar un poco más mi mano, hasta que la puse en medio de sus piernas, ella me miro fijamente, pero le dije que no tuviera miedo, que eso le iba a gustar mas, comencé a deslizar mis dedos a lo largo de la rayita de su sexo, estaba tan caliente, que sentía que me quemaba los dedos, ella solo gemía suavemente y le pregunte que si me dejaba verla sin ropa, ella dijo que nos podían sorprender, le dije que solo se bajara su mallon y si alguien llegaba solo tenia que subírselo, no muy convencida, comenzó a bajárselo con cierta dificultad porque era un prenda muy ajustada, al dejarla enrollada en su rodillas ella volvió a acostarse, quede sorprendido porque los labios de su sexo estaban muy abultados, aun no tenia vello alguno, los toque y trate de introducir mi dedo, pero ella cerro sus piernas, aun así, seguí en mi intento, después de un rato de estarle acariciando sus labios vaginales, poco a poco separo sus piernas, me metí un dedo a la boca, llenándolo de saliva y acaricie su rajita hasta que no pude mas y comencé a besarle su sexo, ella únicamente se dejaba hacer y le pedí que con sus dedos separara los labios de su vaginita para poder besarla mejor, ella lo hizo y pude ver como tenia su clítoris muy rojo e hinchado, trate de introducir mi lengua lo mas posible, pero en esa posición no era posible, por lo que le dije que subiera sus piernas y que pegara sus rodillas a su pecho, como tenia el mallon enredado en sus rodillas, los bajo hasta sus tobillos y levantando sus piernas, las abrió hasta donde pudo, entonces si pude meter mas profundo mi lengua, me gusto su sabor agridulce, le estuve mamando su cosita unos diez minutos, hasta que mi lengua se canso, me recosté nuevamente y ella se quejo que tenia un calambre en las piernas, por haberlas tenido levantadas, le acaricie sus muslos para después, volver a dedearle su sexo que estaba mas hinchado y rojo después de la mamada que le di. La bese en los labios y le pregunte que si quería ver mi pene, me contesto ansiosa que si.

Me recosté y comencé a desabrocharme el pantalón, mientras ellas se sentaba para poder “verlo mejor”, cuando mi ropa estaba debajo de mis rodillas, ella pudo ver que mi pene que estaba todo mojado y muy duro, me pregunto que si siempre estaba así, le conteste que no, solo cuando se excitaba como en esa ocasión y también cuando me masturbaba, me dijo que si le enseñaba como lo hacia y le explique que poniendo mi mano sobre el pene, había que moverla hacia delante y atras, como ya estaba muy excitado, pensé que pronto me derramaría, pero le dije que si ella no quería tocarme, como lo había hecho yo con ella, como no contesto nada, tome una de sus manitas y la puse sobre mi pene, al tiempo que le enseñe como debía de moverla, lo hizo muy suave, mirándome a los ojos al tiempo que me masturbaba, le acaricie su cabello y tomándola de la cabeza, la empuje hasta que su cara estaba justo frente a mi miembro, volteo a verme y solo le dije: “chúpalo”, ella no se decidía pero le dije: “¿ como yo si te mame tu rajita hace rato ?, ahora te toca a ti”, ella abrió sus labios y solo se introdujo la cabeza, cerro su boca y me lastimo con los dientes, le dije que no me mordiera, que solo lo tenia que hacer con los labios y con la lengua, como su fuera un dulce, ella comenzó a mamarme el miembro y yo le ayudaba subiendo y bajando su cabeza hasta que ella lo hizo sola, sin ninguna ayuda, no resistí mucho tiempo, sujete su cabeza para que no se moviera, levante mi cadera metiendo mi pene todo lo que pude y comencé a llenar su boca de semen, ella trato de separarse cuando sintió mi liquido caliente, pero le dije que no lo hiciera y que se tragara todo, le costaba trabajo tomarse mi semen, pero no dejo ni una gota.

A pesar de haber eyaculado, mi miembro continuaba rígido y le pregunte que si quería que le rozara mi miembro en su rajadita, ella dijo que si, por lo que me senté en la orilla de la cama y a ella la puse de pie, frente a mi, comencé a lubricar sus labios vaginales con saliva y puse un poco mas en mi pene, por su corta estatura, nuestros sexos ajustaban completamente y de pedí que separa los labios de su vagina con sus dedos para que pudiera insertar mi miembro, ella lo hizo y sin penetrarla, la tome de sus nalguitas y comencé a mover mi miembro a lo largo de su rajita, comenzó a besarme disfrutando del roce de nuestros sexos, moviendo nuestras cinturas hacia delante y atrás, le pregunte que sentía y ella me respondió que muy bonito, después le pregunte que si me dejaba metérsela un poquito, ella dijo que si, pero no sabia como hacerlo, la acosté en la cama y la jale hacia a mi, levantando sus piernas y doblándoselas, hasta que sus rodillas quedaron a la altura de su pecho y la planta de sus pies en mi cadera, cuando trate de insertarle mi miembro, ella se quejo un poco, decia que no entraba y que le dolía mucho, yo intentaba calmarla y también presionaba la cabeza de mi pene, pero no entraba, estaba muy estrecha.

Le dije que esperara un poco y fui a mi cómoda por un poco de crema para que pudiera resbalar mejor, le puse bastante a lo largo de su rajita hasta llegar a su ano, luego de di crema a ella para que la pusiera sobre mi pene y volvió a abrir sus piernas, pero a pesar de mis esfuerzos y las facilidades que ella ponía al separarse los labios de su vaginita, mi miembro no pudo entrar, viendo mi contrariedad, ella me miro y me dijo que a lo mejor lo podíamos intentar como en las fotos que había visto en la revista. Le pregunte que si realmente quería que se la metiera por atrás, ella dijo que como no había podido recibirla en su rajita, tal vez lo podría hacer por su colita.

