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Atena Asamiya

Atena Asamiya

Era mediodía en China al igual que en la casa de Atena, Atena Asamiya. Allí vivía ella junto a su maestro Chin Gentsai, un anciano casi siempre ebrio pero efectivo en la luchas de KOF. La mayoría de las técnicas en cuanto a artes marciales de Chin se las había enseñado a la muy hermosa Atena, una chica de 18 años de muy buen ver por su gran amigo Sie Kensou, de la misma edad. Aunque esta lo rechazaba por ser inmaduro.

Bueno, siguiendo con la historia, describiremos cómo estaba vestida Atena en el momento. La vestimenta era casi siempre la misma, esta vez usaba aquella que utilizo en el torneo de KOF 1997. Consistía en una blusa ajustada blanca, un chaleco rojo, guantes de pelea, pollerita también roja holgada y muy corta sostenido con un cinto amarillo presionando su cintura, un pantymedias o medibacha bordo o rojo oscuro, medias de algodón blancas y sus zapatos rojos.

Así estaba vestida, cuando golpeó la puerta de la casa su maestro Chin. Atena lo recibió saludándolo y diciéndole que iría a prepararle su comida, que se sentara en la mesa a esperar. Ella se marchó a la cocina cuando Chin sacó sus famosos botellones con bebida alcohólica de uno de los armarios que allí cerca habían. Estuvo bebiendo unos minutos cuando se levantó de la mesa y dirigiéndose a la cocina para decirle que iba a bañarse, frenó en la puerta y quedó impresionado con la vista.

Atena estaba inclinada en el horno con su trasero apuntando a sus ojos, un culito redondo y perfecto a causa de las frecuentes sesiones de gimnasia y practicas de lucha que toma. La panty media se le metía en su trasero pareciendo que no llevaba bragas. Eso a Chin lo excitó aún más, además de ver su pequeña pollera terminando a la altura del cóccix.

Chin se recompuso, se alejó de ahí y simulando la llegada le gritó sobre lo del baño. Atena esta vez lo escuchó y le contestó que estaba bien, que la comida estaría lista para cuando termine. Chin pensando y recreando lo visto hacía un minuto se dio cuenta durante tantos años que ella era hermosa, además de que hacía mucho que no estaba con una mujer. Se desnudó y metió a la ducha decidido a tramar una estrategia para hacerla suya.

Estaba con una terrible erección ya que era viril y no utilizaba “viagra”. Empezó a tocarse cuando se dio cuenta de que no quería terminar así, con una simple masturbación. Al fin se le ocurrió una buena trampa y lista para usar.

Al salir del baño, Atena se encontraba sentada y con una sonrisa le dijo que la comida estaba lista, allí en la mesa. Chin, vistiendo sólo un short se sentó a comer. Tomó sus botellones y se dirigió a la cocina. Luego volvió, se sentó y empezó a comer. Estuvieron los dos en la mesa platicando, mientras Atena le repetía que no bebiese tanto, contestándole que él era mayor y era responsable de sus actos.

Terminado el almuerzo Atena limpió la mesa y llevó todos los utensilios a su lugar en la cocina. Allí quedo Chin sólo mientras escuchaba cómo su discípula lavaba los platos. Cinco minutos después se levantó, tomó los botellones y se dirigió a donde Atena. Chin, totalmente “borracho” entró a la cocina, dejó los botellones y se acercó a ella que estaba de espaldas. Inventó un tropiezo y cayó sobre Atena apoyando su miembro erecto sobre su trasero.

La reacción de la chica fue repentina girándose y viendo hacia abajo el bulto prominente al desnudo. Un miembro arrugado y venoso era el centro de atracción de ella que reaccionando le pegó una cachetada a Chin.

“¡¡¡Qué le pasa viejo cochino!!!” dijo Atena mientras lanzaba un puño hacia su cara en el que Chin dominó fácilmente, y con una increíble velocidad la giró tomándola del brazo, quejándose ella de dolor. “Qué pasa linda, lo único que quiero es follarte”, dijo Chin con acento ebrio. Como si fuera algo común.

