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A mi primo le llaman el manos largas

A mi primo le llaman el manos largas

Se hace increíble lo que les voy a contar, pero lo que me sucedió el miércoles pasado en la casa del tío Fernando, fue algo realmente raro.

El miércoles 30 de octubre de éste año, mi tío Fer (así le llamamos de cariño) cumplió 45 años de edad y mi tía y mis primos le hicieron una fiesta sorpresa, donde solamente estuvimos puros familiares, no había ningún extraño, lógicamente pensaba que iba a ser una velada muy aburrida, así que decidí invitar a mi novio para mejorar el ambiente.

Ese día salí de una cita de trabajo (tengo un negocio de fotografía para eventos sociales) cerca de Prados Churubusco y mis tíos viven en Villa Coapa, por cierto en una casa dúplex, es decir estábamos realmente cerca y mi novio paso por mí al término de la cita.

Llegamos finalmente a la casa y mi tío no aparecía todavía, eso nos dio tiempo de organizar mejor la reunión para cuando él llegara.

Como a las 9:30 de la noche se apareció mi tío y comenzamos la convivencia, en la casa había muchos familiares y empezaron a tomar bebidas alcohólicas para festejar a mi tío, y hasta mi novio tomó demasiado, fue entonces que decidí pedirle que se fuera a su casa porque yo me iba a quedar con mis papas hasta el fin de la fiesta, pero la fiesta se veía bastante larga, debo decirles que mi novio se enojó, pero preferí un enojo de él que de mis papas, es por eso que se fue medio molesto.

De los primos que estábamos en esa noche, yo era la mayor y quién me sigue de edad es Lalo, él tiene 14 años de edad y varios más pequeños, cuando dieron la 1 de la mañana, mis padres y mis tíos nos dijeron que nos fuéramos a una recamara y que nos acomodáramos todos ahí porque la fiesta iba subiendo de tono y no querían que los niños estuvieran presentes, entonces propuse un juego de naipes y otros juegos de mesa, así es que subimos todos a una recamara y comenzamos a jugar. Yo quiero mucho a mis primos y mis primitas, es por eso que no dudé en subir a jugar con ellos.

Como yo venía de una cita de trabajo, me vestí de manera formal, es decir, venía con un vestido con un escote normal y que terminaba poco arriba de mis rodillas, claro que me había puesto unas pantimedias de color natural, ya que el vestido era de color gris y unos zapatos de bacón del 10, por eso me veía creo yo que bien, porque todos mis tíos y tías me lo habían dicho al entrar a la casa.

Estaban dando exactamente las tres de la mañana cuando me sentí un poco cansada y propuse que nos acostáramos, ya que también ellos se veían bastante agotados, incluso Lalo, que para ese momento ya se había acostado en la cama baja de una litera, entonces le hablé para que se durmiera mejor en la colchoneta donde jugábamos para que los niños se acostaran mejor en la litera, ellos quería dormir así y como yo ya estaba cansada, también lo que quería es darles gusto para poderme ir a dormir en la cama de enfrente.

Cuando termine de acostarlos y taparlos con sus sábanas, me dispuse a dormir y Lalo me había hecho caso, él ya roncaba sobre la colchoneta, entonces lo único que hice, fue quitarme las zapatillas y así como estaba vestida me acosté.

No se cuanto tiempo pasó desde que me acosté, pero me sorprendió el sentir que me habían jalado la sábana, fue entonces cundo reaccione pero solo para jalarla hacia mi, como estaba adormitada, tardé un poco para que me volviera a dormir y de repente sentí una mano tocando mis tobillos por debajo de la sábana, pero no dije nada, eso me despertó más y sin hacer ningún movimiento me quedé inmóvil, el tiempo pasaba lentamente y la mano seguía subiendo poco a poco y lejos de sentir enojo, comencé a sentir algo de excitación.

Cuando llegó a la parte posterior de mis rodillas, porque yo le estaba dando la espalda, empezó a acariciar suavemente mis muslos y por momentos sentía que me apretaba más de lo normal, pero yo seguía sin hacer ningún movimiento, hubo en un momento un movimiento brusco de su mano y la puso en donde terminan mis piernas y comienzan mis nalgas, y como poseído comenzó a acariciar suavemente mi sexo sobre mis pantimedias, hasta que lo fue haciendo más fuerte, esto era tan excitante que no aguante la calentura y me vine en un orgasmo tan delicioso y malicioso que todavía hoy lo recuerdo, por cierto me imagino que él debió haber sentido algo, porque yo sentí que mojé las pantaletas y hasta las pantimedias, después saco sus dedos de ahí y ya no me di cuenta de lo que pasó después porque yo me quedé en la misma posición, solo me estiré un poco en el momento del orgasmo.

Sin querer caí en un profundo sueño hasta las nueve de la mañana del otro día, y todos seguían durmiendo.

Me levanté y sentí la mirada de mi primo, pero de reojo, porque cuando lo volteaba a ver se hacía el dormido, así es que me dediqué a tender la cama y pasaba sobre de él abriéndole mis piernas, y hubo un momento en que me incline para ponerme las zapatillas y rozaba mi pie a su mano, pero el muy descarado seguía haciéndose el dormido.

Total que como a las diez ya se despertaron casi todos en la casa y después del desayuno, nos fuimos a la casa, me di un baño y me cambié, pero al irnos me despedí de todos con un beso en la mejilla, pero a mi primo le rocé levemente los labios y solo se sonrojó.

Fue muy excitante lo que me sucedió, es por eso que se los cuento y espero que haya sido de su agrado, también espero sus impresiones en mi dirección de e-mail y en cuanto yo pueda les contestare, por mientras debo agradecerles su atención a esta historia.

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