Era rubia ojos verdes y bien formada, tenia unos pechos no muy grandes pero firmes, no llevaba sujetador y se adivinaban unos pezones pequeños y prietos, yo no dejaba de mirar, ella debió de darse cuenta, y se subió la falda dejando ver sus muslos.
Una señora casada con dos hijos mayores es expulsada de casa por su familia descubrirla en flagrante adulterio. Se dedica al porno y envía sus películas a sus familiares.
Es la fiesta de nochevieja y una amiga de mi hija se emborracha y me aprovecho de ello. Pero eso no va a ser todo en esa noche.
La cadenita que ella lleva en el cuello ayuda mucho, porque cuando alguno le pregunta de qué es, qué cierra esa llavecita, ella le confiesa sin ningún pudor al que se lo pregunta, qué es la llave del cinturón de castidad del cornudo de su marido.
Era una mujer de unos cincuenta años, que deseaba tener sexo oral, acepte, quedamos en vernos al día siguiente en un hotel. Me dejo su numero de telefono por si surge algún problema, recién terminado de hablar con ella, recibí una segunda llamada, esta era de una chica joven, que decía buscaba su primera experiencia.
Me volqué de espaldas y mientras el besaba mis testículos y me cogía con los dedos, un placer infinito me abrazaba desde mis pies a mi nuca… logré acabar sintiendo una fuerza tremenda en mi eyaculación que los chorros de leche saltaron hasta mi cara, mi pelo…
Me volví a mi cuarto, me quité la bata, apagué las luces y me volví a acostar. Pasaron horas hasta que entró mi madre con una bandeja con comida. Encendió la luz, y vi que eran las ocho de la tarde. Puso la bandeja en una mesita, me levanté y mientras yo comía me hablaba.
Me volví a mi cuarto, me quité la bata, apagué las luces y me volví a acostar. Pasaron horas hasta que entró mi madre con una bandeja con comida. Encendió la luz, y vi que eran las ocho de la tarde. Puso la bandeja en una mesita, me levanté y mientras yo comía me hablaba.
¿Alguna vez han oído decir que cuando estás a punto de morir te pasa toda tu vida por delante? Pues no es el único momento... El otro día mi novia me dijo: -Cariño, no me viene la regla...
Era la primera vez que me entregaría a un chico joven, nunca lo hubiese creído, casi podría ser mi hijo, pero no estaba con ganas de que avanzara algún miedo. Nos desnudamos rápido, recordando mis aventuras juveniles, donde no esperábamos mucho para cupular una y otro vez.
La volví a vestir con la misma bombacha, el mismo pantaloncito y el mismo top, la llevé a la pieza y comenzamos nuestro acto de amor, la desnude completamente y ella hizo lo mismo conmigo, sacándome cada prenda como si fuera una experta en el arte del streap.
Le hice saber que me iba a derramar y me dio algo de pena con ella. Luisa como que tampoco estaba muy decidida a tragarse mi semen, por lo que me puse de pie y me acerqué al lavamanos, expulsando todo lo que tenía en mis testículos que, según pude comprobar, era bastante.
Mary se disculpó por no estar arreglada cuando llegó y quería compensarlo, además haría todo lo posible por levantar al monstruo y verlo de pie. JR le dijo que ya lo estaba logrando, entonces ella se agacho para servirle otro vodka y le puso casi en la cara todo su culo desnudo tapado solo por un hilo dental. Mi monstruo ya estaba totalmente parado.
Y nos casamos, porque ella insistió en ello porque así no tendría que esconderse tanto para sus viajes a la capital, tendría coartada porque al único que se suponía que tendría que darle explicaciones, a mí, no se las iba a dar obviamente.
Al ver al muchacho próximo en la fila subirse al caballete y realizar montado en éste, ejercicios de tensión de brazos y piernas, sentí que al llegar mi turno no sería capaz de exponerme de esa forma, sobre todo al ver que en el área de las entrepiernas, la fábrica del short del muchacho apenas resistía la tensión.
La llamó por teléfono enseguida, después de escuchar el mensaje, ella atendió y directamente le dijo que lo esperaba, quería verlo, le recordó que era su primo, ella le dijo, igual que Annabella, preocupado por el cariz de la conversación, le dijo que era una niña, un no te preocupes y con tono autoritario , un te espero a las dos de la tarde fue lo último que escuchó antes de que cortara.
Como a la media hora, y después de ir marchando la mayor parte de la gente, me dispuse ir al baño, cuando justo al pasar a la altura del dueño del local, me pidió que no me marchase sin hablar con él. Salí del aseo, y volviendo a donde estaba sentado, miré como estaba saliendo el muchacho al que había reconocido nada más entrar. Ya no quedaba más que yo, un viejo, que parecía un vagabundo, y el dueño del mesón.
Todo sucedió porque yo estoy obsesionado con las chicas del instituto, ya que cuando salen al recreo voy con mi coche y aparco delante de la puerta principal, entonces empiezo a masturbarme mientras las miro, es impresionante lo cachondo que me pongo mirandolas, sobretodo con la que ese dia les toca gimnasia, con esos tops super apretados, y esas mallas tan ceñidas, ufff.
Como saben en esta ciudad, viajar en el metro en las horas llamadas pico (es decir cuando todo mundo entra a trabajar o a la escuela) es un verdadero acto de heroísmo, se viaja apretado, te sacan del tren o simplemente no te dejan subir.
Al llegar al sitio me ordenó que la acompañara y en la zapatería mando a la dependiente a buscar unas sandalias negras de tacón muy fino de unos 12 cms. de altura, al ver la sandalia comenzó una excitación indescriptible y ella me pregunto si me gustaban, a lo que respondí que me gustaban mucho.