Me sorprendió su proposición, pero me gusto la idea, porque después de todo el esfuerzo hecho, ya sentía que me venia sin haberla penetrado, como ya estaba un poco acalambrado al tratar de metérselo en su rajadita, me senté en la cama, separando mis piernas y a ella la puse de pie frente a mi, dándome la espalda. Sujetando mi miembro con la mano, le dije que ella solita se fuera sentando poco a poco, para que fuera controlando la penetración.

Ella puso sus manos en mis muslos y fue descendiendo hasta que su culito toco la cabeza de mi pene, respiro profundamente y poco a poco se lo fue introduciendo hasta la mitad, era fantástica la sensación que tenia en mi pene, sentía su anito muy apretado y caliente, le pregunte que si le dolía, me contesto que un poco, pero que le gustaba sentirme adentro, la anime a que siguiera bajándose hasta que todo mi miembro estaba dentro de ella, no nos movimos por un rato, cuando ella ya no sintió ninguna molestia, comencé a cogérmela despacio, acelerando poco a poco mis movimientos, hasta que ya no pude mas y le anuncie que ya me iba a venir, ella solo se apretó a mi, tratando de enterrarse toda mi verga, la abrace muy fuerte sintiendo como vaciaba todo mi semen en su culito, ella muy agitada y sudorosa, permanecía sentada en mi miembro y como aun no perdía su dureza, le pregunte si me dejaba cogérmela otra vez, pero me dijo que se sentía un poco rozada y que le ardía su colita, además podría llegar alguien y como ya nos habíamos tardado un buen rato solos, seria peligroso que nos sorprendieran, acepte de mala gana, pero también sabia que mi primita tenia razón y le dije que se parara despacito hasta que mi miembro saliera de ella, cuando lo hizo, se escucho como si destaparan una botella de vino y pude ver que le había quedado un boquete muy amplio en su culito, estaba rodeado de mi semen y la crema que nos pusimos, haciéndolo ver espumeante, además de que tenia unas manchas obscuras (era un poco de excremento de mi prima) esto me excito otra vez y cuando se agacho para subirse su mallon, me puse de pie y sujetándola por la cintura, le metí mi reata de un solo golpe, hasta que mis testículos chocaron con sus nalguitas, ni siquiera trato de incorporarse, solo respiraba fuerte y poniendo sus manos sobre sus rodillas, me decia que ya no me la cogiera otra vez, porque nos podían sorprender, ignore sus palabras y me la cogí mas fuerte que la vez anterior, esta vez me tarde un poco mas, hasta que volví a inundarla con mi leche, ahora si, se la saque de inmediato y yo mismo le subí su ropita, porque ya comenzaba a escurrirle leche de su ano, de dio vuelta y sin darme tiempo de subirme los pantalones, me beso y me dio las gracias por lo mucho que había gozado, acariciando mi pene con sus manitas, me prometió que la próxima vez, si se la tenia que meter por su rajita. Fue cuando tocaron a la puerta, era mi prima Viridiana que me avisaba que mi padre me estaba buscando para ir a la tienda.

Rápidamente me subí los pantalones y abrí la ventana porque mi habitación olía a sexo y a excremento de mi prima, le dije a mi prima Viridiana que le avisara a mi padre que estaba en el baño y que ya iba a verlo. Cuando notamos que Viridiana se había ido, le comente a Bertha de la mancha de excremento y que era necesario que se aseara, porque si no iban a notar su “aroma”, primero me lave yo y luego de darle un beso a mi primita, la deje limpiándose.

Rato después, cuando regrese de la tienda, Bertha estaba comiendo en la cocina, porque le había entrado una hambre feroz.

Pensé que seria bueno aromatizar mi cuarto y cuando subía las escaleras, me encontré con mi primita Viridiana, quien me miro fijamente y me susurró: “vi todo lo que hicieron Bertha y tu, si no quieres que le diga a nadie, tienes que enseñarme a mi también”, no lo podía creer, ¡solo tenia diez años y ya me tenia en sus manos¡ pero después se los contare, porque fue mas decidida que Bertha, ya que a ella si le metí todo mi pene en su vaginita.

Capítulo II

Después de mi experiencia con Bertha, Viridiana me estuvo acosando ese mismo día, pero le dije que estaba muy agotado, que lo dejáramos para después, ella acepto y me pidió que aunque sea solo le enseñara mi miembro, porque quería conocerlo y ahí en las escaleras tome su manita y lo puse sobre mi pene, el cual aun todavía pudo reaccionar y se puso duro de nuevo, Viridiana dijo que quería verlo, me baje la bragueta y lo saque, me jale hacia atras el pellejo y pudo observarlo mejor, me dijo que si podía darle un beso, le dije que si pero rápido porque si no nos sorprenderían, lo metió a su boca por un instante y se lo saco, diciéndome que sabia muy raro, muy feo, (aun tenia el aroma del culito de Bertha)

Guardándome el pene, le explique que para otra ocasión le sabría diferente, le pedí que me enseñara como tenia su rajadita y ella se subió tres escalones mas, levantado su faldita y bajando su pantaletita blanca, me enseño su rajadita, realmente me sorprendió, porque ella tenia una pelusa mas notoria que su hermanita Bertha, muy parecida a la que tienen los duraznos. Le di un beso y nos despedimos, haciendo la promesa que en la primera oportunidad, le tocaba a ella.

