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De niña a mujer V

Ella se siente abrumada por mi ataque simultáneo: mi boca succionando sus pezones casi con desesperación, mi mano izquierda acariciando su costado tembloroso, dibujando los bordes de su seno, mi mano derecha filtrándose por debajo de sus muslos y sus húmedos glúteos.

Soledades

Me dejé llevar por la alegría de las copas, me dejé arrebatar por la mirada picara de sus ojos celestes, me dejé arrebatar por sus palabras envolventes, sobre un tema que no recuerdo, porque solamente me interesaba escuchar el sonido de su voz y mirar sus labios semi abiertos y a veces húmedos.

Todo cambia al volver IV

Ahora yo disfrutaba plenamente mi relato, de modo que con placer casi morboso le conté el momento en que montada sobre Pipo había metido la cabeza de su miembro en mi haciéndolo avanzar hasta mis profundidades hirvientes mientras el se quejaba invadido   de ese placer tanto tiempo esperado.

Noche de verano

Marga es mi novia desde hace seis meses y esta imponente; de cara es preciosa y su largo pelo castaño y sus ojos verdes me vuelven loco, del resto del cuerpo mejor ni comentarlo, mide 1,68 m. y tiene un tipazo.

Laura busca su límite

Cuando Laura empezó a pedir con desesperación que se la cogieran por el culo, se colocó uno de ellos y la penetró, ella sintió delicioso y comenzó a moverse rítmicamente al paso de ellos, de pronto sintió una gran presión en su orificio trasero ya ocupado, cada vez más intensa y con gran dolor, casi insoportable, y comenzó a pedir que se detuvieran, pero no estaban dispuestos a hacerle caso, ésta era la prueba final para ella y la iban a forzar a vivirla, para esto la habían preparado por tantas horas.

Una historia de amor

Diego masajeó el pene de su compañero con un gel y al instante sintió dentro suyo al hombre que tanto ansiaba, sintió la sensación de placer constante, ese orgasmo que parece interminable de un chico pasivo.

El hijo de mi novia

Resulta que este verano quedamos con mi novia que iría yo a pasar unos días de mis vacaciones a su casa, ya que ella como es médico de urgencias y todavía no le darían todavía sus vacaciones; o sea, que decidí ir yo.

Ven conmigo

Ayer iba camino a casa cuando me pasaste, ibas caminando venias de tu trabajo también por la forma en que vestías, una mujer madura de unos 40 años, con una blusa beige, un saco negro y una falda negra corta, un poco arriba de la rodilla, tacones negros y altos; tienes una piernas exactamente como a mi me gustan, justamente cuando me rebasas me queda tu perfume en mi, el aroma de ti y tus piernas

La reunión con los industriales

Quiero que me masturbes y te tomes toda mi leche, así que me arrodillé y me metí su verga a la boca mientras se la corría y a pesar de su edad, tenia una verga de tamaño considerable, que en ocasiones chocaba con el fondo de mi boca y me producía cierto ahogo.

El gallego

Nuestra amiga Cristina nos dijo que era un chico normal, que como amante bien, pero lo sentía un poco tímido, que no se soltaba, enseguida pensé que los años le habían pesado, ella tiene 23 años, es una potra y lo debe haber exprimido.

Una semana santa, no tan santa

Se levantó bruscamente, me echó boca arriba y puso su pene cerca de mi boca... yo no sé cómo  entendí lo que quería... lamí su pene y lo mojé bien... él con la otra mano, sacaba más jugos de dentro mío y los untaba entre mis senos... puso su pene entre ellos y yo lo presioné cerrando mis tetas una contra otra... las cuales lo rodearon fácilmente y cubrieron una buena parte de él...

Capitán, el guardián de mi novia

Como el pene no estaba del todo fuera no lo podía colocar como el de un hombre a 90 grados así que me dio la espalda y lo poco que vi fue que tomo el pene y jugo un rato con el pasando la punta por toda su vagina, ese masaje ya lo conocía ya que ella hacia lo mismo conmigo para excitar su clítoris y lubricar la punta de mi pene para la penetración

Mi mujer es una jodida

El tipo se corrió y como seguía con su erección, se lo metió entre el chocho, y se pudo de tal manera que los demás pudieran juguetear con el culo de  mi mujer, y todos se lo hicieron uno a uno, mientras el seguía esforzándose por delante.