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Las uñas de mi madre II

Las uñas de mi madre II

Me quede muy satisfecho la ultima vez que estuve con mama, nunca había tenido tal acercamiento antes.

Debo confesar que si había tenido fantasías de follar con mama, que me había hecho pajas pensando en tus largas, afiladas y rojas uñas, que entrelazaba fuerte sus manos mientras me cabalgaba y mamaba leche de sus tetas.

Al final ese sueño se me cumplió y me sentía algo corto por ello.

No sabia como serian las cosas en adelante.

Podría volver a follarme a mama?? Era algo que tenia que averiguar pronto.

A la mañana siguiente baje a desayunar como siempre, y mi madre me saludo con un beso en los labios, pero no como los que siempre nos hemos dado madre-hijo sino mas bien un beso de marido-mujer, con lengua y saliva.

Me dijo, que me sentara a la mesa, que ella me llevaría el desayuno.

Me senté y mostraba una gran sonrisa en los labios. Los tenia pintados de rojo carmín.

Cuando se acerco a la mesa, y puso la taza de café delante de mi, pude notar el detalle de su sonrisa: llevaba las uñas pintadas del mismo color de sus labios, ese color rojo carmín tan provocador.

Es mas, juraría que tenia las uñas mas largas, quizá se las habría afilado mas, no lo se.

Ella noto como mis ojos se abrieron de la sorpresa y me dijo que luego podría probar sus manos y sus uñas intensamente.

Así que solo las acaricie por encima y me apure a desayunar porque llegaría tarde a la escuela.

Antes de irme me dijo que vendría a almorzar la tía Rebeca, su hermana menor.

Mi madre tenia 36 años y esta tía que era mi madrina de bautizo tenia 30. estaba como quería, unas tetas grandes, un culito bien redondo y moldeado, solterita y con las uñas mas largas que jamás había podido presenciar, median como 4 cms desde la base del dedo, eran preciosas y nunca me había atrevido a entrelazar sus manos quizá porque me intimidaba el gran tamaño.

Esta tía mía era muy cercana a mama, salían mucho juntas ya que como saben, mama era madre soltera y mi tía al ser soltera pues hacían buen dúo, incluso llegue a pensar entre mi madre y mi tía había alguna relación de amantes, eso quería averiguarlo.

Cuando regrese a casa de la escuela, mi madre estaba viendo tele y me dijo que subiera a lavarme las manos, que el almuerzo ya estaba listo para servir. Le pregunte por la tía Rebeca y me dijo que estaba en su cuarto, probando un nuevo esmalte de uñas.

Ufff, en ese preciso instante me metí al baño y me hice una paja imaginando sus inmensas uñas, pero no me vine, solo me la jale un rato.

Cuando me senté a la mesa, estaba mi madre sentada pero no estaba la tía.

De pronto sentí unas manos sobre mis hombros que me acariciaron y un beso en la frente; mi tía me había sorprendido por atrás.

Cruzo sus brazos sobre mi pecho y no pude evitar mirar esas deliciosas uñas que tanto había querido entrelazar y que me habían intimidado por ser tan largas y gruesas.

Las tenia pintadas de dorado, y no hice mas que acariciar sus manos por encima para que ella me las tomara y así aproveche para lentamente tratar de entrecruzar mis dedos con los suyos, despacio, y al final lograr una entrelace completo, wowwww, sus uñas cubrían gran parte de mis manos, y se clavaban en ellas al entrelazar.

Yo sentí como eyacule sin necesidad de tocarme, estuvimos así nos 15 segundos y se sentó a almorzar.

Mi madre me miraba y sonreía, como diciéndome que era un pillo y que estaba en mi gloria.

Cuando terminamos de almorzar, mama se puso de pie y le dijo a Rebeca: Beca, vamos a mi cuarto para que me hagas un masaje en la espalda, estar cocinando esta mañana me ha puesto algo tensa.

Así que se fueron las dos, y para mi sorpresa, tomadas de la mano, no entrelazaban pero si las tenían tomadas como si fueran una pareja.

Yo las seguí y me puse a mirar por el rabillo de la puerta, veía como mi tía le daba un masaje en la espalda a mama y esta le hablaba de mi, de cómo había crecido y que ya me estaba haciendo un jovencito.

Mi tía le dijo que si ya tenia novia, y mama le dijo que aun no. Mi tía se rio y le dijo que seguro yo ya me hacia pajas, mama le dijo que si y que ella ya me había gozado en la cama, que yo tenia una pija grande y gruesa, que cualquier mujer quisiera sentir.

Mi tía le dio vuelta a mama, la miro a los ojos, le tomo las manos y puso sus palmas contra las de mi madre, como si estuvieran midiendo sus manos una con la otra.

De pronto empezó a entrelazar las manos de mi madre cuyas uñas se veían mucho mas pequeñas que las de su hermana y le dijo: recuerdas esto Susana??

Como de chicas nos gustaba entrelazar las manos y pintarnos las uñas mutuamente para luego entrelazar fuerte y jugar?

Mi madre sonrió y le dijo: claro que si hermanita, te extrañaba tanto, quería sentir esas manos tan grandes tuyas, esos dedos largos y esas uñas tan kilométricas que tienes, que me hacen mojar la conchita.

Yo estaba oyendo todo mi pajeándome rico, cuando de pronto golpee la puerta con mi mano y la abrí porque estaba solo junta.

Mi madre y mi tía me vieron con la verga afuera y se rieron.

Mama dijo: Nacho ven aquí amor, que tu tía y yo te vamos a dar un festín de uñas largas que te vas a quedar satisfecho a mas no poder.

Me tiraron en la cama, mi tía se quito la ropa y pude ver sus grandes tetas morenas, porque ella era de piel canela, casi negra.

Mi madre mas bien era muy blanca como yo.

Me quitaron el pantalón y mama empezó a mamarme la verga cogiéndola entre sus dedos y acariciándomela con sus uñas carmín.

Mi tía por el contrario me puso la concha en mi boca para que se la chupara y me tragara sus jugos.

Tenia una concha muy peluda que me hacia cosquillas en los labios.

Trague algunos pendejos y le succionaba el clítoris.

Luego mi tía se sentó sobre mi verga la cual entro como mantequilla por lo mojada que estaba y empezó a cabalgarme mientras gemía y gritaba de placer.

Agarro mis manos y las entrelazo fuerte mientras seguía montándome la muy perra.

Mama le chupaba las tetas mientras me ponía su concha en mi cara.

Era un verdadero festín de uñas el que estaba viviendo.

Luego mi tía se puso en 4 y le di como perrita, su culo se golpeaba contra mi pubis en cada arremetida y gritaba mas fuerte, mientras mama le cogía de las manos y se las entrelazaba para darle mas fuerza.

Ya no pude contenerme mas y le llene la concha de leche a mi tía, que según me dijo, no se estaba cuidando con pastillas.

A mi no me importo e igual la inunde de leche. Mama me pidió limpiar mi verga y así lo hizo..

Ya les contare mas adelante como me tire a la amiga de mi madre, que esta mas rica aun que mi tía y tiene tatuajes en las uñas…

Continúa la serie << Las uñas de mi madre I

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