Esa noche ya no me masturbe, ni toda la semana, teniendo la esperanza que el próximo fin de semana, podría descargar mis “bolas” con cualquiera de mis primitas. Transcurrieron los días y el jueves nos comunico mi padre que el sábado saldrían a bailar con los tíos y que teníamos que cuidar a nuestros primos, me hice el enfadado, argumentando que eran muy desordenados, porque movían las cosas de su lugar y luego había que acomodar todo. Mi padre dijo que ni modo, que ya habían quedado y no habría cancelación de planes. El único problema es que mi hermano el mayor, también estaría con nosotros y eso podría estropear mis planes.

El sábado, mis tíos llegaron en la tarde para comer y después irse a bailar con mis padres, cuando se fueron, mi hermano me dijo que haber como le hacia, pero que el tenia que ir a ver a su novia, así que me las arreglara como pudiera, que regresaría muy noche aprovechando que nuestros padres también tardarían en llegar, nos dejo solos a mis primos y a mi viendo la televisión en la sala, Bertha me dirigía miradas de complicidad y en la primera oportunidad, me dijo que si podríamos intentar lo que habíamos dejado pendiente la semana anterior, le dije que si, pero que como nos desaparecíamos sin que mis otros primos se dieran cuenta, ella me comento que mi primo juan estaba un poco enfermo y como la medicina que tomaba le causaba sueño, no tardaría en dormirse y de Viridiana ella se encargaba.

Como a las nueve de la noche, mi primo se tomo su medicina y se fue a acostar en la recamara de nuestros padres, después le pregunte a mis primas si no querían ir a ver la television a mi recamara, las dos contestaron que si y nos llevamos dos cojines de la sala. Cuando llegamos, les dije que nos acostáramos para estar mas cómodos, nos quitamos nuestros zapatos y empujándonos subimos a la cama, apenas cabíamos los tres en ella, así que me acosté extendiendo mis brazos y ellas pusieron sus cabezas en ellos, las abrace y el roce de mis primas provocaron que mi miembro se comenzara a endurecer, Bertha lo noto y comenzó a besarme el oído derecho, poniéndome muy nervioso, ambos nos reíamos y Viridiana pregunto que nos pasaba, le contestamos que nada, Bertha (con intención de que nos dejara solos un momento) le pidió a Viridiana que nos trajera unos refrescos de la cocina, pero ella alego que le daba miedo porque estaba obscuro, que si yo la acompañaba si iba, con un poco de enfado, Bertha me dijo que si acompañaba a Viridiana a la cocina, le respondí que si y al estar bajando las escaleras, Viridiana me pregunto que a que hora íbamos a “jugar”, le conteste que no podíamos porque su hermana se iba a dar cuenta, haciendo un gesto de desagrado me contesto que ahora le tocaba a ella, que no sabia como le hacia, pero que le tendría que cumplir, si no le contaría a sus padres lo que habíamos hechos Bertha y yo, le pedí me esperara en la cocina mientras que hablaba con su hermana, para poder convencerla.

Regrese a mi recamara y al verme entrar solo, Bertha me abrazo y me beso apasionadamente, la tome por sus nalguitas y ella paso sus piernas sobre mi cadera, apretándome fuerte y frotando su entrepierna con mi miembro que ya se encontraba erecto, después le comente que el sábado anterior su hermana se había dado cuenta de lo que habíamos hecho y ella se asusto tanto, que casi se pone a llorar, me explico que no se imaginaba que le podrían hacer mis tíos si se enteraban. Le dije que me dejara hablar con Viridiana, para tratar de convencerla, pero que por ningún motivo se moviera de la habitación, así me tardara un buen rato. Ella dijo que hiciera hasta lo imposible, pero que no dejara que Viridiana le contara todos a mis tíos. La bese ardientemente y me dirigí a la cocina.

Viridiana me esperaba sentada, cuando me vio, me pregunto que si ya lo podíamos hacer, le dije que si, pero que teníamos que apurarnos porque si no su hermana se daría cuenta. Se puso muy contenta y me pregunto que donde íbamos a hacerlo, le conteste que buscaría la llave del cuarto de servicio y que ahí nos encerraríamos. Afortunadamente en ese tiempo, la sirvienta que teníamos estaba de vacaciones en su pueblo y tenia muy bien arreglado su cuarto.

Al entrar en la habitación, Viridiana me pregunto que como iniciaríamos su “aprendizaje”, le conteste que se desnudara y que se quedara con su camisetita y su pantaleta, yo me despoje de mi ropa quedando en truza, agarre una silla y me senté en la piecera de la cama. Cuando ella quedo en ropa interior, le señale la cama para que se acostara y que quedara con sus piernitas colgando de la cama y con su cintura recargada en la orilla, ella obedeció y le indique que hiciera lo que le ordenara y que así ella iba a aprender mas rápido, le pedí que jalara su pantaleta hacia un lado y que me mostrara sus labios vaginales, ella lo hizo, le pedí que se chupara un dedo y que lo introdujera lo mas que pudiera en su rajadita, le entro todo el dedo medio y me sorprendió, le pregunte que si no había tenido contacto con alguien o que si ya se había metido un dedo como en esta ocasión, me confeso que en la semana recordó cuando le metí mi verga a su hermana y quiso saber que se sentiría, cuando se ducho, enjabono uno de sus dedos y se lo metió poco a poco, al principio le había dolido, pero después le agrado la sensación de tenerlo dentro.