Entre pequeños gritos de dolor, Atena alcanzaba a decir: “¡¡¡Está usted loco, qué le pasa, esto no es normal, esta borracho, suélteme!!!”. Chin inclinó a la indefensa chica sobre la mesada cerca del fregadero mientras con la mano libre levantaba su pollerita. Contempló su trasero mientras Atena suplicaba que la dejase. A Chin ni siquiera le importaba y de un solo manotazo le arrancó parte de su pantymedias dejando a la vista sus dos privados agujeros. “Mmmmm, hoy no llevas bragas linda.”

Atena ante tal descarada acción se sobresaltó y asustó. “Maldito viejo degenerado” eran sus palabras, mientras Chin la sujetaba de la nuca con su mano izquierda bajándola con suma fuerza hacia la pileta haciendo que el trasero de ella se elevara más. Le abrió bien las piernas con sus rodillas y posiciono su polla en la entrada de su pequeño agujero oscuro y virgen la empezó a penetrar cuidadosamente.”Tienes un culo precioso, no sé qué estuve pensando todo estos años”. Atena: “¡¡¡No, qué hace, noooooo…..dueleeee…!!!”, mientras la polla de Chin se hundía lentamente como cuchillo en mantequilla y con algo de dificultad en su estrecho culito.

El dolor de Atena se expresaba en su cara totalmente roja y llena de lágrimas, y por el contrario, Chin mostraba gesto de satisfacción ya que era su primera enculada. Esa era la imagen más excitante, un anciano de 80 y pico de años sodomizando y violando a su amiga de siempre con tan sólo 18 de edad inclinada sobre la mesada de su propia cocina y con la cabeza escondida en la pileta, lanzando constantes insultos hacia ese viejo que la hacia suya a su propia merced.

La polla del anciano ya entraba y salía a una velocidad descomunal del ya desflorado ano de Atena, el cual expulsaba pequeños hilos de sangre deslizándose por sus muslos. Atena empezaba a resignarse ante tal situación mientras gemidos leves escapaban de su boca en cada embestida. Las piernas le temblaban, sus párpados caían y sus bien formados pechos se aplastaban en el mármol celeste de la cocina. Chin se posó de sus hombros con ambas manos haciendo que su velludo vientre se pegase y despegase con fuerza al hacer los movimientos del mete-saca.

Por la mente de Atena pasaban imágenes y preguntas de cómo estaba pasando todo esto, ya que Chin nunca había reaccionado así desde que lo conocía. Por dentro empezó a echarse culpas, por cómo se vestía delante de él, y sintiendo lastima por el viejo se dejó llevar ante la sodomizacion, retirando la poca resistencia que oponía.

Los pensamientos de Atena fueron interrumpidos cuando su cabello largo y negro fue tomado bruscamente haciendo que su cabeza salga de la pileta, su espalda inclinarse y así un gemido o mejor dicho un grito salir de su boca mientras Chin soltaba largos y duraderos chorros de semen dentro de sus entrañas llenándola por completo.

“Aaaaahhhhhh”, suspiraba el anciano ante tan increíble descarga. Estuvo un minuto con su polla dentro del culo de Atena reposando para luego sacarla totalmente flácido. Atena cayó al suelo totalmente desmayada. Chin al ver esto la tomó en sus brazos y la llevó hacia su habitación para depositarla en la cama. Y ahí quedo Atena con marcas de lagrimas en sus mejillas, gesto de cansancio, boca abajo, con los brazos colgando del borde de la cama y sus medibachas rasgadas, mostrando su maltratado culito, enrojecido, ensangrentado y manchado con semen.

No sé lo que pasara cuando se despierte. Recordará lo sucedido pensando tal vez que fue un sueño, pero cuando sienta el dolor en su trasero no lo creerá así. ¿Qué será de Chin, seguirá siendo el maestro que tanto ella respetaba?. Pienso que sí. Una cosa más…, ¿estaba borracho en el momento de la violación?, Mmmmm, no lo creo. Lo vivió totalmente sobrio ya que en sus botellones sólo había agua.

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