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El final de la partida IV

Los dientes del metal se clavaron en la carne y una oleada de fuego recorrió mi cuerpo. Saltaron las lágrimas de mis ojos y un grito atronó desde lo más hondo de mi alma. El pezón derecho estaba preparado. De nada sirvieron mis sollozos ni mis súplicas. Sonriéndome, Jaime cerró la pinza. Me sentí mareada por el dolor.

La caída de Elena

Mientras tanto el amo había hecho retirar a los dos negros y llamado esta vez a tres, con los miembros si cabe más grandes, que siguieron follando simultáneamente a la preñada, quien en ese momento tenía dos pollas en el ano y una en la vagina. Era difícil comprender como se habían colocado los tres inmensos cuerpos para poder acceder a los orificios, pero lo habían hecho.

El final de la partida I

Apuré la copa de vino y me dirigí a la habitación del fondo. En ella, Jaime tenía su refugio particular: estanterías repletas de libros, discos y videos, muchos de estos últimos realizados por él. En esa habitación, Jaime pasaba horas y horas. Leyendo, escuchando música, componiéndola, grabándola, viendo películas, realizando las suyas propias.

Un castigo ejemplar II

Me volví a mi cuarto, me quité la bata, apagué las luces y me volví a acostar. Pasaron horas hasta que entró mi madre con una bandeja con comida. Encendió la luz, y vi que eran las ocho de la tarde. Puso la bandeja en una mesita, me levanté y mientras yo comía me hablaba.

Un castigo ejemplar I

Yo seguía muy excitada, y entonces Juan, recordando cositas que hacíamos en los viejos tiempos, me propuso algo que hacíamos bastante a menudo, yo me colocó boca abajo sobre sus rodillas, y él mientras me va dando unos azotitos más bien suaves, con la otra mano me da masajes en mi coñito hasta que me corriese.

Mi primera ama II

Ella me miró y dijo que no estaba contenta conmigo a la vez que se quitaba un guante de su mano, ella me cogió por el pelo y me introdujo el guante de goma en la boca , así me amordazo y con la mano que se había quitado el guante empezó a darme en el trasero, mientras con la otra mano me levantaba la cabeza por el pelo, como había pasado la última vez paró cuando quiso, cuando vió que el trasero estaba rojo

Mi primera ama I

Llame a su puerta y me abrió ella, ella es una mujer madura de algo mas de 40 años, de complexión normal un poco ancha de cadera , con pelo morena medio largo rizado, ella estaba vestida con una falda negra, una camisa también negra y medias negras con unas sandalias de estar por casa. Me dijo que entrara, yo entre , no sabía que íbamos a hacer primero si hablaríamos un rato o tomaríamos algo, pero no fue así ella desde un principio mostró su severidad y dominancia.

Necesito contar lo que me pasó

Comencé a desnudarme y de repente entraron dos amigos suyos en la habitación, intente taparme pero se me echaron encima enseguida, estaba aterrada, se reían de mi diciendo q vaya putita habían conseguido, que cuando acabaran no iba a poder ni caminar...

Laura busca su límite

Cuando Laura empezó a pedir con desesperación que se la cogieran por el culo, se colocó uno de ellos y la penetró, ella sintió delicioso y comenzó a moverse rítmicamente al paso de ellos, de pronto sintió una gran presión en su orificio trasero ya ocupado, cada vez más intensa y con gran dolor, casi insoportable, y comenzó a pedir que se detuvieran, pero no estaban dispuestos a hacerle caso, ésta era la prueba final para ella y la iban a forzar a vivirla, para esto la habían preparado por tantas horas.