Me imagine que ella ya había roto su himen y que seria mas fácil introducirle mi miembro, me puse de pie y ella se sentó en la cama, su mano derecha la dirigió a mi miembro, tocándolo sobre la truza y me comento que estaba muy duro, le dije que como no teníamos mucho tiempo, teníamos que apurarnos, ella sin soltarme me pregunto que si quería que me lo chupara, le conteste que si, al bajar mi truza, la cabeza de mi pene estaba muy húmeda, porque ya destilaba el liquido pre-eyuculatorio, me pregunto que si le iba a saber como la vez anterior (cuando le rompí el culito a su hermana y había quedado su aroma en mi miembro), no le conteste, solo exprimí mi verga y cuando salía por la punta el liquido transparente, le dije que lo recogiera con la lengua y lo saboreara. Lo probo y me dijo que sabia salado, pero le gustaba, entonces le pedí que me mamara el pene, ella abrió la boca y comenzó a chuparme la cabeza, le pedí que tratara de metérselo un poco mas y ella lo intento, pero no pudo comerse mas que la mitad de mi verga. Como en la semana no me había masturbado, tenia mis testículos repletos.

A punto de explotar, le dije que suspendiera su mamada y se quitara la pantaleta, porque ya se lo iba a meter, al hacerlo se acostó y me pregunto que si le iba a besar su rajadita como a su hermana, le conteste que si, que abriera lo mas que pudiera sus piernas y que separara con sus dedos sus labios vaginales, cuando me acerque, pude notar que su pelusa le llegaba hasta su anito, el cual era de color rosita, cuando introduje mi lengua en su rajita, sentí que entraba muy profundo, el rato que le estuve mamando su cosita, aproveche para llenarla de saliva, como estaba muy caliente, le pedí me dejara acostar, quede recargado en la cabecera de la cama y abriendo las piernas, le pedí que ella se sentara encima de mi, ella camino sobre la cama y poniendo sus pies a los costados de mi cadera se puso en cuclillas, le ayude tomándola por las axilas y le pedí que con su manita acomodara mi verga en su vagina, lo tomo y lo acomodo, haciendo que mi cabeza besara su rajita, le dije que fuera bajando poco a poco, era muy rico ver como iba desapareciendo mi cabeza en su hoyito, los labios vaginales se estiraban mucho, parecía que iban a reventar, llego un momento en que no pudo entrar mi miembro, además ella me dijo que se estaba cansando mucho en esa posición, le dije que se acostara y me puse arriba de ella, abrió sus piernas y me agache para escupir mas saliva en su rajita, me puse en posición de “misionero” y comencé a introducir me pene, se quejaba que le dolía, pero yo ya estaba muy excitado, así que le pedí me besara porque se lo iba a meter de un jalón, me abrazo muy fuerte y al tiempo que me besaba, me deje caer encima de ella y mi verga entro toda en su vaginita, abriéndola toda, ella trato de gritar por el dolor, pero se lo impedí metiendo mi lengua en su boca, unas lagrimas salieron de sus ojitos y para tranquilizarla no me moví, al tiempo que besaba su carita, después de unos minutos, sentí como apretaba con su coñito mi pene y creí que era el momento para empezar a bombear, retiraba un poco mi verga y la metía suavemente, ella empezó a gemir, diciéndome que se sentía muy llena y que le agradaba la sensación, levante sus piernas hasta que sus pies quedaron en mi pecho y comencé a cogérmela mas rápido, ella solo movía su cabeza diciendo que le metiera mas de mi pene, dirigí mi vista a su rajita y me sorprendió ver sus labios manchados de sangre, estirados al máximo y me apretaban como si no quisiera dejarme salir de ella.

No tarde mucho y apretándola muy fuerte le avise que me iba a venir, ella me miro a los ojos y mordió sus labios, mi descarga fue tan abundante que la leche salía de su coñito y escurría hasta la colcha, me desplome sobre ella, aun con mi miembro insertado y la bese cariñosamente, ella me abrazo y me dijo que se sentía muy mojada, que le había empezado a arder su coñito, pero que mi leche la había refrescado.

Que lo mas divertido fue ver los gestos que yo hacia cuando la estaba inundando con mi leche. Me separe de ella y me costo trabajo sacar mi verga de su fundita, porque aun estaba erecta, me limpie con una toalla húmeda y la limpie a ella también, al hacerlo, pude ver como su pelusita parecía manchada de engrudo y que su hoyito estaba muy rojo, goteando mi semen mezclado con su sangre. Le di un beso en su rajita y le dije que se vistiera, ella me dijo que si no pensaba cogérmela por su colita como su hermana, le conteste que seria para otra vez, porque ya nos habíamos tardado y Bertha podría sospechar algo.

Se vistió, fuimos a la cocina y tomando unos refrescos, subimos a mi habitación, al llegar, Bertha nos miro con incertidumbre, porque no sabia el resultado de mi “platica” con Viridiana, le comente que no había problema, que todo estaba arreglado y para que hubiera duda alguna, le preguntara a Viridiana, ella le comento que entendía su situación y que no diría nada a nadie porque yo la había convencido, además que seria “nuestro secreto”.

Nos comento que como se sentía muy cansada y con mucho sueño, se iba a dormir con mi primo juan, se despidió y nos dejos solos, Bertha me miro, preguntándome como le había hecho para convencerla, tuve que decirle la verdad, que me había cogido a su hermanita, ella abrió sus ojos y me dijo que como había podido haber hecho eso, que era solo una niña, le conteste que en efecto era una niña, como ella también lo era, pero que Viridiana si había podido meterse toda mi verga por su panochita, se ruborizo y poniéndose de pie en la cama, comenzó a desnudarse diciéndome: “si ella lo hizo, yo lo hare mejor, conmigo vas a gozar mas”.

