El hombre, haciendo gala de su fuerza, la tomó en vilo y, apoyándola contra la pared, reanudó las embestidas. Nuria, con las piernas cruzadas en el culo de aquel desconocido, notaba la fuerza de las penetraciones y cómo chocaban contra ella los huevos. Los gemidos de Nuria eran eclipsados por los aullidos que soltaba la otra chica al alcanzar el orgasmo. No tardó mucho más Nuria en correrse con aquel gorila.
Un corte en la energía eléctrica nos conecto a nuestras propias energías.
Nunca le conté esto a mi marido, porque no sabía cual podía ser su reacción, a pesar de que él es bueno y comprensivo, un pan de Dios, en fin que fue lo que me cautivó de el, siempre con buen talante para todas las situaciones.
Viuda es sorprendida por ciertas coincidencias.
Ella encontraba mis movimientos abalanzando sus caderas contra mi pelvis, yo no pude resistir mas, ella mucho menos, sentí como su raja se inundaba con su nuevo orgasmo, y sin mas me derrame dentro de ella.
Me levanté del silloncito y me pasé a la cama. Los tomé de las manos a los dos y le dije a Mario: "mi vida, dale un minuto para ajustarse, por favor" Me levanté y fui a servir vino para los tres. Regresé a la cama, les di sus copas. Hubo un momento de silencio pesado, Hilda seguramente estaba pensando que lo había arruinado y que ahí se terminaba todo.
Mi tía le dijo que si ya tenia novia, y mama le dijo que aun no. Mi tía se rio y le dijo que seguro yo ya me hacia pajas, mama le dijo que si y que ella ya me había gozado en la cama, que yo tenia una pija grande y gruesa, que cualquier mujer quisiera sentir.
Acompañada desde mi niñez , he vivido 25 años felices junto a él.
Joder tío, ¿le vas a dar por el culo ahí en plena calle? Sí, me lo voy a follar aquí. Me excita y da mucho morbo darle por el culo al maricón en plena calle. Me pone a tope que alguien nos pueda ver y vean cómo le rompo el culo al maricón.
Esta vino en abundancia, en 5 o 6 borbotones, que me llenaron la boca de una crema deliciosa, de un sabor áspero y viril, ligeramente salado, que saboreé tragué y disfruté, apresurándome a limpiar bien la polla de mi amo, para que no quedara ningún resto de esperma en ella.
Y así vamos creciendo y creciendo. Y vamos almacenando cada vez más muletillas, hasta que llega un momento en que tenemos muletillas para cualquier situación. Por ejemplo, cuando estamos en grupo y de repente se acaba la conversación, mientras pensamos algo que decir empezamos:
Eran más grandes y gordos de lo que parecía, pero sus pezones eran muy pequeños y marrones. Pesadas y algo caídas, pero no demasiado. Tan apetecibles que me metí su teta izquierda en la boca y luego la derecha, ensalivándola y casi mordiéndosela.
Estaba en penumbra... y Ulises me pidió que esperara afuera... él entró y al salir me dijo que pasara, que él estaría viéndome, que hiciera todo lo que se me pidiera... Yo estaba muy nerviosa y me daba miedo pero Ulises me dijo que después podríamos tener todo el sexo que quisiéramos... así que entré...
Se acerco a la nevera y cuando se agachaba a coger la leche perdí los papeles y le acaricie las piernas por detrás hasta llegar a su clítoris, el cual pude tocar a través del tanga que llevaba.
Mario, sentado en un silloncito, se abría la bata para enseñarme su hombría dura y brillante y la cerraba de pronto cuando la mucama volteaba y hacía muecas de lo buena que estaba y hacía una mímica detrás de ella como si la estuviera follando…me moría de la risa..
Aquél día, como tantos otros de verano caluroso y pegajoso, me encapriché con un vestido camisero de color ocre con flores silvestres que acentuaban la expresión de mi rostro; no así a mi cuerpo, algo metido en carnes por la dejadez y el paso de los años, que estaba pidiendo a gritos un buen reciclaje, empezando por la estética, que me pareció era lo mejorcito que podía hacer en aquellas fechas.
Todavía no había llegado nadie mas que mi novia y yo, estábamos poniendo la mesa en lo que se abrió la puerta y aparecieron sus hermanos con las respectivas, y la verdad es que alguna vez me había fijado en ellas, una de ellas tiene unos pechos de muerte es la que mas me excita y ando detrás de ella pero todavía no he conseguido nada y no sé si lo conseguiré, y la otra no está mal es delgada, pechos tirando un poco a pequeños y un culo de infarto.
Había una vez una almejita que vivía tranquila en el fondo del mar, habitaba en una conchita segura y protegida de los peligros del mar. Un día vino una tormenta y el mar se embraveció y una fuerte ola la despojo de su casita.
Terminaba de ser follado por 2 hombres maduros en plena vía pública de mi ciudad, La Coruña, y ahora cruzaba desde los jardines de Méndez Núñez, hacia la calle Sánchez Bregua, acompañado por ellos. Me iban tocando y sobando el culo, diciéndome lo bueno que estaba y que culito más rico tenía, a ver si me dejaba ver otro día, que me volverían a dar por el culo y dejarme preñado.
En este momento yo ya no quería bajarme de la escalera, notaba cómo mi coño se mojaba por dentro y por fuera, porque me puso realmente caliente y cachonda, y seguro que él lo notó también, porque empezó a chuparme el coño con fuerza, metía en él su lengua, y me hacía gozar enormemente cuando lamía mi clítoris.