Una aristocrática dama recibe de su familia el regalo más adecuado a su sensualidad el día de su cuumpleaños.
La verdad es que a mi me han criado de una forma muy conservadora, pero un día me canse de ser recatada, es cierto que había tenido experiencias sexuales pero hasta ahora habían sido de manera muy convencional, así que decidí aventurarme.
Lamentablemente era lesbiana, digo lamentablemente desde mi punto de vista de macho simplemente, ya que esa había sido su decisión y como era feliz con ella, todo estaba bien para el resto del mundo.
Fué durante nuestro décimo aniversario y le regalé dos noches que no se nos van a olvidar nunca. Y todo esto fué con el apoyo de un americano llamado Allan que me ayudo a complacer a mi mujer.
Por circunstancias que no recuerdo tuve que ir sólo, transportar el equipo ya fue una complicación. Además no me gustaba trabajar sin compañero porque, si bien la mayoría de los clientes eran recomendados, uno nunca sabe con que loco se puede encontrar.
Soy una mujer muy caliente y desde joven tengo miles de fantasías sexuales pero en los últimos tiempos sueño con ser poseída por varios hombres. Imagino como conozco a uno de ellos de manera casual y tenemos algunos encuentros donde me pone a gozar tremendamente.
El verano de 2002 fue un verano en el que yo y mis amigos y amigas descubrimos experiencias nuevas, que la verdad nos gustaron mucho a todos.
Entonces terminamos de preparar el desayuno y subimos para unirnos a Laura, al llegar la desperté diciéndole que estaba lista su lechita caliente, entonces me subí sobre ella y poniendo mi concha en su boca la abrí un poco y cayó en su boca parte de la leche que Alberto acababa de echar en mí, ella la tragó con gusto y nos dijo que parecía que habíamos empezado temprano.
Estábamos vestidas para matar, al llegar el auto y bajar sentíamos como todos los hombres nos miraban al pasar en el hotel.
Esta historia comienza de la forma que muchos quisieran que les sucedieran las cosas relacionadas con las relaciones sexuales mas cachondas que pueden haber en el mundo.
Tenía que fotografiar a un matrimonio que habitualmente se sacaban fotos mientras cogían, pero como entendían poco de técnica fotográfica, el resultado no era muy bueno, la mayor parte de las fotos que me mostraron estaban fuera de foco o movidas, y querían tener material de nivel más profesional.
Y justo en aquel momento el crío empezó a llorar, es más, pegaba alaridos, como si jamás su madre le hubiera obsequiado una teta.
Tengo una que me encanta y me masturbo mucho con ella, y es que voy con mi marido de noche dando un paseo nocturno, nos asalta un negro fornido, y nos pide la cartera y el bolso, mi marido se resiste ya que esta bastante fuerte, y golpea al negro, entonces salen 4 negros mas, que reducen a mi marido.
Había ido a una fiesta con mis amigos Marcos y su novia Alexia, el lugar era un poco retirado en las afueras de la ciudad, a unas dos horas de viaje en auto.
Cenamos y luego los tres vimos una película, que en un momento tenía un par de escenas de sexo algo fuertes, el ambiente se calentó un poco, Raquel se abrazó mas a Jorge y noté su erección, yo me calenté un poco pero la película avanzó y terminamos de verla.
Cuando mi mujer me dejó no pude afrontar solo el pago del alquiler, así que le propuse a mi hermana Lourdes que se viniera a vivir conmigo.
Como cada tarde, los primos se detenían en un arrochuelo para dar de beber a las vacas y de paso darse un baño y lavar sus humildes vestimentas.
Anita se masturba, luego me la tiro y finalmente montamos la fiesta con Paula.
Me ausenté unos minutos del lugar para buscar la cerveza, y cuando volví, ya noté que tanto mi novia come Héctor estaban un poco nerviosos.
Quizás por el vino tomado en la cena, mi suegra, de manera natural, en un brindis que los cuatro tipos hacían, levanto la copa e hizo el gesto de brindar con ellos, los cuatro, acogieron el brindis y lo agradecieron.