Espero les hayan gustado esta vivencia, porque aun viene la tercera parte de este relato, cuando desflore a Bertha y cuando me cogí a las dos juntas, además como sorpresa, también les contare mas adelante, que con el paso de los años, mis primas se casaron y aun así, continuamos nuestra relación sexual a espaldas de sus maridos y la situación que viví, cuando una de las hijas de Viridiana se dio cuenta de lo que hacia su tío con su mamita, exigiéndome que le enseñara a cambio de su silencio ( salió igual a su mamá).

Capítulo III

cuando me prima Bertha (la de 12 años) se entero la forma en que convencí a Viridiana de que no nos delatara con mis tíos, decidió que ella me iba a hacer gozar mas, por lo que comenzó a desnudarse rápidamente y poniendo sus manos sobre su cadera, me pregunto que si no me gustaba mas su cuerpo, no dije nada y comencé a devorar sus pequeños senos, eran unas montañitas pequeñas, pero duritas y con los pezones muy delicados, primero bese sus aureolas pasando de un pecho a otro, para luego lamer sus pezoncitos, que ya estaban erectos, después de un rato, abrí mi boca lo mas que pude, metiéndome su seno derecho a la boca lo mas que podía, me cupo todo y comencé a succionarlo con fuerza, ella gimiendo, me abrazo. Le pregunte que si le hacia daño, me contesto que no, que siguiera mamándole sus chichitas como lo estaba haciendo, ofreciéndome ella misma su tetita izquierda, cambiando continuamente hasta que se los deje muy rojos de tanto succionarlos.

al mismo tiempo comencé a acariciar su rajadita y su culito con mis dedos, ella solita separaba sus piernas, dejándose dedear, tanto por adelante como atrás, la bese y nuestras lenguas se trabaron en una lucha de haber cual era la que entraba mas en la boca del otro, sin dejar de besarla, comencé a desabrocharme el pantalón, dejándolo caer junto con mi truza a mis pies y estando los dos parados, la tome por sus nalguitas levantándola hacia mi pecho, ella cruzo sus piernas por mi cintura y se sujetaba de mi cuello, mi pene se deslizaba a lo largo de sus labios vaginales (aun no tenia pelito alguno, ni siquiera pelusa como su hermanita), pronto los dos estábamos muy excitados y mirándola a los ojos, le pregunte que si ya estaba lista para que la penetrara, me contesto que si pensaba mamarle su panochita, o que no iba a dejarla mamar mi verga, porque quería saborear de nuevo mi leche, le dije que no, que lo que mas quería en ese momento era traspasar su vagina con mi miembro, ella dijo que lo hiciera, pero rápido, porque también estaba desesperada por sentirme adentro.

acomodando nuestro cuerpos, mi verga quedo exactamente en la entrada de su rajadita y por la posición en que se encontraba, la empuje hacia abajo logrando que entrara la cabeza de mi pene, ella quiso levantarse, pero no la deje, me dijo que le dolía mucho, pero no me importo y al tiempo que empujaba mi cadera hacia arriba, a ella la deslizaba hacia abajo, llego el momento en que su telita impidió el avance de mi miembro, mi prima comenzó a llorar en serio y me arrepentí que quererla casi violar, pero mi excitación era tanta que la bese y de un impulso, logre alojar todo mi pene en su recién estrenada vaginita, ella grito muy fuerte que temí se hubiera escuchado hasta fuera de la casa.

trate de calmarla besando sus ojitos llorosos, diciéndole palabras de cariño, le pedí me perdonara por mi avorazamiento, ella solo me beso mas fuerte, diciéndome que le dolía mucho su vaginita, que no me moviera para que se desvaneciera su dolor, me pregunto también que si ya había entrado toda mi verga o que si le hacia falta algo de ella, la mire a los ojos y le dije: “ya la tienes toda adentro, ya paso la mas difícil”, entre lagrimas, ella me sonrió y me beso ardientemente, como no pesaba mucho, comencé a sacarle y volverle a introducir mi miembro, se deslizaba con dificultad porque era muy estrecha, hizo un respingo y me dijo que no me moviera, porque aun le dolía, me quede quieto y deslizando una de mis manos por sus nalguitas, llegue hasta la base de mi miembro y sentí como sus labios vaginales estaban pegados a mis testículos, sentí mucha humedad y la aproveche para mojar mi dedo índice y comencé a acariciarle su anito, estaba muy extendido y trate de introducírselo, para mi sorpresa, entro sin dificultad.

ella me dijo que no hiciera eso, porque se desmayaría de tanto placer que sentía, con todo mi dedo metido en su culito, me senté en la orilla de la cama y ella quedo sobre mi, con sus rodilla pegadas a su pecho, descansando sus pies sobre el colchón, me agache y comencé a mamarle otra vez sus chichitas, metiéndolas completamente en mi boca, esto le agrado y comenzó a mecerse sobre mi verga, le pregunte que si ya no le dolía, no me contesto solo acelero su vaivén, empezando a respirar con dificultad, después de un rato, grito que le hacia falta aire, al tiempo que se ponía rígida, echándose hacia atrás, era tanta su fuerza que casi se resbala de mis brazos, lo que pasaba era que se estaba viniendo, pude sentir como se mojo mi pene dentro de su coñito, trate de metérselo lo mas que pude y deje que gozara su orgasmo.

