Me armé de valor, porque dar el paso definitivo es enervante y te produce una rara sensación de que puedes equivocarte y no va a ser posible dar marcha atrás en lo que, incluso, puede acabar con tu matrimonio si no es bien entendido por tu pareja, pero estaba decidido y me puse en contacto con Alceo citándole en una céntrica cafetería.
El agua casi quemaba, tal y como a ti te gusta, la espuma y las sales con aroma a jazmines envolvían toda la bañera. Me coloqué frente a ti y te acercaste a mí, me besaste con pasión, tus carnosos labios devoraban mi boca, tu lengua bailaba con la mía en un abrazo húmedo. Colocaste tus piernas sobre las mías y te aproximaste más a mí, notábamos la cercanía de nuestros sexos.
Pasaron una noche inolvidable los tres a partir de que ella se presentara en la habitación de los dos chicos ya que la lluvia había entrado por la ventana, mojando su colchón.
Hasta que un día llego el momento perfecto, mi tía siempre ha tenido confianza conmigo y no era extraño que mientras yo me duchase ella entrase así como así al baño a coger cualquier cosa y eso me ponía cachondo, me excitaba que me viese desnudo e incluso más de una vez empalmado porque me estaba ojeando pensando en ella, pero ella se lo callaba.
Estaba harto de las chicas jóvenes, Carmen era sensacional en la cama, insaciable, pero solo se la podía aguantar precisamente si estábamos jodiendo, sino era una niñata que me levantaba dolor de cabeza. Decididamente había sido un acierto no irme de vacaciones con ella.
Comencé a besar su cuello suavemente y a pasar toda mi lengua lentamente desde su base hasta el lóbulo de su oreja. En la que me entretuve penetrándola y salivándola en su interior. Ella gemía cada vez más. Su cuerpo vibraba espasmódicamente. Metí mis manos en su vestido y con mis dedos apreté suavemente sus durísimos pezones. Eso fue el factor que quebró su resistencia.
Mi habitación resultaba estar muy cerca de la que ocupaban mi padre y Verónica, demasiado cerca, diría yo. En más de una oportunidad pude escuchar discusiones y reclamos, pero otras veces llegué a escuchar los más excitantes sonidos, gemidos y gritos de placer provenientes de ambos. Muchas pajas me eché escuchándolos así y muchas otras imaginando el cuerpo desnudo de mi madrastra que a partir de dicho maravilloso descubrimiento me empezó a interesar sobremanera.
Con la fusta en una preciosa bolsa, ecológica de papel reciclado, estrecha y larga como la propia fusta, salimos a la calle y seguimos curioseando escaparates, su brazo pasa por mis hombros mientras yo me he ligado a su cintura, el aire primaveral recorre mis piernas, hincha ligeramente la falda, lo noto entre mis piernas, acariciando mi vello púbico, enfriando mis calores.
Me senté en el sofá a esperar, al transcurrir de unos instantes apareció su figura en el descanso de la escalera, su figura era hermosa. Admire la turgencia de su busto tras el diminuto sostén del bañador, deseo y lujuria contrastaban con su delgada cintura, tras la cual sensualmente estimulante se abrían paso sus redondeadas caderas. El pelo largo humedecido caía por sobre su hombro izquierdo, adoptó una postura de modelo seductora separando un poco las piernas, me miro y me dijo: hoy te voy a pagar todo el tiempo que te debo; hice un ademan de levantarme para ir hacia ella y me ordenó que me sentara, luego dijo: todo a su momento.
La situación fue tan ardiente que Gambito quiso acariciar su trasero, por lo que deslizó sus manos suavemente desde su cintura para llegar hasta él. Al darse cuenta de lo que intentaba hacer, Rogue suspendió el beso y se apartó bruscamente
Reconozco que estaba disfrutando como loca, quería comerme todo su pico, lo lamía con desesperación, su cabeza estaba hinchada al máximo, de pronto, mientras subía, comenzó a soltar chorros de semen que cayeron en mi pelo, mi frente, mi mejilla y finalmente en mis labios.
Me acerco a ella, y me pongo a bailar a su lado, cuando aprovecho al mismo tiempo para lanzarle pequeñas miradas de desafío o de señal de que me he fijado en ella... disimuladamente, saco la lengua y dejo entrever la bolita fluorescente de mi piercing en la lengua. La verdad es que da un poco la nota, mis mechas rubias, mi bolita verde fosforescente en la lengua...
Regresó de su viaje antes de tiempo, encontrándose con su cuñada y una amiga en su apartamento, las cuales hicieron que aquella fuera la experiencia mas excitante de sus vidas.
Marta me presentó a dos chicos de su edad que conocía de otras veces y estuvimos con ellos tomando una copa y bailando un buen rato, de repente observé que un hombre me miraba, era maduro, de unos cuarenta años, atractivo, con canas y traje caro, poco después me quede sola un momento y se me presentó, me dijo que se llamaba Luis y que le gustaría invitarme a una copa, el caso es que me aburría con los amigos de Marta y acepté.
Al llegar la hora de la cena el ambiente se tornó tenso. Nadie hablaba y Kasumi, Ranma, Genma y Akane evitaban siquiera mirarse. Por su parte Nabiki los observaba, intrigada por su extraño comportamiento, tratando de adivinar que estaba pasando.
Después de esto separe sus labios eh intentaba meterle los deditos en la pucha, y mi sorpresa fue sentir lo estrecho que era su agujerito, y eso me aseguraba de que ella aún era virgen (cosa que tuve el privilegio de quitarle y que contare más adelante) al sentir ella mi dedito deseo que querer meterse entre su vagina ella se apartó dando un gemido de dolor...
Comencé sacándome el suéter, luego me desabroché la falda larga que llevaba, la cual cayó sola. Quedé solo con un conjunto de sostén y tanga de encaje azul. Después me saqué lentamente el sostén mostrándole nuevamente mis tetas, el corazón de nuevo casi se me arrancaba, veía su cara de asombro, parecía gustarle mucho el espectáculo
Bueno he podido comprobar que mis sensaciones no eran erróneas, ya que en la filmación he podido darme cuenta que reaccionó bien, es más diría con bastante certeza que gozó el estar con un tercero y que este la haya acariciado, tocado y penetrado. En varios pasajes de esta se ve como ella recibe con beneplácito el accionar de él.
Me di la vuelta con la verga completamente empalmada. Aun no me salía ninguna palabra y no podía creer que Rebeca estuviera arrodillada delante de mí con mi polla en su mano. -Te voy a terminar de dejar "contento", como estabas antes- Me dijo a la vez que me besaba la punta de la polla con sus turgentes labios. El beso, se fue ensanchando a la vez que mi glande desaparecía en su boca.
Comencé a darle lengüetazos a aquel trozo de carne, era inmensa y estaba durísima, me metía su capullo en la boca, lo chupeteaba, le pasaba la lengua por los lados del capullo, me lo lengüeteaba como si fuese un helado, mientras apretaba sus huevos, los tenía enormes a juego con su polla. Era lo que se dice un auténtico súper, pero súper, súper, no súper light como algunos que con 20 cm se creen que son los dueños de la mayor polla del mundo, aquello era enorme no encontraba forma de poderlo coger en su conjunto, ni con la boca y las manos lograba abarcar todo el cipotón aquel.