cuando se repuso, le pregunte que había pasado, (quería confirmar si se había venido o no), me contesto que sintió un calor muy rico que bajaba de su estomago hasta su panochita, que la hacia ver estrellitas, pensaba que se iba a desmayar por lo fuerte de la sensación, la bese ardientemente y le explique que lo que había sentido se llamaba orgasmo, me pregunto que si yo sentía lo mismo cuando salía mi semen, le conteste que si y que se prepara porque ya no tardaría en eyacular, ella me apuro diciéndome que ya quería sentir como la inundaba con mi lechita, le dije que moviera su cadera en forma de circulo y que tratara de meterse todo mi pene en su conchita, ella inicio sus movimientos al tiempo que yo aceleraba mis embestidas, cuando sentí que me venia succione su tetita derecha hasta casi desaparecerla en mi boca, me dijo que me la cogiera mas fuerte porque sentía que volvía a venirse, quería que termináramos al mismo tiempo y cuando comencé a inundar su vaginita y ella también volvió a mojarme con su panochita, no pare de moverme hasta que salió la ultima gota de mi leche.

nos quedamos trabados, besándonos cariñosamente y abrazándonos muy fuertemente. Como seguíamos muy excitados, le pedí que se levantara un poco, porque quería meterle mi verga en su culito, ella sonrió y me dijo que también quería pedírmelo, aprovechando que mi pene estaba humedecido con nuestras corridas, se levanto un poco y moviendo sus nalguitas coloco su anito sobre mi verga, nos sorprendió la facilidad con que le entro toda, tomándola de las piernas me puse de pie con ella ensartada a mi verga y camine por toda mi habitación, casi nos caemos, porque tenia el pantalón en mis tobillos, ella solo se agitaba encima de mi, metiendo y sacando mi verga de su culito, luego la recosté en la cama y le pedí que abriera lo mas que pudiera sus piernitas, ella obedeció y sujetando sus rodillas, quedo en posición para que le enterrara mi pene, pude ver como su panochita y su culito estaban muy abiertos, así que tomando mi reata, volví a sumírsela en su vagina, manchándome son la sangre que aun tenia, pero me dijo que estaba muy adolorida, que mejor la metiera por su colita, en esta posición era mas fácil metérsela y comencé a cogérmela, disfrutando de su pequeño fundillito que me apretaba mucho, cuando estaba por venirme, ella me dijo que espera un poco porque tenia ganas de ir al baño, le conteste que se esperara porque no aguantaba mas, pero me dijo que si no la dejaba ir al baño, se le iba a salir su caquita, no le hice caso y le metí toda mi verga diciéndole que si quería, que se cagara ahí mismo, porque no pensaba salirme de ella, con desesperación, me pidió que no fuera malo, que ya no aguantaba las ganas, la mire a los ojos y le dije que me gustaría ver como llenaba mi verga con su mierda. Ella hacia un esfuerzo sobrehumano por no hacerlo, pero a final de cuentas y a consecuencia de las metidas de verga, poco a poco su anito fue dejando salir su excremento, el cual se iba acumulando a lo largo de mi pene y alrededor de su anito, no pudiendo soportar mas este espectáculo, comencé a venirme llenando su colita de semen.

cuando nos separamos, mi pene estaba embadurnado de su caquita y mi semen, ella tenia las nalgas embarradas también, así que con cuidado le ayude a levantarse y nos dirigimos al baño, nos metimos a la regadera y aprovechando la ducha, enjabonamos nuestros cuerpos acariciándonos al mismo tiempo, con sus manitas trataba de medir mi pene y luego las ponía sobre su estomago, comparando hasta donde le podría haber entrado, ya estando bien limpios, le pedí se arrodillara y me mamara el pene, ella sonrió y comenzó a darme una muy buena chupada, aprendía muy rápido, besaba y lamia mis testículos, pasaba su lengua a lo largo de mi pito, para después tratar de metérselo todo en la boca, no lo consiguió, pero hacia su mejor esfuerzo para hacerme venir, hasta que lo consiguió, tomándose toda mi leche.

salimos de la regadera y nos apuramos, porque era cerca de la una de la mañana y pensábamos que no tardaría en llegar mi hermano, nos despedimos con un beso y nos deseamos buenas noches, ella me comento que aunque un poco adolorida, descansaría recordando lo mucho que habíamos gozado y que cada vez que pudiéramos, tenia que meterle mi verga, ya sea en su panochita o en su anito.

los encuentros entre mis primas y yo, se dieron tanto en mi casa como en la suya, se turnaban para que una de ellas, cuidara que no nos sorprendieran mientras la otra tenia mi verga metida, hasta que después planeamos como hacerlo los tres juntos. De esto ya les platicare próximamente, así como cuando una de mis sobrinas sorprendió a su mamita con la verga de su tío metida hasta el fondo del culo.

Capítulo IV

Después de dos años de estar cogiéndome regularmente a mis primas, tenia ganas de experimentar con las dos al mismo tiempo y en ese tiempo se presento la ocasión, porque mis padres adquirieron un departamento de tiempo compartido en el bello puerto de Acapulco. Para festejarlo, invitaron a mis tíos para que vacacionaran durante cinco días en ese lugar.

Cuando llegamos, de inmediato se organizo la forma en que quedaríamos alojados, una la ocuparían mis tíos, la segunda mis padres, otra para mi primo, mi hermano y yo, la ultima para mis primas.

para ese tiempo Bertha ya contaba con 14 años, Viridiana con 12 y yo con 17, ya habían probado todas las formas del sexo, resultando muy buenas alumnas, además de ser muy compartidas, con Bertha ya tenia que usar condones porque desde los trece años comenzó a reglar y Viridiana aun no lo hacia. A las dos se les había formado un bonito cuerpo, que nada tenia que envidiarle a ninguna de su amigas, los pechos de Bertha, aun eran pequeños, pero ya con mayor forma, sus nalguitas eran preciosas, me gustaba como se le veían los jeans, Viridiana era un poco tirando a gordita, pero también tenia lo suyo, tenia mas vello en su panochita que su hermana.

en la noche, para variar nuestros padres salieron a festejar y como todo el día nos lo habíamos pasado en la playa, todos manifestamos cansancio que lo que queríamos era dormir, como a las diez de la noche, tanto mi hermano como mi primo juan, ya roncaban, yo no podía dormir por el calor del lugar y a pesar que que contábamos con aire acondicionado, no podía acostumbrarme al clima. Así que me levante a tomar agua y pase frente a la habitación donde descansaban mis primas, como teníamos dos semanas de no coger, mi miembro se endureció y creí que podría descargar mi leche en alguna de mis primas, toque suavemente, pero nadie me respondió, trate de abrir la puerta pero como tenia seguro, pensé que lo dejaría para otra ocasión, cuando regresaba de la cocina, la puerta de mis primas se abrió y se asomo Viridiana, preguntándome si yo había tocado, le conteste que si, me pregunto que para que había tocado, tomando mi miembro por encima de mi short, le dije que como estaba muy duro, pensaba que alguna de ellas podría ayudarme a calmarlo, sonrió y me dijo que si estaba loco, que mi hermano y el suyo podrían darse cuenta, le comente que por ellos no se preocupara porque ya tenían rato que se habían dormido, me pregunto que si estaba seguro, le conteste que si, que no había ningún problema, ella abrió un poco mas la puerta y me invito a pasar, poniendo seguro tan pronto entre.

Vi a Bertha dormida bocabajo, solo tenia su pantaleta puesta, Viridiana, me pregunto que si quería que me diera una mamada, para no despertar a su hermana, le conteste que si y recargándome en la puerta baje mi short sacando mi pene. Ella se arrodillo y tomándola entre sus manos la dirigió a su boquita, comenzó a pasar su lengua por mi glande, después a lo largo del tronco y finalmente se lo metió casi todo en su boca, yo me la cogía por su boca y cuando iba a llenarle su boquita de leche, Bertha nos pregunto que si estábamos locos, porque alguien podría darse cuenta, le explique que no había ningún problema, que mi hermano y mi primo se encontraban dormidos, Viridiana había suspendido la mamado, pero aun tenia una de sus manitas rodeando mi verga.

Bertha al verla de rodillas, nos pregunto que porque mejor no utilizábamos la cama para estar mas a gusto, le contestamos que si y todos estábamos acostados, Bertha nos dijo que como éramos malos, porque no la habíamos despertado a ella para que pudiera participar, le dije que podríamos remediarlo desnudándonos los tres. Cuando quedamos encuerados, me preguntaron que como nos íbamos a organizar, por fin mi sueño se iba a convertir en realidad, ¡cogerme a mis dos primas al mismo tiempo¡

Me acosté, y les pregunte que quien me mamaba la verga, mientras que la otra se sentaba en la cara para que yo le mamara su panochita, Viridiana pidió seguir con mi miembro en su boca y Bertha solo se paro encima de mi y arrodillándose, me ofreció su sexo, comencé a meterle mi lengua y a chupar su botoncito, hasta que ella se vino y mojo mi cara con sus líquidos, mientras Viridiana me comía los testículos y todo mi pene, Bertha se volteo y quedando en posición de “69” le ayudo a su hermana a mamarme la verga, mi miembro pasaba de una boca a otra y las escuchaba decirse la una a la otra que les gustaba mucho el sabor de mi leche, que ya me apurara porque querían beberlo todo, esto me excito mucho y les avise que ya me iba a venir, con sus manitas sostuvieron mi verga y dejaron que eyaculara, era tanto el semen que me salía que escurrió sobre sus manitas y les salpico la cara.

En eso Viridiana le dijo a su hermana que volteara a la pared, para que se viera como había quedado manchada en un espejo que se encontraba colocado en una posición estratégica, las dos se rieron y me asome a ver, se reflejaban las caras de mis primas con mi verga entre sus manitas, Viridiana le pregunto a su hermana que si le gustaría ver como le entraba mi pene, además que ella también la vería reflejado en el espejo.

Me preguntaron que si a mi también me gustaría, les conteste que si, sentándome en la orilla de la cama bese a Viridiana y le pregunte que donde quería que se lo metiera, ella dijo que por su panochita , dándome la espalda se subió y sentándose en mi estómago, se puso saliva en su rajadita, Bertha, tomando mi miembro con su mano, lo dirigió al sexo de su hermana, Viridiana coloco sus manos en mis hombros y sin dejar de ver nuestros cuerpos en el espejo, comenzó a introducirse mi verga, dándose sentones en ella, después de un rato se quejo que no podía ver como se comía mi pene, (les recuerdo que tenia mas pelitos que su hermana), así que le dije que porque no se lo metía por el culito, solo levanto un poco mas sus nalguitas y como estábamos bien lubricados, poco a poco fue desapareciendo mi trozo en su colita.

No podía creer lo que se reflejaba en el espejo, nos dijo que se asustaba ver como su anito se abría hasta casi romperse, le dije que no pasaba nada, que siempre había podido comérselo todo, tanto por su panochita como en su culito, después de un rato, se levanto y ya no quiso seguir cogiendo, yo tenia mi verga muy dura y deseosa de descargar, así que le pregunte a Bertha que si ella quería verse en el espejo, me contesto que si, que se sentía muy excitada al ver la forma en que su hermanita se había comido mi reata, tanto que se imagino como se vería ella.

Me abrazo y comenzó a besarme, yo le acariciaba su cuerpo, pasando mis manos sobre sus pechos y sus nalguitas, me susurro al oído que me esperara un rato porque quería satisfacer una duda que tenia desde hace tiempo, le pregunte que cual era, ella me contesto que era sorpresa, que me iba a gustar mucho. Viridiana nos decia que nos apuráramos, porque ya quería vernos coger, le dijimos que no se desesperara, que pronto la complaceríamos.

Después de un rato de besarnos y cachondearnos Bertha me dijo que era el momento adecuado, diciéndole a su hermana que estuviera preparada porque como no teníamos condones en ese momento, ella se tomaría mi leche cuando yo me viniera. Viridiana se puso muy contenta y le pregunte a Bertha la posición que quería que adoptáramos, ella dijo que la misma que había utilizado su hermanita. Así que volví a sentarme el la orilla de la cama y ella se sentó sobre mi, ensalivando mi miembro con sus dedos, después se lubrico ella misma su culito, levantando sus caderas, acomodo mi miembro en su ano y comenzó a metérselo, puso sus pies en mis rodillas y comenzó a subir y bajar, metiéndose cada vez mas mi verga, sentía como me apretaba y le comente que no tardaría en venirme, ella volteo su cara hacia mi y me dijo que me aguantara porque estaba por satisfacer su duda, le pregunte que cual era, que no me daba cuenta de su inquietud.

Volvió su mirada al espejo y le pidió a su hermana se acercara para que observara, yo estaba al pendiente también, viendo el reflejo de nuestros cuerpos, su carita se comenzó a poner roja, como que estaba haciendo mucho esfuerzo, de pronto, comencé a sentir que mi verga resbalaba mas fácilmente por el ano de mi primita y me di cuenta de cual era la duda de Bertha, ¡ quería ver como llenaba mi pene con su excremento ¡ poco a poco en la base de mi miembro comenzaba a formarse una masilla de color café, Viridiana pregunto que era eso, Bertha con los ojos entrecerrados le preguntaba que si a ella no le salía caquita cuando yo me la cogía por el culito, Viridiana le contesto que no, que nunca le había pasado o que nunca se había dado cuenta, Bertha me pidió que ya me viniera, porque ella estaba por explotar, la sujete por su estomago y levantado lo mas que pude mi cadera, se sumí todo mi pene hasta que comenzó a brotar mi semen, ella solo se agitaba sus caderas en círculos y quedo desvanecida sobre mi.

Aun con la verga enterrada, le pregunto a Viridiana que si quería ver como le había quedado su anito, mi prima se arrodillo frente a nosotros y Bertha tomo sus piernas con las manos y las levanto, haciendo que mi miembro saliera todo embarrado, separo los cachetes de su trasero y nos mostro su ano todo rosado, muy abierto, lleno de semen y excremento, el espectáculo que nos ofrecía era maravilloso, parecía una boca sin dientes, escurriéndole mi leche, que ya había adquirido un tono de color café claro.

Nos levantamos y fuimos a la regadera, ahí Viridiana le pregunto a su hermana que porque había se había cagado en mi verga, Bertha le platico, que desde la primera vez que yo le había metido la verga por el culito, siempre me la dejaba embarrada, que tenia que lavarse después de que cogíamos. Viridiana se extraño porque a ella nunca le había pasado, o no la había notado. Entonces Viridiana me pregunto que si seria igual por la vagina, Bertha y yo nos reímos por su ocurrencia y le dijimos que como pensaba que seria igual por la vagina si solo se orinaba por ahí, ella nos dijo que por eso, cual seria la sensación al orinarse teniendo mi miembro metido.

Al escuchar esto, me excite y le pregunte que si quería que lo intentáramos, ella dijo que si, entonces me acosté en el piso de la tina y ella se sentó sobre mi miembro, Bertha se arrodillo para observarnos mas de cerca, Viridiana hacia esfuerzos por sacar su orín y cuando lo hizo, sentí en mi verga su liquido caliente quemarme desde la punta de mi pene hasta los testículos, provocando que llenara casi de inmediato su panochita con mi semen.

En esas vacaciones cogimos todos los días, porque nuestros padres se iban a bailar o tomar en las noches, mi hermano y mi primo se extrañaban de que siempre estaba dormitando, ya sea en la playa o en el departamento y que mis primas para todo, manifestaban estar muy cansadas. Afortunadamente, nadie se dio cuenta de nuestras relaciones y probábamos todas y cada una de las ideas y posiciones que se nos ocurrían.

Así pasaron los años, los cuales disfrute mucho con mis primas, también convencieron a varias de sus amiguitas a que aprendieran todo lo relacionado al sexo, con su primo preferido, nunca me exigieron nada, fue una bonita relación hasta que se casaron y pensé que todo había acabado.

Pero estaba equivocado, porque mis primas me invitaban a que las visitara por las mañanas, cuando sus maridos estaban trabajando, para así recordar viejos tiempos, hasta que en una ocasión, al tener a Viridiana arrodillada en la sala de su casa, con de mi verga metida hasta los testículos por su culito, nos sorprendió su hijita Ileana que tenia para ese tiempo diez años y me exigió que después le enseñara a ella.

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